Los profesionales de la comunicación interna empezamos el año con una buena noticia. El Govern de la Generalitat de Catalunya ha creado un programa para la implantación de una estrategia de comunicación interna. Con esta iniciativa, la Generalitat, por fin, reconoce el valor de esta disciplina que, aún hoy, no tiene ni el reconocimiento ni la legitimidad ni el prestigio que se merece en las distintas administraciones públicas catalanas, como pudimos comprobar en el I Estudi de Comunicació Interna als Ajuntaments de Catalunya,impulsado por Síntesi.
Según el Idescat, la Generalitat de Catalunya tenía en el año 2022 un total de 243.762 personas trabajadoras. Personas con responsabilidades muy diversas, repartidas por todo el país, con las que, hasta ahora, el gobierno no tenía una estrategia de comunicación interna. Como profesional de la comunicación, esta situación siempre me ha parecido una verdadera anomalía y me ha llevado a plantearme muchas preguntas.
¿Cómo conocen los trabajadores la visión, el propósito y los valores de la institución y los trasladan a la ciudadanía y a su trabajo diario? ¿Cómo se asegura de que los mensajes internos llegan con coherencia y a la vez motivan a los equipos? ¿Qué herramientas tienen los responsables de cada departamento para trasladar información estratégica a sus equipos? ¿Cómo puede el Govern fomentar el sentimiento de pertenencia en una plantilla tan diversa y dispersa geográficamente? ¿Cómo puede ser eficiente sin comunicarse estratégicamente con sus equipos?
Personalmente, tengo muy claras las respuestas a estas preguntas. Ninguna organización, pública o privada, puede ser eficiente y dar el máximo de sí misma sin una buena comunicación interna. ¿Por qué digo esto? A lo largo de nuestros 30 años de experiencia, en Síntesi hemos preparado muchos planes y estrategias de comunicación interna y el escenario inicial siempre es muy similar: desinformación, rumores, confusión, falta de coordinación, baja motivación entre los equipos y, en consecuencia, pérdida de confianza y de eficiencia.
Sin una comunicación interna bien estructurada, los objetivos estratégicos se diluyen, las personas no entienden su rol dentro de la organización y se pierde la oportunidad de generar un sentimiento de pertenencia que es clave para el compromiso y la productividad. Por eso, la comunicación interna no solo es una herramienta operativa; es un elemento fundamental para construir una cultura organizativa sólida y garantizar que todo el mundo rema en la misma dirección. Es por ello por lo que esta iniciativa es tan importante y necesaria.
Desde aquí, quiero aprovechar para felicitar al Govern de la Generalitat y alentarlo en este camino que justo ahora empieza. Tiene por delante un reto mayúsculo que, sin duda, no será fácil y que encontrará numerosos obstáculos, incluida la resistencia de algunas personas de la plantilla que pueden percibir la comunicación interna como una tarea innecesaria o una pérdida de tiempo. ¡No dejéis que las dificultades os echen para atrás!
La comunicación interna bien gestionada es una inversión clave para construir una organización más cohesionada, eficiente y alineada. Y vuestro ejemplo seguro que animará a otras administraciones a apostar por la comunicación interna.
¡Gracias por situar la comunicación interna en el lugar que se merece!