La Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM) ha formado parte este jueves de una multitudinaria concentración frente al Ministerio de Sanidad a la que han acudido todos los sindicatos profesionales del territorio nacional y organizaciones representativas de la profesión médica para mostrar el rechazo unánime que ha generado el borrador de Estatuto Marco que ha difundido el ministerio.
Bajo el lema “Por un estatuto propio de la profesión médica y facultativa”, un representante de los sindicatos convocantes ha leído un manifiesto en el que se ha defendido la necesidad de una norma que recoja las especiales condiciones laborales del colectivo. Así, señalaban que es “imperativo que se legisle en base a estas especiales condiciones de nuestro ejercicio” una regulación específica, donde figure “en primer término el reconocimiento a tener nuestro propio ámbito de negociación con las administraciones central y autonómica”, y en segundo lugar “el establecimiento de unos límites razonables de nuestras cargas de trabajo y a las situaciones de excepcionalidad, a unos descansos y compensaciones proporcionados a esta carga laboral y a unas retribuciones acordes a la responsabilidad y a la alta cualificación necesaria”.
Tras denunciar una “minoración constante y progresiva de los derechos de la profesión médica”, los sindicatos han reclamado una vez más un estatuto propio que recoja esas especiales características laborales; una mejor regulación de la jornada laboral que no les discrimine negativamente ni les fuerce a colgar la bata; un régimen de incompatibilidades que no les penalice ni retenga el talento a base de imposición, y una clasificación profesional coherente con los requisitos de formación y responsabilidad de la profesión.
En este sentido, los representantes de CESM han insistido en sus declaraciones en que son necesarias una serie de mejoras que permitan fidelizar a los profesionales en un momento de déficit de los mismos en el Sistema Nacional de Salud que se agravará en los próximos años. Entre ellas, una nueva clasificación profesional que tenga en cuenta el mayor número de horas formativas y la mayor responsabilidad y liderazgo en el proceso asistencial; un sistema de jubilación voluntaria y flexible entre los 60 y 70 años, un sistema de incompatibilidades que no penalice a los jefes de Servicio y Sección ni a los especialistas en los siguientes 5 años tras finalizar el MIR o unas retribuciones justas y el pago real de todos los complementos de las pagas extra, recortadas desde 2010.
Especial hincapié se ha hecho por parte de CESM en lo referente a la jornada laboral, ya que consideran incoherente que mientras el Gobierno trabaja para lograr una reducción de la máxima semanal para todos los trabajadores de 37,5 horas, a los médicos se les imponga una jornada máxima de 48 horas semanales. “Queremos una jornada laboral con las mismas características que las de cualquier trabajador, que se elimine la obligatoriedad de la jornada complementaria o jornada de guardia, que se limiten las horas de trabajo continuado y se regulen las guardias localizadas. El descanso tras la guardia debe ser obligatorio y computar como tiempo trabajado, y las horas de guardia deben computar para la jubilación. Se trata de exigir que se cumpla la legislación europea sobre jornada y salud laboral”, recordaban.
La concentración de este jueves, que ha contado con representantes de los sindicatos autonómicos, de los colegios de médicos, de organizaciones de estudiantes de Medicina y residentes y del Foro de la Profesión Médica, tenía como objetivo mostrar el rechazo unánime del colectivo al borrador de Estatuto Marco elaborado por el Ministerio de Sanidad y reclamar una norma específica, ya que insisten en que no hay mejor manera de fidelizar a los profesionales que reconociendo su valía y mejorando sus condiciones laborales, lo que permitirá mantener un sistema sanitario universal que permita una asistencia sanitaria de alta calidad a los pacientes, el fin último de la labor del médico.