El FC Barcelona no solo es un referente deportivo en el fútbol mundial, sino que también ha sabido construir con los años un modelo de excelencia en la gestión del talento, siendo La Masia el máximo exponente de este éxito. Así lo explicó Laia Soler, directora del Centro de Excelencia Deportiva del club, en un reciente encuentro celebrado en Barcelona, donde desgranó las claves de un enfoque que está transformando la manera en que se lideran equipos en entornos altamente competitivos.
Precisamente el Centro de Excelencia Deportiva del FC Barcelona se crea con el objetivo de estructurar, modelizar y optimizar la gestión del talento dentro del club. Su propósito contribuye a definir los pilares para el desarrollo de los jugadores desde su ingreso en la cantera hasta su llegada a la élite, estableciendo principios que son aplicables a cualquier otra industria: formación integral, personalización, liderazgo y cultura organizativa.
El modelo del Barça se basa en tres pilares fundamentales. En primer lugar, la estrategia a largo plazo, que permite proyectar el desarrollo del talento con un enfoque estructurado y basado en la mejora continua. En segundo lugar, el uso de datos, con un sistema propio de medición del rendimiento que permite analizar desde la preparación física hasta la salud mental y los hábitos alimentarios y de formación de los deportistas. Y, en tercer lugar, el liderazgo, entendido como la capacidad de los entrenadores y gestores para generar entornos de aprendizaje y excelencia.
«El entrenador es la clave para que el modelo funcione. Puedes tener al mejor fisioterapeuta, al mejor nutricionista y al mejor preparador físico, pero si el entrenador no sabe liderar y gestionar las dinámicas del equipo, el rendimiento no se maximiza», afirmó Soler.
Más allá del deporte, las claves de éxito del Barça tienen un paralelismo evidente con la gestión empresarial. La identificación temprana del talento, el desarrollo de planes individualizados de crecimiento y la capacidad de adaptación a diferentes contextos son elementos que cualquier organización debe aplicar para mejorar su competitividad.
Además, la filosofía del club enfatiza la importancia de la cultura corporativa y la identidad como elementos cohesionadores. «La cultura Barça persiste en el tiempo más allá de los cambios en la Junta Directiva y el management. Es un ADN que impregna la forma en que hacemos las cosas y que se mantiene vivo de generación en generación», subrayó.
En el Barça, como en el mundo empresarial, la incertidumbre es la norma, y la gestión del talento basada en principios claros y flexibles marca la diferencia.