Tal y como lo conocemos hoy en día, el departamento de RRHH es el resultado de siglos de evolución en la gestión del trabajo y las relaciones laborales. Desde el reclutamiento de “trabajadores” en las primeras civilizaciones, hasta las estrategias digitales de gestión del talento en la actualidad, RRHH ha pasado de tener una función meramente de reclutamiento y supervisión a ser un actor clave en el éxito de las empresas. Pero, ¿cómo nació esta área que se encarga de gestionar el activo más valioso de una organización: las personas?
Desde el momento en que los comerciantes y artesanos necesitaron gestionar sus negocios, y los gobiernos de los antiguos imperios empezaron a construir grandes infraestructuras, surgieron los principios de lo que, muchos siglos más tarde, se llamaría Gestión de Personas o Recursos Humanos.
Tomaremos como punto de partida el siglo XVIII, centrándonos en algunos de los hitos que marcaron su desarrollo y evolución.
La Revolución Industrial marcó un antes y un después en la relación entre empleadores y empleados. Con las nuevas fábricas surgieron largas jornadas laborales, en condiciones muy precarias y poco seguras, que generaron conflictos y tensiones. En ese contexto, algunas empresas vieron la necesidad de regular la relación laboral y mejorar las condiciones de sus empleados para retenerlos y evitar las huelgas.
Durante el s. XIX, se crearon los primeros programas de bienestar laboral que buscaban mejorar la moral y la productividad de los trabajadores a través de medidas como la provisión de viviendas, atención médica y actividades recreativas.
En las primeras décadas del siglo XX, el ingeniero Frederick Taylor introdujo la idea de la gestión científica del trabajo. Se centró en aumentar la eficiencia mediante la división de tareas, la estandarización de procesos y el control estricto del desempeño, inspirando la creación de roles especializados en la gestión del trabajo y, posteriormente, en la gestión del personal.
Con la Segunda Guerra Mundial llegó una nueva ola de innovaciones en el ámbito de los RRHH. Con millones de personas movilizadas al frente, las empresas se enfrentaron a una escasez de mano de obra sin precedentes hasta el momento y tuvieron que capacitar rápidamente a nuevos trabajadores. Tras el conflicto bélico, el concepto de «desarrollo del talento» se consolidó, y los departamentos de personal comenzaron a incorporar actividades de capacitación y desarrollo profesional como parte de sus responsabilidades.
A partir de 1970, con el auge de los movimientos a favor de los derechos civiles, cambia el enfoque de la cultura empresarial. Las empresas se vieron obligadas a mejorar las condiciones laborales y reconocer los derechos de sus trabajadores. Los departamentos de personal comenzaron a tener en cuenta factores psicológicos y sociológicos, evolucionando hacia departamentos reales de recursos humanos, con un enfoque más estratégico en la gestión del talento, el liderazgo y la cultura organizacional.
En la actualidad, el departamento de Recursos Humanos se ha convertido en un pilar estratégico dentro de las empresas. Ya no se trata solo de gestionar trabajadores, sus contratos o nóminas, sino de atraer, desarrollar y fidelizar el talento necesario para alcanzar los objetivos de negocio y cumplir con las expectativas que las personas tienen depositas en las compañías en las que se desarrollan profesionalmente.
La tecnología, la globalización y los cambios sociales han impulsado la transformación de RRHH, convirtiéndolo en un área clave para fomentar la innovación, el bienestar y la diversidad en el lugar de trabajo. Hoy, más que nunca, el enfoque humano sigue siendo el corazón de esta disciplina, recordándonos que, aunque cambien las herramientas y los procesos, el valor de las personas siempre será lo más importante.
