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Este mes de febrero teníamos pensado contaros las nuevas iniciativas en las que estamos trabajando desde España Mejor. Sin embargo, la reciente visita que hicimos a Paiporta y Picanya, dos de los muchos municipios valencianos que resultaron afectados por la DANA hace tres meses, nos hizo cambiar el plan. ¿Por qué? Sencillamente porque apenas nada ha cambiado y no podemos permitirnos olvidarnos de ellos. Pasada la emergencia, queda la urgencia. Sí, la de enviar las ayudas, la de reconstruir las infraestructuras, la de poder volver a abrir los negocios, la de restaurar las viviendas. Pasó el momento de que los políticos fueran a hacerse la foto o a evitarla. Ya no es tiempo para el marketing. Ni para las disputas entre Administraciones ni entre partidos políticos. Es inconcebible que una tragedia de tal magnitud, en gran medida evitable, haya ocurrido en Valencia. En España. Os invitamos a leer esta edición. Y a escuchar las voces de los autónomos, de los ciudadanos, de los jóvenes voluntarios que acudieron en masa a ayudar. Y os invitamos a que visitéis los pueblos afectados. A que escuchéis a los ciudadanos, a nuestros vecinos. De antemano, gracias. Un saludo, Equipo de España Mejor |
PICANYA Y PAIPORTA
Son miles los municipios afectados por la Dana y aunque nos hubiese gustado visitarlos todos, sólo pudimos centrarnos en dos de ellos, Paiporta y Picanya, justo en el epicentro de la catástrofe. La situación sigue siendo desoladora. Son muchísimos los vecinos que siguen sin poder regresar a sus hogares - o lo que queda de ellos -, los negocios permanecen con la persiana echada y el desánimo es patente.
En España Mejor, desde el respeto y la humildad, hemos querido ir a escuchar. Porque la verdad es que muchos se sienten abandonados. Las ayudas apenas llegan y cuando lo hacen, no cubren las pérdidas. Los autónomos, los pequeños empresarios, los agricultores siguen reclamando a las administraciones y a los partidos políticos que no les olviden.
LA OPINIÓN DE NUESTROS COLABORADORES
Por Fernando Ara, Presidente de ATA Comunidad Valenciana
Autónomos tras la DANA:
sin ayudas, sin soluciones
Falta mucho para llegar a la normalidad. No nos vamos a olvidar, ni a parar, ni a conformar hasta que todos y cada uno de los municipios afectados por la DANA y todos y cada uno de los más de 30.000 autónomos que han visto mermada o totalmente paralizada su actividad puedan pasar página.
Hay muchas formas de empezar un artículo. Pero quiero que cualquiera que lea este, si ha de quedarse con un mensaje, con una idea, sea esta: seguiremos aquí hasta solucionarlo.
A día de hoy, uno de cada tres autónomos con un local a pie de calle sigue sin poder reabrir su negocio. La gran mayoría están pensando en cerrar. ¡Cómo no hacerlo! Las ayudas que han llegado son ridículas en comparación con las necesidades. Son miles los que ansían un impulso y un relevo generacional que nunca llega.
Desde ATA hemos pedido multiplicar por seis las ayudas, porque, de lo contrario, será difícil salvar las zonas afectadas por las inundaciones. Cuando un comercio ha perdido, de media, 60.000 o 70.000 euros y lo que va a recibir entre el consorcio y las ayudas estatales no llega ni a 30.000-40.000 euros, difícilmente podrá volver a abrir.
Ha dado más Juan Roig que el Gobierno y la Comunidad Valenciana juntos. Toda ayuda es importante, pero sigue siendo insuficiente. ¿Cómo es posible que no se hayan paralizado algunos de los impuestos estatales que paga un autónomo? ¿Y cuándo van a aprobar la reactivación del Cese de Actividad Especial, que tan acertadamente se puso en marcha? Si de verdad creen que con cuatro meses de prestación y ayudas de entre 3.000 y 8.000 euros por autónomo hay suficiente, es que no conocen su propio tejido empresarial o no han querido ver la magnitud de los destrozos.
La Generalitat ha abierto una nueva convocatoria de ayudas para los autónomos sin trabajadores y ha ampliado los municipios considerados afectados para no dejar a nadie atrás. No somos conscientes de que, cuando una localidad sufre una tragedia así, los vendedores ambulantes de los mercadillos, que no tienen su sede social en esos municipios, también sufren las consecuencias. Que los actos culturales y sociales se cancelan, con la correspondiente pérdida para las compañías que vienen de la provincia. Que el turismo se resiente hasta en la propia capital del Turia. Que, cuando tus clientes lo han perdido todo… nadie viene a tu peluquería.
Están en riesgo 17.000 autónomos. Incontables las familias que dependen de esos negocios.
Un ejemplo de la magnitud del desastre y la escasa ayuda recibida: los farmacéuticos son autónomos persona física y no pueden ser societarios. Sin embargo, las grandes ayudas se han destinado a societarios, asumiendo que son empresas de mayor tamaño, y obviando que una farmacia puede haber perdido un stock de más de 150.000 euros y, a cambio, ha recibido como mucho 8.000 euros.
En España, el empleo lleva un año destruyéndose en las pequeñas empresas y los autónomos. Exigir lo mismo a una empresa de 100 trabajadores que a un autónomo con un solo empleado es inasumible. La EPA nos arrojó una cifra terrible: hoy hay 46.000 empleadores menos en España que hace un año.
Cuando vemos subidas en las cotizaciones, nuevas cargas, nuevas trabas, el futuro se oscurece.
Por ahora, según los últimos datos de afiliación conocidos, la provincia de Valencia ha perdido un 0,2% de sus autónomos en el último mes, un total de -367 autónomos. Pero es una cifra acorde a los últimos eneros, un mes habitualmente negativo en estos datos.
Si no se toman medidas, si no se reactiva el Cese de Actividad y no se sigue aportando liquidez a las empresas y a las familias, tememos que la situación se vuelva mucho más crítica.
APRENDIENDO DE OTROS PAÍSES
La respuesta de las administraciones a la catástrofe de la DANA ha dejado en evidencia la necesidad de que nuestro país disponga de un sistema de ayudas y de protocolos de actuación claros, que no den lugar a dudas ni puedan ser utilizados como arma política.
En España Mejor, hemos querido analizar la realidad de otros países que están acostumbrados a enfrentarse a crisis provocadas por desastres naturales. Hay muchos ejemplos, pero hemos elegido tres países en tres continentes distintos, con diferencias geográficas, económicas, tecnológicas y asociativas muy marcadas.
LO QUE LES UNE
Pese a sus diferencias, en todos ellos hemos encontrado factores comunes que marcan la diferencia:
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Un uso eficiente de la tecnología y la IA.
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Mayor coordinación de datos entre administraciones.
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Acceso directo, sencillo e inmediato a las ayudas.
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Un plan de anticipación que permite evaluar y ejecutar las ayudas con mayor rapidez.
En España, la mayor parte del país tiene conexión a Internet y casi toda la población dispone de dispositivos móviles. Contamos con administraciones bien dotadas, con datos fiables de la población, y con una solvencia económica muy superior a la de países como Filipinas o Togo. Además, en este caso, tenemos el respaldo de los fondos europeos.
¿Se puede hacer? Sí. Solo hace falta voluntad política.
LA OPINIÓN DE NUESTROS COLABORADORES
Por Fernando Mut, Presidente de Sociedad Civil Valenciana
¿Adónde vamos?
La riada del pasado octubre, tras las excepcionales lluvias concentradas en la zona oeste de la Plana de Valencia —Utiel, Chiva y otros municipios—, constituye una de las mayores tragedias que han sufrido los valencianos en mucho tiempo.
La respuesta ante este drama ha sacado a la luz lo mejor y lo peor de una sociedad activa y emprendedora. Aquí, en Valencia, ha brillado la generosidad en las donaciones y la solidaridad de los voluntarios venidos de toda España para ayudar a cambio de nada. Ejemplar.
Por otro lado, también se ha evidenciado la falta de eficacia de las administraciones en la gestión del territorio. En lugar de centrarse en su labor, se han enfrascado en luchas de poder, dejando en un segundo plano el sufrimiento de las personas.
La sociedad civil debe exigir a nuestras autoridades que gestionen el territorio como un todo, con propuestas basadas en la reciprocidad y una nueva visión de la relación del ser humano con el medio natural, pues "el hombre debe devolver a la naturaleza tanto como recibe de ella". Sin esa visión, ¿hacia dónde vamos? (Serres).
Y esa exigencia recae, sobre todo, en quienes han demostrado que la ayuda, la atención y la colaboración hacia los que sufren están por encima de cualquier interés.
Las personas habitan, producen y comercian. El territorio advierte de sus limitaciones y potencialidades. Es imprescindible buscar consensos entre los diferentes actores de la sociedad civil para garantizar una vida digna con los mínimos riesgos posibles. La situación actual deja a los ciudadanos de varios pueblos a merced de las catástrofes.
Señores técnicos, profesionales y políticos, pónganse a trabajar unidos y respeten a sus conciudadanos, que necesitan garantías para desarrollar sus vidas con dignidad. Promuevan la participación ciudadana, porque los ciudadanos saben bien de lo que hablan y han demostrado con su generosidad que están dispuestos a responder por los demás.
Dejen a un lado las disputas políticas. Basta de enfrentamientos públicos estériles. No condenen a nadie antes de que sea juzgado. Y no olviden la lección del poeta cubano: "Con los pobres de la tierra quiero yo mi suerte echar..."
Comprendan el territorio, trabajen para prever las consecuencias y protejan a las personas y sus bienes. Solo así podremos evitar la pobreza, nuestra pobreza física y moral.
#ESCUCHANDO A LOS JÓVENES
#ESCUCHANDO A LOS JÓVENES
“Los vecinos son nuestros héroes”
César Navarro, voluntario en Valencia tras la DANA
¿Quién es César Navarro?
Soy un joven malagueño de 23 años que ha estudiado entre Madrid y Burdeos, completando un grado y un máster en Ciencias Políticas y Economía. Actualmente, estoy de prácticas en París, en una multinacional tecnológica. Fui dep