¿Dónde está la Costa Amalfitana?
La Costa Amalfitana se encuentra en el sur de la península Sorrentina de Italia, en la región de Campania, y se extiende a lo largo de unos 50 kilómetros entre los golfos de Nápoles y Salerno. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, esta costa es famosa por sus espectaculares paisajes, sus carreteras serpenteantes y sus pueblos que desafían la gravedad colgados de los acantilados.
Está compuesta por 13 municipios, entre ellos Sorrento, Positano, Amalfi, Ravello, Minori o Maiori. Cada uno con su propio encanto, pero todos con una cosa en común: la bella Italia costera (aunque alguno no tenga…)
¿Qué ver en la Costa Amalfitana? Los 10 mejores lugares que visitar
Sorrento
Sorrento es la puerta de entrada a la Costa Amalfitana y uno de los destinos más famosos de la región. Situada en un acantilado con vistas al golfo de Nápoles, esta ciudad lo tiene todo: historia, playas, gastronomía y un ambiente encantador que te hará querer quedarte para siempre.
Pasear por su casco antiguo es un auténtico placer. Calles adoquinadas, iglesias centenarias y plazas llenas de vida te invitan a perderte sin rumbo. Uno de los lugares más emblemáticos es la Piazza Tasso, el corazón de Sorrento, donde encontrarás terrazas perfectas para disfrutar de un espresso (o mejor aún, un limoncello, la bebida estrella de la zona).
Si buscas vistas impresionantes, no puedes perderte la Villa Comunale, un parque con un mirador que ofrece una panorámica espectacular del mar y el Vesubio al fondo. Y si quieres un baño refrescante, baja hasta Marina Grande, un pequeño puerto pesquero con un encanto especial, perfecto para relajarte junto al mar.
Ah, ah AH, y no olvides su gastronomía: prueba los famosos gnocchi alla sorrentina, un plato típico con salsa de tomate, mozzarella y albahaca que te hará tocar el cielo.
Positano
Llegar a Positano es toda una aventura, y si quieres hacerlo con estilo, te recomendamos recorrer el famoso Sentiero degli Dei (Sendero de los Dioses). Este sendero de montaña ofrece unas vistas increíbles de la costa y te hará sentir como si estuvieras caminando por el cielo. Eso sí, prepárate para unas buenas agujetas.
Una vez en Positano, prepárate para quedarte enamorado. Sus casas de colores pastel colgadas en la ladera de la montaña crean una estampa difícil de olvidar. La playa principal, Spiaggia Grande, es el lugar ideal para relajarse y darse un chapuzón en sus aguas cristalinas.
No te olvides de visitar la iglesia de Santa María Assunta, famosa por su cúpula de azulejos de colores y su icono bizantino de la Virgen Negra. Y si te gusta darte un capricho, Positano es el paraíso de la moda artesanal. Sus tiendas están llenas de ropa de lino, sandalias hechas a mano y cerámica local.
Para terminar el día, nada mejor que una cena con vistas en alguno de sus restaurantes frente al mar, con un buen plato de pasta con marisco y una copa de vino blanco de la región.
Amalfi
Sí, el nombre de la Costa Amalfitana viene de aquí, así que imagina su importancia. Amalfi es uno de los pueblos más emblemáticos de la zona, con una historia fascinante y una belleza que quita el hipo.
El punto más icónico de Amalfi es su impresionante catedral, el Duomo di Sant’Andrea. Su fachada decorada con mosaicos dorados y su escalinata monumental la convierten en una de las iglesias más bonitas de Italia. Si te gusta la historia, no te pierdas el Claustro del Paraíso, un rincón de inspiración árabe que te transportará a otra época.
Pero Amalfi no es solo historia, también es gastronomía. Aquí podrás probar el auténtico limoncello, hecho con los famosos limones de la zona, y darte un capricho con una delicia local: la sfogliatella, un hojaldre crujiente relleno de ricotta y azúcar.
A solo 15 minutos de Amalfi está Atrani, un pequeño pueblo que muchos pasan por alto, pero que es una joya oculta. Menos turístico y más tranquilo, Atrani conserva su esencia pesquera y tiene una playa perfecta para relajarse sin aglomeraciones.
Si buscas un rincón especial en la Costa Amalfitana que visitar, Amalfi y Atrani te esperan.
Ravello
Ravello es la paz que necesitas en lo alto de la montaña, lejos del bullicio de la costa. Su atmósfera relajada, sus jardines y sus vistas panorámicas lo convierten en ese destino de relax absoluto.
Lo más famoso de Ravello son sus villas. La Villa Rufolo, con sus jardines colgantes y su historia ligada a Wagner, es un lugar que parece sacado de un cuento. Y si quieres la mejor vista de toda la Costa Amalfitana, no puedes perderte la Villa Cimbrone. Su ‘Terraza del Infinito’ hace honor a su nombre, ofreciendo una panorámica espectacular del mar.
Otro atractivo de Ravello es su festival de música, que se celebra cada verano. Si tienes la suerte de visitar en esa época, disfrutar de un concierto con vistas al mar es una experiencia inolvidable.
Si buscas un lugar especial, menos masificado y con una esencia única, Ravello es el destino ideal para añadir a tu ruta por la Costa Amalfitana.
Capri
Si hay un lugar en la Costa Amalfitana que tiene ese toque de glamour italiano, ese es Capri. La isla de los famosos, el destino de los que buscan lujo, belleza y un poquito de postureo. Pero, tranquilo, que no hace falta ser una estrella de Hollywood para disfrutarla.
Capri está ubicada en el golfo de Nápoles, a pocos kilómetros de la península sorrentina. Para llegar, la única opción es en ferry, así que prepárate para un paseo en barco con vistas de infarto. Puedes salir desde Nápoles, Sorrento o Positano y en menos de una hora estarás en este paraíso mediterráneo.
Una vez en la isla, lo primero que tienes que ver es la famosa Gruta Azul, una cueva marina con aguas fluorescentes que parecen sacadas de otro planeta. Luego, toca pasear por la Piazzetta de Capri, el corazón de la isla, donde es fácil cruzarte con algún famoso tomándose un espresso.
También, es imprescindible subir en funicular a Monte Solaro, desde donde tendrás una panorámica de escándalo. Y si quieres sentirte como en una película de los años 50, no te pierdas los Jardines de Augusto, con vistas a los icónicos farallones de Capri.
¿Consejo extra? Si puedes, aléjate un poco del bullicio y explora Anacapri, la parte más tranquila de la isla. Aquí las calles son más auténticas y los precios más amigables. Porque sí, Capri es preciosa, pero barata… no mucho.
Pompeya
Vale, lo sabemos: Pompeya no está en la Costa Amalfitana, pero si vas por la zona, es pecado no visitarla. ¿Cómo vas a perderte una de las ciudades más impactantes de la historia? Y es que aquí el tiempo se detuvo en el año 79 d.C., cuando el Vesubio decidió que era hora de cubrir todo con lava y cenizas.
Ubicada a unos 30 kilómetros de Nápoles, Pompeya es uno de los sitios arqueológicos más impresionantes del mundo. Para llegar, lo mejor es tomar un tren desde Nápoles o Sorrento, y en poco más de media hora estarás pisando calles que llevan casi 2.000 años congeladas en el tiempo.
Aquí te esperan ruinas que cuentan historias: el Foro, el Anfiteatro, las casas con frescos que parecen recién pintados y hasta los moldes de personas que quedaron atrapadas por la erupción.
Es un sitio que impacta, que emociona y que, sinceramente, deja sin palabras. Así que si estabas dudando si incluirlo en tu ruta por la Costa Amalfitana, la respuesta es un rotundo sí.
Minori
Minori es uno de esos rincones que sorprenden. Pequeño, tranquilo y con una esencia mucho más local que los grandes destinos turísticos de la Costa Amalfitana. Si buscas un lugar para relajarte y sentir la vida italiana sin prisas, este es tu sitio.
Ubicado entre Amalfi y Maiori, Minori es famoso por sus playas, su ambiente relajado y, ojo, su gastronomía. Aquí nació la tradición de la pasta fresca en la región, así que no puedes irte sin probar un buen plato de scialatielli ai frutti di mare. Y si te gusta el dulce, busca la famosa pastelería de Sal De Riso, donde la tarta de ricotta y pera es una auténtica obra de arte.
Además, Minori tiene historia. Puedes visitar la Villa Romana del siglo I, una antigua casa con frescos que te transportan a la época imperial. Y si te animas a caminar, hay una ruta espectacular que une Minori con Ravello, ideal para los que buscan vistas de infarto sin las multitudes de Positano.
Maiori
Si Minori es pequeña y tranquila, su vecina Maiori es todo lo contrario. Aquí se encuentra la playa más larga de la Costa Amalfitana, lo que la convierte en el destino perfecto para aquellos que quieren darse un buen baño sin tener que pelear por un hueco en la arena.
Maiori está a solo 5 minutos en coche o bus de Minori y destaca por su paseo marítimo, sus restaurantes con vistas al mar y su castillo de San Nicola de Thoro-Plano, un rincón con historia y unas vistas panorámicas brutales. Además, si te gusta el senderismo, puedes recorrer el Sentiero dei Limoni, una ruta entre Maiori y Minori rodeada de limoneros y paisajes de postal.
Otra cosa interesante de Maiori es que aquí se han rodado varias películas, incluyendo algunas escenas de clásicos italianos. Así que si notas que todo tiene un aire de cine… no es coincidencia.
Salerno
Salerno es el gran olvidado de la Costa Amalfitana, pero si le das una oportunidad, te sorprenderá. Es una ciudad con alma, donde se mezclan historia, buen ambiente y una gastronomía que no tiene nada que envidiar a la de Nápoles.
El casco antiguo de Salerno es perfecto para perderse. Sus calles estrechas tienen un encanto especial, con pequeñas plazas, iglesias escondidas y bares donde siempre hay algún grupo de amigos charlando. La Catedral de San Mateo es una parada obligatoria, con una mezcla de estilos arquitectónicos que la hacen única.
Si quieres vistas espectaculares, sube al Castillo de Arechi. Desde allí, la panorámica del golfo de Salerno es una auténtica postal de souvenir. Y si te apetece playa, aquí la arena es más amplia que en otros puntos de la costa, ideal para relajarte sin el ajetreo de Positano o Amalfi.
Un extra: muy cerca de Salerno está Vietri sul Mare, un pueblito famoso por su cerámica colorida. Es el sitio perfecto para llevarte un recuerdo bonito y auténtico de la Costa Amalfitana.
Nápoles
No hay ruta por la Costa Amalfitana sin una parada en Nápoles. La ciudad más caótica, auténtica y vibrante del sur de Italia. Aquí el tráfico es un desastre, pero las calles están llenas de vida y cada rincón es una explosión de historia y cultura. Pero lo mejor de todo está en la… ¡gastronomía napolitana!
Nápoles es la cuna de la pizza, así que lo primero que tienes que hacer es comerte una buena pizza margherita en una pizzería histórica como Pizzería Da Michele. Luego, toca recorrer sus calles, visitar el Castillo del Huevo, perderse por el casco antiguo y, si te animas, bajar a las catacumbas para descubrir el lado más misterioso de la ciudad.
Otro imprescindible es la Capilla Sansevero, donde está el Cristo Velado, una escultura que deja sin palabras. Y si tienes tiempo, súbete al funicular y sube hasta el mirador de San Martino para despedirte de la ciudad con una vista espectacular.
¿Cuántos días para ver la Costa Amalfitana?
Si te preguntas ‘¿Cuántos días necesito para conocer la Costa Amalfitana?’, la respuesta es: depende de lo que quieras ver, pero lo ideal es dedicarle entre 5 y 7 días. Con una semana podrás recorrer los principales pueblos, disfrutar de las playas y hacer alguna excursión a Pompeya o Capri sin prisas.
Si tienes menos tiempo, en 3 o 4 días puedes hacer una ruta exprés por lo imprescindible: Nápoles, Sorrento, Positano o una escapadita a Pompeya. Eso sí, prepárate para madrugar y moverte bastante.
Para los que quieren una experiencia más relajada, 10 días son perfectos para explorar sin prisas, hacer senderismo, descubrir rincones menos turísticos y hasta pasar un día en Nápoles.
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