En el último programa de Metal Empresarial, emitido en Capital Radio, analizamos las ayudas y subvenciones que la Comunidad de Madrid pone a disposición del sector industrial, con especial atención a la industria del metal. Durante la emisión, contamos con la participación de expertos que profundizaron en las oportunidades de financiación y las claves para acceder a ellas de manera efectiva.
Los invitados al programa fueron Jaime Martínez, director general de Promoción Económica e Industrial de la Comunidad de Madrid; Eva Larriba, coordinadora del Área Jurídica de AECIM; Carmela Martínez, gerente de CADAMADRID; y Eduardo J. Rodríguez, letrado del Área Jurídica de AECIM.
AECIM, asesoramiento y acompañamiento a empresas
Durante el programa, Eva Larriba destacó que AECIM ofrece un servicio integral de asesoramiento y acompañamiento a empresas para facilitar el acceso a estas ayudas. En este sentido, Eduardo J. Rodríguez, letrado de la organización, se mantiene al día de todas las novedades en materia de subvenciones y financiación, asegurando que las empresas puedan aprovechar al máximo estas oportunidades. Además, el área jurídica de AECIM cuenta con una amplia oferta de servicios, tanto para asociados como para no asociados, en cuestiones legales y jurídicas que afectan al sector industrial.
Apoyo financiero para el sector industrial
Durante la conversación, Jaime Martínez detalló las cuatro líneas principales de ayudas diseñadas para fortalecer el tejido industrial.
La primera está enfocada en la digitalización de pymes industriales. Cofinanciada con fondos europeos, su objetivo es modernizar procesos productivos, mejorar la eficiencia, implementar herramientas de análisis, fomentar plataformas colaborativas y facilitar la compra de hardware y software. La cobertura de estas ayudas oscila entre el 10% y el 35%, dependiendo del tamaño y la ubicación de la empresa.
Las siguientes dos líneas están destinadas a la inversión en medios productivos y se diferencian por el tamaño de las compañías beneficiarias. Una de ellas está dirigida a empresas con entre 50 y 249 empleados, mientras que la otra se orienta a aquellas con entre 1 y 49 trabajadores. En cuanto a la intensidad del apoyo financiero, las empresas medianas pueden recibir hasta el 60% de la inversión (75% en municipios de menor tamaño), mientras que las más pequeñas pueden obtener una subvención de hasta el 75%.
Por último, la cuarta línea de apoyo está enfocada en la mejora de áreas industriales y polígonos, lo que contribuye indirectamente a la competitividad de las empresas al optimizar sus infraestructuras.
Caso de éxito: Caja Madrid y su crecimiento con estas ayudas
Carmela Martínez, gerente de CADAMADRID, relató su experiencia aprovechando estas ayudas para fortalecer su empresa, especializada en la fabricación de piezas y componentes mecánicos. «Los empresarios nos centramos en el día a día del negocio, y el apoyo de AECIM ha sido clave para acceder a estas oportunidades», afirmó.
Gracias a la asesoría recibida, su compañía pudo ampliar su inversión. «En vez de comprar una sola máquina, apostamos por dos, y ha sido una decisión acertada que nos permitió dar un gran salto en capacidad productiva y calidad», explicó Martínez.
Los resultados han sido notables: la empresa incrementó su facturación en un 80% y amplió su plantilla en más de un 40%, pasando de 31 a 45 empleados. Este crecimiento ha abierto la puerta a la internacionalización y a nuevos sectores estratégicos.
Impacto y futuro de las ayudas
Jaime Martínez destacó el «efecto multiplicador» de estas ayudas, ya que impulsan el crecimiento de las empresas, un reto fundamental para las pymes en España. «En países como Alemania, muchas compañías logran escalar su negocio, y en España debemos seguir ese camino», afirmó.
La filosofía de la Comunidad de Madrid es fomentar inversiones estratégicas en las que las empresas asuman parte del riesgo y cuenten con la capacidad de adelantar la inversión. «No apostamos por subvenciones sin compromiso, sino por respaldar proyectos sólidos con planes de desarrollo claros», concluyó Martínez, subrayando que la financiación pública debe ser un complemento y no el único motor de la inversión empresarial.