MANIFESTO FEMINISTA
Este Día Internacional de la Mujer, les trabajadores de Refugees Welcome España y Open Cultural Center alzamos nuestras voces al unísono con el movimiento 8M para remarcar el valor de los cuidados y denunciar la explotación de las cuidadoras de todo el mundo.
¡Los cuidados sostienen la vida!
En este día conmemoramos la lucha librada por mujeres y personas no binarias, manifestándonos en solidaridad en contra de las múltiples violencias patriarcales producidas por el sistema global de género moderno-colonial.
Sostenemos el feminismo interseccional como nuestro marco central. El feminismo no puede ignorar las opresiones interseccionales de raza, clase, migración y sexualidad. Rechazamos feminismos que priorizan el privilegio sobre las voces marginadas, abrazando un movimiento que es antirracista, anticapitalista e inclusivo de todos los géneros.
Este año, destacamos la importancia crítica de los cuidados, que se desvalorizan bajo el capitalismo patriarcal. Cuidar de nosotres mismes, de les demás y del planeta es esencial para fomentar la justicia y la equidad.
El trabajo de cuidados es absolutamente vital: incluye la crianza de les hijes, el mantenimiento del hogar, el cuidado de les enfermes, y la construcción de comunidades. Sin embargo, las economías neoliberales priorizan el capital sobre los cuidados, la producción sobre la reproducción. El resultado es que el trabajo de cuidados se desequilibra, se vuelve invisible y se reduce a un trabajo precario, a menudo racializado y sin protecciones laborales. Tanto les trabajadores del hogar no remunerades como les trabajadores de cuidados remunerades reciben un reconocimiento inadecuado y una compensación insuficiente por sus contribuciones cruciales.
En toda Europa, las mujeres migrantes forman una parte imprescindible de la economía del cuidado. Sin embargo, las mujeres migrantes racializadas que trabajan en lo que se considera labor doméstico “de baja cualificación” se enfrentan a la explotación debido a políticas migratorias restrictivas que crean barreras en el acceso a sus derechos, incluido el derecho a la libre elección de empleo y el derecho al descanso. Estas desigualdades excluyen las trabajadoras de los cuidados de la agenda de derechos humanos, marginando aún más a aquellas con estatus “irregular” o empleo no declarado. La economía informal del cuidado doméstico puede ser muy aislante para las mujeres migrantes, especialmente para aquellas que enfrentan barreras culturales y lingüísticas. Sin protecciones laborales, sindicatos o sistemas de apoyo, muchas tienen miedo de buscar ayuda por temor a perder sus permisos de trabajo o poner en riesgo su estatus administrativo.
Como feministas interseccionales, reconocemos que la crisis de los cuidados afecta principalmente a las mujeres de clase trabajadora, racializadas y migrantes. Para que las mujeres europeas puedan prosperar en el trabajo, delegan su parte del trabajo de cuidado a otras mujeres debido a la falta de mecanismos sociales de corresponsabilidad. Esto ha dado lugar a la creación de “cadenas globales de cuidados”, un fenómeno en que el trabajo doméstico se transfiere a bajo costo a mujeres migrantes de entornos socioeconómicos más bajos, quienes entonces también tienen que delegar sus propias responsabilidades de cuidado a otras mujeres. En lugar de depender continuamente de la explotación de mujeres remuneradas o no remuneradas para soportar la carga de los cuidados, esta forma de trabajo debería considerarse un aspecto esencial de nuestro tejido social.
Debemos reconocer el valor intrínseco de les cuidadores y compartir la responsabilidad de proporcionar una atención de calidad. La corresponsabilidad, tanto en las relaciones interpersonales como en las estructuras socioeconómicas, es esencial para fomentar sistemas de atención justos. Hacemos un llamamiento a los empleadores para que cumplan su función de garantizar que sus trabajadores tengan la flexibilidad, el tiempo y el apoyo económico necesarios para cuidar de sus familias. Señalamos la responsabilidad de las instituciones públicas de apoyar y fortalecer los servicios esenciales que garantizan el bienestar de la infancia, las personas mayores y las personas con discapacidad para que ese peso no recaiga al final en las mujeres.
Como nos recuerda bell hooks, el amor es una práctica de libertad, arraigada en el cuidado y el servicio que forman la base de la solidaridad y la comunidad.
Es hora de desmantelar las estructuras patriarcales que explotan a les cuidadores. ¡Exigimos reconocimiento, derechos e inclusión para les cuidadores! ¡Juntes, construyamos un mundo donde los cuidados sean valorados, protegidos y sostenidos!
Firmado por:
Les trabajadores de Refugees Welcome España y Open Cultural Center
8 de marzo de 2025