Qué hacer y qué ver en Senegal - Huakai

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¿Dónde está Senegal?

Senegal es ese pequeño gran país del oeste de África que parece mirar directamente al océano Atlántico, como esperando que alguien lo descubra. Limita al norte con Mauritania, al este con Malí, al sur con Guinea y Guinea-Bisáu, y en medio tiene una peculiaridad geográfica única: Gambia, un país que se mete dentro de Senegal como si fuera un río que nunca se quiso separar.

Su capital, Dakar, es la ciudad más occidental del continente africano, lo que la ha convertido en un punto clave para el comercio y la historia. Esta ubicación privilegiada le da a Senegal una diversidad paisajística increíble: playas espectaculares, sabanas llenas de vida salvaje y zonas desérticas que parecen venir de otro mundo.

Top 10 imprescindibles que ver en Senegal

Dakar, la capital de Senegal y puerta de entrada

Dakar es caos, es vida, es un festival de sonidos y colores. Es el corazón de Senegal, donde la tradición y la modernidad se entremezclan. Aquí no hay tiempo para el aburrimiento.

Un buen punto de partida es la Plaza de la Independencia, rodeada de edificios coloniales y siempre llena de vida. Desde allí, puedes recorrer el Avenue Pompidou, una de las calles más vivas de la ciudad. Esta calle está repleta de mercados, cafeterías y puestos de comida callejera donde probar el mejor thieboudienne (el plato nacional senegalés a base de arroz y pescado).

Si quieres conocer el lado cultural de Dakar, visita el Museo de las Civilizaciones Negras, donde descubrirás la riqueza de la historia africana, o el Village des Arts, un espacio donde los artistas locales crean y exhiben su arte. Y si te gusta la arquitectura y las vistas panorámicas, sube al Monumento al Renacimiento Africano, una estatua de bronce de 49 metros (más alta que la Estatua de la Libertad) con una de las mejores vistas de la ciudad.

Para terminar el día, nada como relajarte en las playas de Ngor o Yoff, donde puedes ver los mejores atardeceres de la ciudad y sumergirte en el ambiente más bohemio que ver en Senegal.

El Lago Rosa de Senegal

Si hay un lugar en Senegal que parece sacado de un sueño, ese es el Lago Rosa, o Lago Retba. Su nombre no es un truco de marketing, el agua realmente es rosa. Pero, ¿por qué? Todo se debe a una bacteria que produce un pigmento rojizo cuando hay altas concentraciones de sal. Y vaya si hay sal… ¡hasta un 40% en algunas zonas!

Este fenómeno natural se encuentra a 30 km de Dakar, y lo mejor es visitarlo temprano en la mañana o al atardecer, cuando los colores son más intensos. Aquí puedes hacer varias actividades:

  • Paseo en piragua para ver de cerca el proceso de extracción de la sal.
  • Baño flotante, al estilo del Mar Muerto.
  • Visitar las aldeas cercanas, donde los trabajadores cubren su piel con manteca de karité para protegerse de la sal.
  • Paseo en quad por las dunas que separan el lago del océano.

Es un lugar que, sin duda, te dejará sin palabras y con muchas de las mejores panorámicas que ver en Senegal.

El Gran Baobab Sagrado de Fadial

Los baobabs son el símbolo de Senegal, árboles con troncos gigantes y retorcidos. Pero si hay uno que destaca, es el Gran Baobab de Fadial, el más antiguo y sagrado que ver en Senegal.

Ubicado a unos 100 km de Dakar, este coloso tiene más de 850 años y un tronco tan ancho que dentro de él caben varias personas. Se dice que en su interior descansan los restos de antiguos griots, los narradores de historias de la tradición oral africana.

Además de su imponente presencia, este árbol es un punto de peregrinación, donde muchos senegaleses acuden a dejar ofrendas o a hacer peticiones. Pasear por la zona y ver este baobab en persona es una experiencia que conecta con la historia y la espiritualidad del país.

Joal-Fadiouth, la isla de las conchas

Joal-Fadiouth es uno de esos lugares que parecen sacados de una película pacificadora. Ubicado en la Petite Côte, este pueblo es en realidad dos: Joal, en tierra firme, y Fadiouth, una isla única en el mundo hecha completamente de conchas marinas.

Para llegar a la isla, cruzarás el puente de madera que te llevará a un rincón donde todo (calles, plazas e incluso cementerios) está cubierto de millones de conchas. Pero más allá de su peculiaridad geológica, lo más fascinante es la convivencia pacífica entre musulmanes y cristianos.

En Fadiouth, la mezquita y la iglesia se levantan una al lado de la otra, y en su cementerio de conchas descansan juntos personas de ambas religiones. Es un símbolo de tolerancia y respeto que hace de este lugar algo realmente especial.

Safari en la Reserva de Bandia

¿Sabías que puedes hacer un safari en Senegal sin tener que ir a Kenia o Tanzania? La Reserva de Bandia, a sólo 65 km de Dakar, es el lugar ideal para ver de cerca la fauna africana en su hábitat natural.

Este parque privado de 3.500 hectáreas alberga jirafas, rinocerontes, cebras, antílopes, búfalos, avestruces y hasta rinocerontes. Lo mejor es recorrerlo en un 4×4 con guía, que te contará historias y curiosidades de cada animal.

El recorrido dura unas 2 horas, y la entrada cuesta alrededor de 15-20€ por persona. También hay un restaurante con vistas a un abrevadero donde puedes ver a los animales acercarse a beber agua mientras disfrutas de una comida típica.

Es una experiencia imprescindible para los amantes de la naturaleza y una oportunidad única de ver de cerca la vida salvaje de África.

Las playas de la Petite Côte

Si piensas en África, quizás lo primero que te venga a la mente sean safaris o desiertos, pero… ¿sabías que en Senegal hay playas paradisíacas que nada tienen que envidiar al Caribe? La Petite Côte, situada al sur de Dakar, es un tramo de costa de más de 150 km con algunas de las mejores playas del país.

El epicentro del turismo en esta zona es Saly, un antiguo pueblo de pescadores convertido en un destino de sol y playa, con resorts, bares junto al mar y una vida nocturna animada. Aquí puedes relajarte en su arena dorada, practicar deportes acuáticos o salir en un paseo en catamarán al atardecer.

Si buscas algo más auténtico, dirígete a Mbour, donde cada tarde el puerto se llena de color con la llegada de los pescadores y sus tradicionales piraguas. 

Y, si prefieres tranquilidad absoluta, Popenguine es tu sitio: un pequeño paraíso con aguas cristalinas y un ambiente bohemio ideal para desconectar.

La Petite Côte es un lugar donde puedes combinar el relax con la cultura, ya que muchas de sus aldeas conservan la esencia senegalesa, con mercados locales, música en vivo y la hospitalidad que caracteriza al país.

Isla de Gorée

Ubicada a solo 20 minutos en ferry desde Dakar, la Isla de Gorée es un lugar tan hermoso como sobrecogedor. Hoy en día es una isla tranquila con calles adoquinadas y casas de colores, pero su pasado es una de las páginas más oscuras de la historia de la humanidad: durante siglos fue un centro clave del comercio de esclavos en África.

El lugar más impactante de la isla es la Casa de los Esclavos, un museo que muestra cómo miles de personas fueron separadas de sus familias y enviadas al otro lado del Atlántico en condiciones inhumanas. La famosa Puerta del No Retorno, desde donde los esclavos embarcaban hacia un destino incierto, es uno de los rincones más simbólicos de la isla.

Más allá de su historia, Gorée es un sitio precioso para pasear. Sus calles están llenas de buganvillas, sus casas coloniales cuentan con balcones llenos de encanto y el ambiente es pausado, como si el tiempo se hubiera detenido. Desde lo alto del Castillo, se puede disfrutar de una de las mejores vistas de Dakar y el océano Atlántico.

Sin duda, una visita a la isla de Gorée es una experiencia que emociona y hace reflexionar, al mismo tiempo que permite disfrutar de un rincón con una belleza única que ver en Senegal.

Isla de Carabane

Si buscas un rincón desconocido que ver en Senegal, lejos del turismo masivo, la Isla de Carabane es el destino que buscas. Situada en la región de Casamance, en el sur de Senegal, esta isla es una joya oculta con playas vírgenes, manglares y una tranquilidad absoluta.

Llegar hasta aquí no es fácil, pero merece la pena. Primero hay que ir hasta Ziguinchor, la capital de Casamance, y desde allí tomar una barca por el río hasta la isla. Una vez en Carabane, el tiempo parece detenerse: no hay coches, solo caminos de arena, casas coloniales abandonadas y palmeras que se balancean con la brisa del océano.

Entre lo que ver y hacer en Carabane, puedes:

  • Visitar la iglesia colonial, una de las más antiguas de Senegal.
  • Caminar por la playa interminable, donde apenas encontrarás a otras personas.
  • Explorar los manglares en piragua, observando la fauna local.
  • Conversar con los lugareños, que te contarán la fascinante historia de la isla.

Carabane es el lugar perfecto para desconectar del mundo y disfrutar de la naturaleza en estado puro.

Cap Skirring (Cabo Skirring)

Si existe un paraíso costero en Senegal, ese es Cap Skirring, uno de los lugares más famosos de Senegal, ubicado en la región de Casamance, al sur del país. Este rincón es famoso por sus playas kilométricas de arena dorada, sus aguas cálidas y su ambiente relajado.

Para llegar hasta aquí, puedes tomar un vuelo interno desde Dakar o aventurarte en un viaje en coche o ferry hasta Ziguinchor y luego seguir por carretera. Una vez en Cap Skirring, el ritmo de vida cambia: todo es calma, sol y buena energía.

¿Qué hacer aquí?

  • Relajarte en sus playas paradisíacas, consideradas las mejores de Senegal.
  • Visitar el pueblo de pescadores, donde puedes ver las coloridas piraguas y degustar marisco fresco.
  • Hacer una excursión a los manglares para observar aves y la increíble biodiversidad de la zona.
  • Descubrir la cultura diola, la etnia predominante en Casamance, con sus tradiciones y su música.

Cap Skirring es el destino perfecto para quienes buscan combinar relax, naturaleza y cultura en un entorno espectacular.

Visita a las aldeas diolas

La región de Casamance no solo es famosa por sus paisajes, sino también por su gente. Aquí habita el pueblo diola, una de las etnias más fascinantes de Senegal, con una cultura única que se ha mantenido intacta a lo largo de los siglos.

Las aldeas diolas son un mundo aparte. Sus casas son grandes cabañas circulares de barro y paja, y en ellas se sigue practicando un modo de vida tradicional. En lugares como Oussouye, una de las aldeas más importantes, puedes sumergirte en sus costumbres, conocer a sus habitantes y, con suerte, hasta saludar al Rey de Oussouye, Sibiloumbaye Diédhiou, una figura respetada en toda la región.

En estas aldeas se pueden vivir experiencias únicas, como participar en una ceremonia animista, aprender sobre la medicina tradicional o simplemente compartir una comida con los locales.

Es un viaje al pasado, a un Senegal que conserva sus raíces y que muestra la esencia más auténtica del país.

¿Cuándo viajar a Senegal?

Senegal es un destino que se puede visitar en cualquier época del año, pero según lo que busques, hay momentos más recomendables:

  • De noviembre a febrero: Es la temporada alta, con el clima más agradable, temperaturas suaves y poca humedad. Ideal para recorrer el país cómodamente.
  • De julio a septiembre: Es la época de lluvias, aunque no llueve todo el día. Los paisajes están más verdes y hay menos turistas, pero algunas carreteras pueden estar en mal estado.
  • De enero a mayo: Son los meses más frescos y secos, perfectos para quienes no soportan el calor extremo.

Si buscas un clima templado y mucho ambiente, ve entre noviembre y febrero. Si prefieres tranquilidad y paisajes exuberantes, julio y agosto pueden sorprenderte.

¿Quieres hacer un viaje a Senegal? Haz tu viaje en grupo con Huakai

Si después de leer todo esto estás deseando descubrir Senegal, la mejor forma de hacerlo es en grupo. Y no en cualquier grupo, sino con Huakai, donde viajarás con gente como tú, con ganas de aventura, de conocer nuevas culturas y de vivir una experiencia única.

En un viaje en grupo, no solo descubrirás los imprescindibles que ver en Senegal, sino que compartirás momentos inolvidables con otros viajeros, harás amigos para toda la vida y te sentirás parte de una gran familia. Además, olvídate de organizarlo todo: con Huakai, solo tienes que dejarte llevar y disfrutar.

¡Olvídate de la mejor época para viajar! Aquí lo importante no es cuándo, sino con quién. Así que, ¿te animas a hacer un viaje a Senegal de una manera única con Huakai?

Recapiti
David Sánchez