La enfermedad del hígado graso no para de incrementar, hasta el punto de haberse triplicado en la última década en España. Sin embargo, la falta de síntomas hace que sea una enfermedad infradiagnosticada, que no se manifiesta hasta estadios graves.
¿Qué es el hígado graso?
El hígado graso es la acumulación de grasa en los hepatocitos, la principal célula del hígado. La acumulación de esta grasa se puede producir por dos motivos metabólicos: o porque se produce en exceso o porque se disminuye su eliminación.
En la mayoría de los casos, esta enfermedad suele estar ligada con la diabetes o la obesidad.
¿Qué consecuencias tiene?
El hígado graso es la enfermedad previa a la cirrosis, una alteración crónica que provoca una función hepática insuficiente. La cirrosis, caracterizada por la formación de cicatrices en el hígado, dificulta que el órgano cumpla correctamente su función, lo que en etapas avanzadas puede llegar a ser mortal. Esta enfermedad, además, aumenta el riesgo de padecer cáncer de hígado.
Medidas para combatirlo
La enfermedad del hígado graso está estrechamente vinculada al sedentarismo, por lo que mantener unos hábitos de alimentación y ejercicio saludables puede ser fundamental. Una vez diagnosticada, no hay ninguna medicación para revertir esta enfermedad, por lo que evitar los factores que propagan la acumulación de grasa en el hígado puede suponer un gran paso.Para más información sobre salud, consulta el blog de Previsora General.
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