Qué es Linux y por qué elegirlo
Linux es el núcleo (kernel) que forma parte de todas las distribuciones de Sistemas Operativos - GNU/Linux y que se utiliza en un sinfín de sistemas de información. A diferencia de los sistemas propietarios y de código cerrado como Windows de Microsoft o macOS de Apple, Linux no pertenece a ninguna empresa en particular, es un sistema Libre y de código abierto bajo licencia GPL (General Public License), es decir, la propia comunidad mundial de desarrolladores, son los mismos que avanzan y contribuyen a la evolución de este sistema.
Llegados a este punto, quizás te preguntas: ¿Y por qué debería valorar un cambio de sistema operativo a Linux?
Para responder a eso, hay varios aspectos a tener en cuenta:
- No dependes de una empresa para actualizarlo o modificarlo, ni una empresa va a recopilar datos personales como sabemos que hace Microsoft y Apple.
- Aquí no hay licencias costosas ni restricciones: Linux te da el control total de tu máquina.
- Puedes elegir entre múltiples distribuciones con diferentes entornos gráficos.
Y no te quiero mentir, no todo es color de rosa, Linux no es para ti sí:
- Dependes de software propietario que no tenga versión para Linux. (Hay aplicaciones que sirven para adaptar software a Linux, como Wine, pero no es una conversión perfecta ni compatible al 100%)
- Si tu compañía usa Azure AD, Power BI o Teams/Outlook integrado con políticas GPO, no te recomiendo usar Linux al menos como sistema de trabajo principal.
- Si no quieres complicaciones en cuanto a la conexión de periféricos externos, aunque muchas distribuciones de Linux ya han mejorado mucho en este aspecto.
- Si no tienes curiosidad informática y no quieres aprender el sistema operativo que gobierna el 95% de servidores mundiales, Linux tampoco es para ti.
Si buscas seguridad, personalización, rendimiento y control total, Linux es la mejor opción. Si necesitas compatibilidad con software propietario o facilidad de uso sin tocar configuraciones, Windows o macOS pueden ser más adecuados.
Si esto te sigue sonando tentador, continúa leyendo.
Por qué existen tantas distribuciones de Linux
Las distros (distribuciones) son como sabores de helado: todas usan el mismo núcleo (Linux), pero mezclan distintos ingredientes (interfaces, paquetes, herramientas). Esto pasa porque el sistema es modular.
¿Necesitas algo superestable para un servidor? Debian.
¿Una interfaz similar a Windows para principiantes? Linux Mint.
Cada comunidad elige qué incluir en las distros y que no te asuste la gran variedad que hay, hoy vamos a ver las principales y conocerás los puntos fuertes de cada una.
Por eso hay distros para todo tipo de perfil de usuario, como hackers, artistas, científicos… ¡Y hasta para que los gamers puedan jugar en Steam!
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Factores clave para elegir una distribución para principiantes
Algunos recomiendan directamente Ubuntu, otros Debian (como yo), otros Linux Mint para los usuarios que vienen de Windows… No se puede dar una respuesta genérica que sirva para todos, pero sí se puede tener en cuenta los siguientes factores clave.
Facilidad de uso y curva de aprendizaje
Cuando das tus primeros pasos en Linux, conviene optar por una distribución que cuente con un entorno gráfico intuitivo y una curva de aprendizaje moderada.
En otras palabras, busca aquella que te permita navegar, instalar aplicaciones, conectar periféricos y gestionar tus archivos sin que parezca que estás resolviendo un acertijo diario.
Compatibilidad con hardware
Nada puede entorpecer más tu experiencia que descubrir después de la instalación, que tu tarjeta gráfica no funciona bien o que tu adaptador de red no es compatible… Antes de decidirte por una distro, asegúrate de revisar los requisitos mínimos y la compatibilidad con tu equipo actual. Prácticamente, todas las distribuciones ofrecen documentación sobre el hardware más común, y si cuentas con un PC moderno, probablemente no tengas ningún problema grave.
Para equipos más antiguos, distros ligeras como Lubuntu o Puppy Linux funcionan de maravilla, ya que no exigen demasiados recursos y mantienen un rendimiento estable incluso en máquinas de hace varios años.
Comunidad y soporte disponible
Es posible que en algún momento te encuentres con un obstáculo y necesites ayuda. Este factor puede ser decisivo para un principiante, ya que nada impulsa más la adopción de Linux que contar con un foro repleto de respuestas, tutoriales y usuarios dispuestos a echar un cable. Distribuciones populares como Ubuntu, Debian o Fedora tienen comunidades gigantescas, lo que aumenta la probabilidad de hallar una solución rápida a cualquier inconveniente.
El soporte oficial también juega un papel importante. Además, muchas distribuciones respaldadas por grandes empresas ofrecen planes de soporte profesional, como el equipo de Red Hat (RHEL). Aunque como principiante tal vez no necesites ese nivel de asistencia, saber que existe un equipo de profesionales detrás de la distro aumenta la tranquilidad, y como ya dijeron, la tranquilidad es lo que más se busca.
Distribuciones recomendadas para principiantes
El listado de distribuciones de Linux es interminable, pero hay algunas que se han ganado el título de “favoritas de los novatos” gracias a su combinación de facilidad de uso, estabilidad y gran comunidad. A continuación, verás cinco opciones que no suelen defraudar.
Ubuntu
Quizás sea la distro qué mayor repercusión ha logrado. Está basada en otra distro llamada Debian, está mantenida y respaldada por la empresa Canonical quien libera nuevas versiones de Ubuntu Desktop en abril y octubre de cada año.
Además, Ubuntu cuenta con una versión LTS (Long Term Support) que garantiza actualización y seguridad durante cinco años, ideal para quienes buscan una versión estable y confiable.
Linux Mint
Linux Mint es otra opción muy popular entre los principiantes. Inspirada en Ubuntu, esta distribución se enfoca en ofrecer una experiencia de usuario familiar, especialmente para quienes vienen de Windows. Con entornos de escritorio como Cinnamon y MATE, Linux Mint destaca por su simplicidad y por ofrecer un entorno listo para usar desde la primera instalación.
El soporte para una gran variedad de aplicaciones y la facilidad para instalar paquetes adicionales hacen de Linux Mint una distro atractiva para quienes buscan un sistema que funcione desde el primer día, “out of the box”.
Zorin OS
Zorin OS se ha convertido en la opción por excelencia para quienes buscan una interfaz casi idéntica a la de Windows o macOS. Con tan solo unos clics, puedes cambiar la apariencia del escritorio y adoptar el estilo de tu antiguo sistema. Esta distro también se basa en Ubuntu, por lo que tiene acceso a sus vastos repositorios de software.
Está diseñada con un enfoque claro: hacer que la transición a Linux sea tan fluida como sea posible.
Pop!_OS
Desarrollada por System76, una empresa especializada en la venta de ordenadores con Linux preinstalado, Pop!_OS se centra en la productividad y la facilidad de uso. Con su entorno de escritorio limpio y moderno, ofrece una experiencia fluida para el día a día.
Es especialmente popular entre estudiantes y profesionales que requieren un sistema fiable para trabajar en proyectos de programación o diseño. Pop!_OS integra controladores propios para tarjetas gráficas, facilitando el uso de recursos avanzados en tareas exigentes.
Fedora Workstation
Fedora Workstation proviene de la comunidad ligada a Red Hat, empresa pionera en el mundo Linux. A primera vista, puede resultar un poco más avanzada que Ubuntu o Mint, pero no por eso deja de ser apta para principiantes. Uno de sus puntos fuertes es que implementa de forma rápida las últimas tecnologías y versiones de aplicaciones, por lo que siempre estarás a la vanguardia.
Si deseas conocer lo más reciente en el ecosistema de Linux y no te asusta ser uno de los primeros en experimentar nuevas funciones, Fedora es una gran elección.
Cómo instalar Linux paso a paso
¿Te has decidido por una distro y quieres dar el salto? ¡Genial! Quizá sientas esa típica mezcla de ilusión y nervios. Tranquilo, la instalación es mucho más fácil de lo que solía ser hace unos años.
A continuación, recogemos algunos tips para tener una referencia general. Ten en cuenta que puede haber pequeñas variaciones según la distribución que elijas, pero la idea básica suele ser la misma.
Si de verdad quieres aprender sobre Linux, te recomiendo realizar él Curso de Linux desde cero que está disponible en OpenWebinars.
Preparación pre-instalación
Antes de iniciar la instalación, es fundamental que realices una serie de comprobaciones:
- Respaldo de datos: Si planeas reemplazar tu actual sistema operativo o realizar una instalación dual junto a Windows, asegúrate de hacer una copia de seguridad de tus archivos importantes. Nunca está de más asegurar tu información.
- Revisión de requisitos HW: Comprueba los requisitos mínimos de la distro. La mayoría corre sin problemas en equipos relativamente modernos, pero si cuentas con un ordenador muy antiguo, asegúrate de elegir una distribución ligera.
- Descarga la imagen ISO Oficial: Accede a la página oficial de la distribución y descarga la imagen ISO correspondiente a la versión que deseas instalar (32 o 64 bits). Este archivo contiene todo el software necesario para la instalación.
Mi recomendación es que, si usas Windows o Mac, descargues la aplicación de VirtualBox, con la cual podrás crear máquinas virtuales dentro de tu sistema actual, así cualquier problema que pudieras tener, únicamente afectará a esa máquina virtual y no a tu máquina real.
Creación del medio de instalación
Principalmente tienes 3 opciones:
- Descargar la ISO, y cargarla en el arranque de tu máquina virtual. Esto te ahorra quemarla en un CD/DVD o hacer un USB Booteable.
- USB Booteable: Si necesitas instalar en un equipo diferente a tu sistema, lo mejor es usar un pincho USB. En Windows, puedes emplear herramientas como Rufus o balenaEtcher ambos son muy intuitivos. Solo debes seleccionar la imagen ISO y el dispositivo USB, iniciar el proceso y esperar a que finalice
- Grabar la ISO en CD/DVD: Si aún tienes algún CD o DVD, puedes grabar la ISO ahí, para realizar la instalación desde la lectora.
Ten en cuenta, que deberás modificar el arranque de tu equipo desde la BIOS, dependiendo de tu máquina puede ser pulsando el F2, F10, F12 en el momento de encender el sistema. Allí deberás encontrar las Opciones de Arranque, y poner en primer lugar el pincho USB o la lectora de CD/DVD, según el medio que hayas preferido.
Proceso de instalación
- Inicio del instalador: Al arrancar desde el USB, verás un menú con opciones como “Probar…” o “Instalar…”. Algunas distros te permiten probar la interfaz sin instalar nada en el disco, lo que viene muy bien si aún no estás totalmente convencido.
- Selección de idioma: El instalador te guiará en el idioma y la disposición del teclado que prefieres.
- Particionado del disco: Aquí tienes dos caminos principales:
- Instalación limpia (borrando todo el disco): Se eliminará cualquier rastro de Windows o de otros sistemas, por lo que es la mejor opción si quieres dedicar el equipo por completo a Linux.
- Instalación dual: Permite conservar Windows y, al mismo tiempo, tener Linux en una partición aparte. Más adelante, cada vez que enciendas el ordenador, podrás elegir con qué sistema quieres arrancar.
- Cuenta de usuario: El instalador te pedirá un nombre de usuario y contraseña. Elige algo seguro, sobre todo porque en Linux el usuario con privilegios de administración (root) puede cambiar cualquier aspecto del sistema.
- Proceso de copia de archivos: En esta fase, el instalador transfiere todos los paquetes al disco. Dependiendo de la velocidad de tu equipo, puede tardar unos minutos. Al terminar, te pedirá reiniciar el equipo para iniciar ya tu nuevo sistema operativo Linux.
Primeros pasos después de instalar Linux
Una vez que has completado la instalación, comienza lo divertido. Verás un escritorio limpio, seguramente con algunas aplicaciones instaladas de fábrica.
¿Y ahora sabes qué te conviene hacer para asegurar que tu experiencia sea lo más satisfactoria posible?
Actualizar el sistema y controladores
El primer paso es asegurarte de que tu sistema esté completamente actualizado:
Abre el Gestor de actualizaciones para instalar las últimas mejoras, correcciones de seguridad y paquetes necesarios.
Dependiendo de la distribución, puedes usar herramientas gráficas o la terminal para ejecutar comandos como sudo apt update y sudo apt upgrade (en Ubuntu, Debian o Linux Mint) o el correspondiente en las otras distros.
En entornos empresariales, a veces no es posible por incompatibilidades con sistemas obsoletos aún en Producción, pero ten en cuenta que mantener tu sistema actualizado es fundamental para la seguridad y el correcto funcionamiento de todas las aplicaciones. Si estás aprendiendo, actualiza siempre todo lo que sea posible.
Instalar software esencial
Revisa las aplicaciones que vienen por defecto. En muchos casos, ya contarás con una suite de oficina (LibreOffice), un reproductor multimedia (VLC u otro similar) y un navegador web (Firefox o Chromium).
Pero si necesitas herramientas específicas, busca en los repositorios oficiales de la distro. Encontrarás aplicaciones de edición de imágenes, desarrollo de software, reproducción de vídeo, virtualización y un largo etcétera.
Familiarizarse con el entorno
Cada distro y cada entorno de escritorio (GNOME, KDE, XFCE, Cinnamon, entre otros) tiene sus particularidades. Dedica un tiempo a recorrer el entorno gráfico y las opciones que ofrece tu sistema:
- Explora los menús y las configuraciones para personalizar la interfaz a tu gusto.
- Prueba diferentes temas y ajustes que optimicen la experiencia visual y de uso.
- Si eres un usuario que proviene de Windows, notarás que, a pesar de las diferencias, la transición es mucho más sencilla de lo que creías.
Comandos básicos para empezar
Aunque hoy nos enfocamos en que distro es mejor para alguien que quiere comenzar con Linux, no debemos centrarnos exclusivamente en el entorno gráfico. Un buen profesional IT usa los diez dedos de su mano para operar con un teclado, no debemos limitarnos únicamente a los dos dedos que necesitamos para operar con un ratón. Aunque creas que eres mucho más rápido haciéndolo a través de un ratón y de un entorno gráfico, cuando comiences a picar comandos, rápidamente vas a ver lo potente y ágil que puedes llegar a ser operando con un Terminal de Linux.
ls: Sirve para ver (listar) lo que contiene un directorio (carpeta).cd: Sirve para cambiar el directorio actual.pwd: Sirve para ver la ruta en la que nos encontramos.man [command]: Muestra el manual de ayuda del comando especificado.
No te recomiendo que trates de estudiar comandos de memoria, eso no es útil. Lo que si te va a ayudar aprender a moverte en Linux mediante comandos es, simplemente usarlos. No tengas miedo a una Shell, práctica y si falla, trata de comprender el por qué y busca una posible solución, cuando menos te lo esperes, te moverás y operarás con tu equipo como nunca antes lo habías hecho.
En el Blog ya tenemos un artículo con los 20 comandos para administrar y gestionar fácilmente procesos en Linux que te va a servir de apoyo en tus primeros pasos con el sistema.
Errores comunes y cómo solucionarlos
Hasta los usuarios más PRO se topan con situaciones imprevistas. Afortunadamente, con un poco de paciencia y la ayuda de la comunidad, siempre hay alguna vía que solucione tu necesidad. Aquí tienes algunos problemas habituales y sus soluciones:
Arranque dual que no aparece
Tras la instalación, puede que tu equipo no muestre el menú para elegir entre Windows y Linux. En esos casos, asegúrate de que el gestor de arranque (GRUB) se haya instalado correctamente. Muchas veces, la solución pasa por reiniciar la configuración de GRUB con un simple comando:
sudo update-grub
Problemas con controladores
Accede al portal oficial del fabricante de aquello que necesites instalar, seguramente dispongan de los controladores compatibles con la mayoría de distros, pero revisa la documentación oficial de tu distro, recursos del fabricante del hardware y los foros para encontrar guías detalladas para su despliegue en tu nuevo sistema.
Falta de software específico
Hay programas que quizá no existan en Linux, aunque casi siempre hay alternativas o formas de ejecutarlos mediante Wine o máquinas virtuales. Investiga las aplicaciones equivalentes. Probablemente, te sorprenda la cantidad de opciones disponibles.
Paquetes rotos en la actualización
A veces, la actualización de ciertos paquetes se ve interrumpida y quedan en un estado inconsistente. Dos comand