Qué es el síndrome del impostor y cómo superarlo - Instituto Ángeles Wolder

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Hay personas con un alto rendimiento a nivel profesional que suelen dudar del éxito que tienen y tienden a sentirse un fraude. Llegan a pensar que en cualquier momento se darán cuenta de que son un fracaso y viven con constante miedo e inseguridad de ser expuestas. A este fenómeno se le conoce como el síndrome del impostor y las personas que lo padecen pueden tener problemas de ansiedad, desmotivación y hasta pueden llegar a sentir que no son capaces de continuar con su trabajo.

Según el estudio The Impostor Phenomenon, el 70% de las personas han padecido de este síndrome alguna vez en su vida. Aunque es algo real y que debilita a la persona, es posible que quien lo padezca ni siquiera sea consciente de que le está pasando.

Imagina que tienes una carrera profesional exitosa, logros académicos destacados y recibes constantes elogios por tu trabajo. Sin embargo, a pesar de todo esto, sientes que no mereces ese éxito, que todo se debe a una serie de golpes de suerte que podrían desvanecerse en cualquier momento. Si te identificas con esta situación, podrías estar experimentando el llamado síndrome del impostor. Este fenómeno, más común de lo que parece, afecta a siete de cada diez personas en algún momento de su vida.

A continuación, exploraremos qué es el síndrome del impostor, cómo identificarlo, sus posibles causas, estrategias para superarlo y un caso real que ilustra cómo abordar esta situación en terapia.

¿Qué es el síndrome del impostor?

El síndrome del impostor no es un trastorno clínico reconocido, pero se ha convertido en un tema de interés tanto para la terapia como para la sociedad en general. Se caracteriza por la incapacidad de reconocer los propios logros y un miedo constante a ser “descubierto” como un fraude. Las personas que lo padecen sienten que no merecen el éxito que han alcanzado y atribuyen sus logros a factores externos, como la suerte o la ayuda de otros, en lugar de a su talento y esfuerzo.

Frases como “No soy tan inteligente como creen” o “Solo tuve suerte” son comunes entre quienes viven con este fenómeno. Estas creencias limitantes pueden tener consecuencias graves, como el aumento del estrés, la disminución de la productividad y la autolimitación profesional.

¿Cómo identificar si tienes síndrome del impostor?

Algunas de las señales más comunes del síndrome del impostor incluyen:

  1. Dudas persistentes sobre tus habilidades: Aunque los demás te elogien, sientes que podrías haber hecho más o que tu trabajo no es lo suficientemente bueno.
  2. Miedo al descubrimiento: Temes que tus compañeros, jefes o incluso amigos se den cuenta de que no eres tan competente como aparentas.
  3. Atribuir el éxito a factores externos: Crees que tus logros se deben a la suerte, a que otros te ayudaron o a circunstancias fortuitas.
  4. Evitar riesgos o nuevos retos: Prefieres mantenerte en tu zona de confort por miedo a fracasar o a no estar a la altura.
  5. Trabajo excesivo o procrastinación: Para compensar la sensación de incompetencia, trabajas más de lo necesario o, por el contrario, postergas tareas por miedo a equivocarte.

Si te sientes reflejado en alguna de estas situaciones, podrías estar enfrentando el síndrome del impostor.

Tipos de síndrome del impostor

Según Valerie Young, una de las principales investigadoras en este campo, existen cinco tipos principales de síndrome del impostor: el perfeccionista, el sobrehumano, el experto, el genio natural y el individualista. Cada tipo presenta características únicas que contribuyen a la sensación general de ser un fraude. 

El perfeccionista

Las personas con este tipo se fijan estándares extremadamente altos y, cuando no los cumplen, se sienten como fracasadas. Este tipo de impostor nunca está satisfecho con su desempeño y siempre encuentra fallos en su trabajo, lo que perpetúa el ciclo de inseguridad, dudas y autocrítica.

El sobrehumano

Este tipo se caracteriza por la necesidad de destacar en todas las áreas de su vida. Los sobrehumanos trabajan en exceso y asumen múltiples roles para demostrar su valía. Su identidad está completamente ligada a la cantidad de trabajo que pueden soportar, y fallar en alguna área puede desencadenar sentimientos de incompetencia.

El experto

Los expertos creen que deben saber todo y no se sienten satisfechos hasta que dominan completamente un tema o una habilidad. Están constantemente buscando más formación y obtener reconocimientos (diplomas, certificados, etc.), y se sienten insuficientes si no tienen todas las respuestas.

El genio natural

Estas personas creen que todo debe ser fácil y rápido de aprender. Si tienen que esforzarse o pedir ayuda, se sienten como fracasados. El genio natural se frustra fácilmente cuando no consigue algo a la primera, interpretando esto como una falta de capacidad innata.

El individualista

Los individualistas creen que deben hacer todo por sí mismos y que pedir ayuda es un signo de debilidad o incompetencia. Prefieren trabajar solos y pueden rechazar la colaboración, lo que puede aislarlos y reforzar sus sentimientos de ser un impostor.

Origen del síndrome del impostor

Aunque cada caso es único, existen cuatro posibles fuentes de origen que suelen estar relacionadas con este fenómeno:

Dinámicas familiares durante la infancia

Las etiquetas impuestas en la niñez, como ser “el inteligente” o “la simpática”, pueden generar inseguridades. También ocurre cuando se espera perfección académica o se crece con padres muy exitosos, lo que genera una constante comparación. Los mandatos familiares y la neurosis de clase son otras de las herencias que pueden afectar a la construcción de nuestra identidad en contacto con lo que verdaderamente queremos ser.

Estereotipos de género

Aunque el síndrome afecta tanto a hombres como a mujeres, los mensajes culturales sobre éxito y fracaso, así como la presión de ser “perfecta” como madre y profesional, pueden intensificar este fenómeno en las mujeres.

Diferencias salariales

En el ámbito profesional, especialmente para las mujeres, la brecha salarial y la falta de representación pueden llevar a cuestionarse si realmente merecen su lugar en el trabajo.

Percepción de éxito y fracaso

Las personas con síndrome del impostor suelen tener expectativas irrealistas y creen que deben cumplir con una lista interminable de requisitos para considerarse exitosas.

¿Cómo salir del síndrome del impostor?

Superar el síndrome del impostor requiere un trabajo interno que puede incluir las siguientes estrategias:

  1. Reconoce tus logros: Haz una lista de tus éxitos y reflexiona sobre el esfuerzo y las habilidades que te llevaron a conseguirlos. Aprender a aceptar los cumplidos sin excusas también es un paso importante. La próxima vez que alguien te elogie, simplemente prueba de decir: “Gracias”.
  2. Redefine tus conceptos de éxito y fracaso: Aprende a valorar el progreso, no la perfección. Recuerda que nadie es perfecto y que cometer errores es parte del aprendizaje.
  3. Habla sobre tus sentimientos: Compartir tus miedos y dudas con alguien de confianza puede ayudarte a poner las cosas en perspectiva. Muchas veces, descubrirás que no estás solo en estas emociones.
  4. Cambia tu narrativa interna: Practica el autocuidado y el pensamiento positivo. Cada vez que te descubras minimizando tus logros, desafía esos pensamientos con evidencias que demuestren tu valor.
  5. Busca apoyo profesional: Un terapeuta puede ayudarte a identificar las causas del síndrome y trabajar en técnicas para superarlo.

Un caso real: María y el síndrome del impostor 

El desafío de María: inseguridad y miedo al rechazo

María, de 48 años, es una pastelera autodidacta que desde los 12 años aprendió a cocinar con su madre, elaborando pasteles y pan. Aunque ha trabajado durante años preparando encargos para fiestas y celebraciones, siente que no merece llamarse profesional porque no tiene un título académico en pastelería. Esta inseguridad ha afectado su confianza, llevándola a no mostrar su trabajo públicamente y a evitar oportunidades de crecimiento por miedo al rechazo.

Su temor se volvió paralizante, y en los últimos meses, la falta de demanda disminuyó sus ingresos, dificultando su estabilidad económica. María llegó a consulta llena de dudas sobre quién era y su lugar en el mundo.

Juntas iniciamos un plan de trabajo enfocado en tres aspectos clave:

Primer paso: establecer rutinas para reducir la ansiedad y pensamientos recurrentes

Le propuse crear una rutina diaria que incluyera actividades físicas y creativas para reconectar con su cuerpo y mente, y así disminuir la ansiedad con el objetivo de poder centrarse en su proyecto laboral. (Puedes leer más sobre esto en nuestro artículo sobre el duelo y la importancia de las rutinas).

Segundo paso: explorar la relación con sus padres y su mandato familiar

Durante la terapia, identificamos cómo las expectativas familiares y las experiencias de inseguridad marcaron su percepción de sí misma. María nunca pudo estudiar pastelería porque su familia le impuso otra profesión que nunca quiso ejercer. El trabajo incluyó liberarse de ese mandato y reconocer lo que realmente le apasionaba. Esto implica rendirse a la posibilidad de ser lo que se espera de ella y reconciliarse con su verdadera identidad. 

Celebrar su profesión y reconocerse como pastelera

Como parte del proceso, organizamos una “graduación simbólica” en la que reunió a sus seres queridos para celebrar sus logros como pastelera. En sus palabras, “No sabía que necesitaba la graduación hasta que la tuve. Ver cómo la gente me miraba me ayudó a verme a mí misma por lo que realmente soy”.

Resultados: confianza renovada y estabilidad profesional

Hoy, María se siente más segura mostrando su trabajo y ha comenzado a promocionar sus servicios con mayor confianza, recuperando no solo su estabilidad económica, sino también su sentido de identidad y propósito.

Conclusión: Abraza tus logros y supera el síndrome del impostor

El síndrome del impostor es una experiencia emocional desafiante, pero no tiene que definir tu vida. Al reconocer sus signos, entender sus causas y trabajar en estrategias para enfrentarlo, es posible transformar la sensación de insuficiencia en una confianza genuina en tus capacidades. Recuerda que tus logros son el resultado de tu esfuerzo y talento, y mereces celebrarlos.

Preguntas frecuentes sobre el síndrome del impostor

¿Cómo saber si tengo síndrome del impostor?

Si sientes que no mereces tus logros, atribuyes tu éxito a factores externos o temes ser “descubierto” como un fraude, podrías estar enfrentando este síndrome.

¿Por qué se origina el síndrome del impostor?

Sus causas pueden incluir dinámicas familiares, expectativas sociales, desigualdades laborales y estándares de perfección autoimpuestos.

¿A quién afecta el síndrome del impostor?

El síndrome del impostor puede afectar a cualquier persona, independientemente de su género, edad o nivel profesional.

¿Cómo impacta el síndrome del impostor en la vida laboral?

Genera estrés, ansiedad, baja productividad y limita las oportunidades de crecimiento profesional.

¿Se puede superar el síndrome del impostor?

Sí, mediante el reconocimiento de logros, el cambio de narrativa interna y el apoyo profesional.

¿Es normal sentir síndrome del impostor?

Es más común de lo que parece; hasta un 70% de las personas lo experimentan en algún momento de su vida.

Si te sientes identificado con lo que has leído, no dudes en buscar apoyo y dar el primer paso hacia una relación más saludable contigo mismo y con tu éxito.

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Aranzazu Par Wolder