Fuente: Agencia EFE
La industria espacial española se reivindica como un sector estratégico para la economía y la seguridad en Europa, que demanda inversión para reforzar su competitividad y apuesta por la sostenibilidad medioambiental en la puesta en marcha de nuevos servicios.
Alrededor de medio millar de profesionales de una veintena de países participan desde este martes hasta el jueves en Málaga en la sexta edición del Small Satellites & Services International Forum, un evento de referencia en el ámbito de los pequeños satélites.
En el encuentro se trata el creciente uso de estos dispositivos para aplicaciones comerciales, científicas y de defensa, así como algunos de los desafíos que afronta la industria ante su rápido crecimiento, tales como minimizar los desechos espaciales u optimizar el consumo de energía, y captar inversiones decisivas para que Europa no se quede rezagada en este ámbito.
En la apertura del foro ha intervenido de forma virtual el director de la Agencia Espacial Española (AEE), Juan Carlos Cortés, quien se ha referido a una estrategia basada en la actividad multilateral, como la que desarrolla con las agencias latinoamericana (ALCE) y la africana (AfSA), que se complementará con acuerdos bilaterales de cooperación con Estados Unidos, Italia o Colombia.
Una de las principales actividades de la AEE es reforzar la competitividad del sector español, al tiempo que apoya el emprendimiento con el fin de "transformar" esta industria en los próximos años, ha señalado.
El viceconsejero andaluz de Industria, Cristóbal Sánchez, ha dicho en su intervención que el desarrollo de la economía del espacio ha sido significativo en los últimos años y, "aunque con cifras aún modestas", se ha mostrado convencido de que cambiará el peso que tiene en los próximos años.
"Se abre una ventana de oportunidad para la industria aeroespacial andaluza", ha asegurado Sánchez, quien ha sostenido que, apoyándose en su negocio tradicional, tiene ante sí "una oportunidad de dar un salto cualitativo".
Entre las empresas que participan en el foro está la catalana Sateliot, cuyo consejero delegado, Jaume Sanpera, ha afirmado a EFE que España cuenta con empresas "muy punteras, que tienen capacidad de alzar la voz" en el sector.
En cuanto al impacto del segundo mandato de Donald Trump en Estados Unidos, ha pronosticado que será "un revulsivo para Europa". "Ya es cristalino que tenemos que tener plena soberanía en el espacio, que no podemos depender de nadie", ha aseverado.
"España tiene capacidad tecnológica", así como capacidad de "improvisación" y de "adaptación", lo que "en un momento de alta incertidumbre es muy bueno", ha opinado.
Sateliot ha lanzado seis satélites de baja órbita -cuatro de ellos comerciales- de su constelación como proveedor de conexión 5G para dispositivos Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) y tiene como objetivo facturar 1.000 millones de euros en 2030.
El potencial de su negocio se pone de manifiesto en que actualmente hay 4 millones de objetos conectados fuera de las zonas de cobertura de las operadoras de telecomunicaciones y Sateliot ya ha firmado órdenes para conectar 10 millones.
La compañía, fundada en 2018, cuenta como accionistas a Indra, Cellnex, la sociedad pública Sepides y Global Portfolio Investments (Mayoral), ésta última de reciente incorporación a su capital. "Es un accionista fantástico. Si hubiese cien como él cambiaríamos el país", ha afirmado Sanpera.
Entre las aplicaciones de esta conectividad 5G para el IoT está el control de la temperatura de contenedores refrigerados, sensores en la agricultura para el ahorro de agua o en líneas de alta tensión sin necesidad de revisar torre por torre, o la detección de incendios en los bosques, ha comentado.
Otras empresas se encargan de la energía de los satélites, como DHV Technology, con sede en Málaga TechPark, que se dedica al diseño y fabricación de paneles solares fotovoltaicos para aplicaciones espaciales y aeronáuticas y cuenta con 150 empleados.
Sus responsables, Vicente Díaz y Miguel Ángel Vázquez, son los impulsores del foro SSSIF, con el que aspiran a que Málaga atraiga a nuevas empresas de este sector, que se sumen a la apuesta tecnológica de la ciudad en ámbitos como la ciberseguridad o la microelectrónica, con la futura llegada del IMEC.
Junto al reto de la sostenibilidad, consideran que el espacio es un sector "estratégico" en el que deberían plantearse soluciones que aseguren la independencia tecnológica.