El océano profundo es el ecosistema más grande del planeta. Sin embargo, debido a las dificultades técnicas asociadas con su exploración, sigue siendo uno de los menos estudiados y conocidos. En los últimos años, este ambiente ha despertado el interés de diversas potencias mundiales por su riqueza en minerales y compuestos de alto valor comercial, abriendo la posibilidad de extraer estos recursos a más de 4.000 metros de profundidad. En respuesta a esta creciente atención, la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos, el organismo que regula la gestión y los recursos en estos ambientes, lanzó en 2023 una serie de proyectos internacionales con un objetivo ambicioso pero bien definido: describir 1.000 nuevas especies marinas antes
de 2030. Uno de estos proyectos se adjudicó a un equipo de la Universidad Complutense de Madrid, que nos explica en este artículo la relevancia del océano profundo, la importancia de esta iniciativa y el papel esencial de la taxonomía para comprender y proteger la biodiversidad marina.
Autores
Alberto González-Casarrubios Nuria Sánchez
