La aviación sostenible se ha convertido en una prioridad global, y Vueling se abre camino en este ámbito con un enfoque innovador. A través del uso de combustibles sostenibles de aviación (SAF), la aerolínea está haciendo frente a uno de los mayores retos del sector aéreo: la reducción de su huella de carbono. El SAF, que tiene el potencial de reducir hasta un 80% las emisiones de carbono en comparación con los combustibles tradicionales, representa una solución clave para avanzar hacia una aviación más respetuosa con el medio ambiente.
El compromiso de Vueling con la sostenibilidad es claro: para finales de esta década, la aerolínea se ha comprometido a operar el 10% de sus vuelos utilizando SAF, casi duplicando los objetivos establecidos por la Comisión Europea. Este paso subraya el compromiso de la aerolínea no solo con sus pasajeros, sino con el futuro del planeta. Vueling ha integrado la innovación como un pilar central de su estrategia empresarial desde su fundación, y la adopción de SAF refuerza su objetivo de crecimiento sostenible en Europa. Además, las colaboraciones estratégicas con diversas empresas del sector energético y tecnológico están acelerando el desarrollo de estas alternativas sostenibles, posicionando a Vueling como un actor clave en el crecimiento de un sector aéreo más sostenible.
El impacto del SAF en la industria de la aviación
El combustible sostenible de aviación (SAF) se define como un biocombustible, un combustible sintético o uno proveniente de carbono reciclado, que tiene una huella de carbono neta significativamente más baja en comparación con los combustibles convencionales. Este combustible ha demostrado tener el potencial de reducir la intensidad de carbono de los vuelos, lo que lo convierte en una de las soluciones más innovadoras y prometedoras para la descarbonización del sector aéreo.
El SAF es completamente compatible con los motores de los aviones actuales, lo que elimina la necesidad de realizar modificaciones técnicas en las aeronaves, facilitando así su adopción en un corto plazo. Además, el SAF se divide en dos categorías principales: el orgánico y el sintético. El SAF orgánico se elabora a partir de residuos agrícolas o forestales, contribuyendo a la economía circular al aprovechar materiales reciclados. Por otro lado, el SAF sintético se produce mediante la combinación de dióxido de carbono capturado de la atmósfera con hidrógeno verde, lo que permite una reducción del 100% de las emisiones de carbono, marcando un nuevo estándar de sostenibilidad en la industria.
Colaboraciones y desarrollo de infraestructuras
Uno de los mayores desafíos para la producción masiva de SAF es la limitada oferta en comparación con la creciente demanda de combustible para la aviación. Actualmente, la producción global de SAF cubre solo un 0,05% de la demanda, lo que eleva su coste hasta 3 o 4 veces el precio de los combustibles tradicionales. Sin embargo, Vueling está colaborando activamente con diferentes actores clave del sector, como el Grupo Industrial Seduco-Wenergy, para la producción de SAF orgánico avanzado a partir de residuos agrícolas, y con empresas como Aeon Blue que investigan la producción de SAF sintético utilizando agua de mar.
En el ámbito de la producción de SAF en España, un estudio realizado por PwC para Vueling e Iberia estima que, si España contara con entre 30 y 40 plantas de producción, sería capaz de cubrir no solo la demanda nacional, sino también exportar grandes volúmenes al extranjero. Esta expansión podría tener un impacto significativo en el PIB, generando hasta 270.000 nuevos puestos de trabajo para 2050. Además, la construcción de estas plantas contribuiría a impulsar la sostenibilidad del turismo en España, lo que sería fundamental para el desarrollo económico y social del país.
El papel de Vueling en la transición energética
El trabajo conjunto con empresas líderes en el sector energético, como Repsol y Moeve (anteriormente Cepsa), permite que Vueling acelere la producción e integración del SAF en la aviación. Además, la aerolínea participa activamente en la Red Española de Hidrógeno y en el Valle del Hidrógeno en Cataluña, promoviendo el uso de hidrógeno verde, un componente esencial en la fabricación de SAF.
Vueling ha demostrado que el desarrollo de SAF es un esfuerzo colectivo que requiere la colaboración de todos los actores del sector, incluidos los fabricantes de aeronaves, proveedores de combustibles, inversores y legisladores. Gracias a estas alianzas, Vueling está abriendo nuevas posibilidades para la descarbonización de la aviación, impulsando un futuro más sostenible para el sector aéreo.
Fuente: Economía Digital