La economía circular es un concepto que ha ganado popularidad en los últimos años y que está ocupando cada vez más espacio en los medios de comunicación.
Sin embargo, para nosotros en INTERPORC la circularidad no es solo una tendencia o una moda pasajera, sino que es una palanca clave para impulsar el crecimiento del sector porcino. Una oportunidad real tanto para encontrar un valor adicional a los subproductos que generamos como para mejorar la reputación del sector.
Por ello, potenciar la economía circular en toda la cadena de valor del porcino de capa blanca es un objetivo que hemos adoptado desde hace tiempo y que se ha convertido en una parte fundamental de nuestra manera de operar y de entender el futuro.
Este no es un reto que tomamos a la ligera, sino que está profundamente alineado con nuestro ADN.
Para nosotros, la verdadera sostenibilidad va más allá de cumplir con requisitos básicos: Se trata de satisfacer las necesidades actuales sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer las suyas.
Esa visión holística de la sostenibilidad es lo que nos ha motivado a comprometernos plenamente con la economía circular.
Estamos convencidos de que la cadena de valor porcina es un pilar fundamental para la circularidad de los recursos de origen biológico.
Y no solo hablamos de procesos internos, sino también de colaborar con otras industrias para cerrar el ciclo de los recursos.
En esa dirección, hemos identificado seis grandes palancas de circularidad con un gran potencial económico y de mejora de la imagen sectorial. Concretamente:
- Valorización energética de subproductos para producir biometano
- Producción de fertilizantes orgánicos mineralizados
- Valorización energética de subproductos para producir biocombustible
- Valorización hacia las industrias farmacéutica y cosmética
- Gestión eficiente del agua
- Optimización de la eficiencia energética
En INTERPORC ya estamos implementando numerosas iniciativas de este tipo en toda la cadena de valor.
Esto incluye desde la producción de materias primas para la alimentación animal hasta el uso de biofertilizantes procedentes de purines y lodos de depuración.
También estamos aprovechando subproductos procedentes de otras cadenas de valor, generando bioenergía para autoconsumo y utilizando calderas de biomasa en nuestras granjas e industrias.
En concreto, estamos trabajando en áreas clave como:
- La utilización de purines como fertilizantes orgánicos, contribuyendo así a una nutrición sostenible de los suelos agrarios.
- El tratamiento de lodos provenientes de la depuración de aguas de la industria cárnica, transformándolos en recursos útiles.
- La alimentación de nuestros animales con subproductos y nuevos ingredientes, promoviendo un enfoque más integral y sostenible.
- El aprovechamiento de subproductos de origen animal no destinados al consumo humano (SANDACH), maximizando su valor en otros procesos.
- La producción de biogás y la generación de bioenergía para autoconsumo, reduciendo así nuestra dependencia de fuentes de energía no renovables.
- La búsqueda continua de alternativas a los plásticos tradicionales, promoviendo materiales más sostenibles y amigables con el medio ambiente.
- La gestión y valorización de otros residuos sólidos en granjas e industrias, asegurando que nada se desperdicie.
- La medición y monitorización constante del proceso de valorización de subproductos y la gestión de los residuos, para asegurarnos de que estamos avanzando en la dirección correcta.
- La reducción de impactos ambientales en todas las etapas de producción y su monitorización.
Tenemos muy claro que la circularidad es absolutamente imprescindible para favorecer la competitividad de nuestro sector en los mercados de todo el mundo. Pero no solo se trata de buscar un beneficio económico o una mejora de la imagen.
Al igual que hemos logrado marcar el camino en bioseguridad, bienestar animal y seguridad alimentaria, nuestro objetivo es que el sector porcino de capa blanca de España también sea un referente en circularidad.