El futuro de la IA exige un compromiso decisivo de los ejecutivos para evitar una crisis ética - Asociación Española de Directivos

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En un escenario en el que la inteligencia artificial (IA) está transformando profundamente las industrias, los líderes empresariales enfrentan un desafío crítico: equilibrar la innovación con la responsabilidad. Durante el reciente evento organizado por NTT DATA, se destacó que la IA generativa (GenAI) está a punto de redefinir las estrategias organizativas, pero este progreso disruptivo también conlleva riesgos que no se pueden ignorar.

Con más del 60% de las organizaciones a nivel global reconociendo el potencial de la IA generativa como un cambio trascendental en los próximos dos años, la mayoría de los ejecutivos se muestran optimistas. Sin embargo, esta rápida adopción de tecnologías innovadoras ha dejado atrás las regulaciones, dando paso a una “brecha de responsabilidad”, como la denomina NTT DATA. Esta brecha se refiere a la desconexión entre la velocidad de la innovación en IA y la falta de marcos regulatorios robustos, lo que pone en riesgo la ética, la seguridad, la sostenibilidad e incluso la inclusión en el uso de esta tecnología.

Los datos del informe global revelan que, mientras un tercio de los altos directivos considera que la responsabilidad debe primar sobre la innovación, otros igualmente enfatizan la importancia de esta última. Este desequilibrio pone en evidencia una falta de consenso en las juntas directivas sobre cómo gestionar la IA de manera responsable. A medida que las inversiones en GenAI continúan en ascenso, la magnitud de esta brecha se amplía, lo que exige una acción decisiva por parte de los líderes.

Los hallazgos de NTT DATA subrayan la urgencia de un enfoque proactivo y ético que guíe el despliegue de la inteligencia artificial. El reto es claro: la innovación debe ir de la mano con la responsabilidad, y son los ejecutivos quienes deben impulsar esta agenda para que la IA no solo sea una herramienta de transformación económica, sino también una fuerza que respete los principios fundamentales de la sociedad.

El evento sirvió como un llamado a la acción, destacando que, si bien la IA tiene el potencial de desbloquear nuevas oportunidades de negocio y crecimiento, su éxito a largo plazo dependerá de cómo los líderes empresariales aborden los riesgos inherentes y gestionen la integración ética de la tecnología. La responsabilidad debe estar en el ADN de la estrategia empresarial para garantizar que las organizaciones no solo sobrevivan, sino que prosperen en esta nueva era tecnológica.

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Recapiti
Raúl Lozano