Las mujeres de Bellesguard: "contra todo pronóstico"  - Obra Modernista de Antoni Gaudí en Barcelona | Torre Bellesguard

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Por Ferran Garcés 

Seguimos la serie iniciada hace dos semanas sobre las mujeres de Bellesguard. Empezamos con La Querella de las Mujeres, un debate sobre la condición femenina que comienza en la época de estas mujeres. Continuamos con la biografía de las dos reinas que compitieron por el palacio tras la muerte de su fundador, Martín I el Humano. Hoy hablaremos de las siguientes propietarias, dos damas de la aristocracia catalana que las reemplazaron contra todo pronóstico. Con ellas, Bellesguard deja de ser una residencia real y se convierte en una propiedad de la nobleza. 

Por otro lado, en el artículo anterior comentábamos cómo una de aquellas reinas, Violante de Bar, contó con un aliado inesperado para hacerse con Bellesguard. Hoy revelaremos quién. Una pista: fue una de estas damas… 

Elionor, o Leonor, de Cervelló (1424-1441)

De todas las mujeres de Bellesguard, Elionor de Cervelló es la menos conocida. En Wikipedia, solo aparece en la biografía en castellano de su marido, Antonio de Luna, como madre de una hija. En la biografía en catalán del mismo marido, ni siquiera se la menciona. Tampoco se habla de ella en el fondo Gualbes, la principal fuente para el estudio de Bellesguard (1). 

¿Qué podemos decir de ella? Gracias a Esteban Galindo López, uno de los miembros del Grupo de Investigación de Torre Bellesguard, sabemos que era hija de Hug Alemany de Cervelló y de Beatriu d’Erill, sobrina de Guerau Alemany de Cervelló, gobernador de Cataluña (2). En consecuencia, Elionor formaba parte de una de las familias importantes de Cataluña. Su estatus aumentó al casarse con el noble Antón de Luna, consejero de Violante de Bar, entonces viuda del rey Juan I el Cazador, el hermano de Martín I el Humano. Los capítulos matrimoniales se firmaron el 7 de octubre de 1409, en el monasterio de Pedralbes, estando presente la reina viuda (3). En aquel momento, el rey Martín aún vivía, pero “se habrían casado en la capilla de Bellesguard en mayo de 1410”, el mes en que murió este monarca sin heredero legítimo (4). 

Durante el conflicto sucesorio posterior, tanto la reina como su dama de compañía apoyaron a Luis de Anjou, el nieto francés de la reina Violante. Ahora bien, en un auténtico giro de guion, Antonio de Luna se convirtió en el principal defensor de Jaime de Urgel, uno de los pretendientes mejor posicionados. Incluso participó en el asesinato del arzobispo de Zaragoza, un firme defensor de los derechos de Luis de Anjou. Esto provocó la ruptura total con la reina Violante y con Elionor (5). El marido “traidor” morirá pronto, en 1419, lejos de la escena política y con sus bienes embargados. Sin embargo, contra todo pronóstico, Elionor recuperó unas propiedades que le otorgaron una considerable fuerza económica (6). 

Y ahora la información que habíamos prometido desvelar. ¿Quién fue el apoyo inesperado de la reina Violante? A este punto del artículo, imaginamos que ya lo habréis adivinado. En efecto, fue Elionor de Cervelló, la dama con una posición económica, en aquellos turbulentos años, superior a la de su señora, la reina Violante. La relación entre ellas debía de ser muy buena porque, en 1424, la dama de Cervelló le compró la torre de Bellesguard (7). “Creemos -opina el historiador Carles Díaz Martí- que lo hizo para ayudar a la reina viuda (…) En manos de Elionor, Violante pudo vivir tranquilamente en Bellesguard hasta su muerte en 1431 (…) Es probable que ambas convivieran juntas en la torre de Bellesguard” (7). Desconocemos si también residía con ellas Elfa de Luna y Cervelló, la única hija de Elionor y el conde de Luna. La hija que aparece en la biografía en castellano de Antonio de Luna, mencionada un poco antes. 

Más adelante, la fiel dama, como albacea de su difunta señora, ofreció Bellesguard a los monjes jerónimos del monasterio de Vall d’Hebron, fundado por la reina Violante, y el de la Murta. Sin embargo, la fusión de los monasterios nunca se materializó. A continuación, entre 1441 y 1446, Bellesguard fue propiedad de dos nobles que solo querían hacer negocio con la compra y venta de la finca, hasta que, en 1446, la adquirió Cecilia de Urgel y de Cabrera, quien sería propietaria -y residente- hasta su muerte en 1458. Con ella terminará el ciclo iniciado por Martín el Humano en Bellesguard. Un ciclo en el que, al principio, ella había sido una de las candidatas a coronarse reina de Aragón… 

Cecilia de Urgel (c.1380-1460)

Propietaria y residente: 1446-1458 

La última mujer que residió y fue propietaria del antiguo palacio de Bellesguard es la persona que menos podía imaginarse en tiempos del rey Martín el Humano y las luchas por sucederle en el trono durante el Compromiso de Caspe, celebrado en 1412. 

Recordemos el contexto histórico. A finales de 1406, una enfermedad mortal se llevó a María de Luna, la primera esposa del rey Martín. En 1409, tres años más tarde, el rey buscará refugio en el palacio de Bellesguard. Entonces, solo uno de sus hijos seguía vivo, pero no tardará en reunirse con su madre. Para proveer al reino de un nuevo heredero, el rey Martín tuvo que encontrar una nueva esposa. Las candidatas fueron Margarita de Prades y Cecilia de Urgel. No sin polémica, el rey escogió a Margarita de Prades ese mismo año. La boda entre Martín y Margarita tuvo lugar en el palacio de Bellesguard, poco después del funeral del último heredero. 

Sin embargo, el matrimonio no trajo el tan esperado hijo y, en 1410, murió el rey Martín sin descendencia directa. Como hemos dicho, uno de los contendientes con más posibilidades de sentarse en el trono fue Jaime de Urgel, el hermano de Cecilia y el pretendiente defendido por Antonio de Luna, marido de Elionor de Cervelló. 

Al final, durante el mencionado Compromiso de Caspe, ganó Fernando de Antequera, un candidato no apoyado por ninguna de las mujeres de Bellesguard. Sin embargo, Violante y Elionor acataron prudentemente su victoria. En cambio, los Urgel… 

Más información: Les Veus de Bellesguard Cecilia 

Notas 

(1) Vall i Comaposada, Josep M. (2014), Bellesguard. De la residencia de Martín el Humano a la torre de Gaudí, Duxelem, Barcelona, p. 78. 

(2) Galindo López, Esteban (2020) “Análisis del paisaje histórico en la zona norte del llano de Barcelona, siglos XV al XVIII: Bellesguard”, Tesis Doctoral, Universidad de Barcelona, pp. 157-158. 

(3) Vendrell Gallostra, Francisca (1992), “Violante de Bar y el compromiso de Caspe”, Real Academia de Buenas Letras, Barcelona, p. 31-32. Ver en línea: aquí. 

La estancia de la reina Violante en el monasterio de Pedralbes no era fortuita. Francisca Vendrell nos explica la razón: “Instalada en el monasterio, le resultaba más fácil el camino para frecuentar sus visitas a la torre de Bellesguard, residencia continua del rey y su nueva esposa Margarita de Prades” (Ibid, p.31). 

(4) Vall i Comaposada, Op. Cit. 

(5) Vendrell Gallostra, Op. Cit., p. 46-48, 103-104. La autora incluye cartas firmadas por la propia reina Violante. 

(6) Galindo López, Esteban. Op cit. 

(7) La compra se realizó entre Elionor de Cervelló y Francesc d’Avinyó, un noble al que Alfonso el Magnánimo le entregó Bellesguard, pero su intención “no era vivir en la casa, sino hacer negocio con ella”, por lo que la vendió rápidamente a Elionor. Galindo López, Esteban. Ibíd. 

(8) Vall i Comaposada, Ibid. 

(9) Costafreda, Virgínia (2021). “Reivindicación de Margarita de Montferrat: Una condesa de Urgell condenada por la historia”. Nokaria. Revista del Museu de la Noguera, vol. 1, no. 1, pp. 43-65. 

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