El turismo es una de las principales industrias a nivel mundial, pero también conlleva un impacto significativo en el medio ambiente y las comunidades locales. La gestión sostenible del turismo busca minimizar estos efectos negativos promoviendo prácticas responsables tanto en los destinos como entre los viajeros.
¿Qué entendemos por turismo sostenible?
Según la UNWTO, el turismo sostenible es aquel que considera de manera integral sus efectos presentes y futuros en la economía, la sociedad y el medio ambiente, con el objetivo de atender las necesidades de los viajeros, del sector turístico, del entorno natural y de las comunidades locales.
Por tanto, el turismo sostenible debe utilizar de manera eficiente los recursos naturales, preservar la identidad sociocultural de las comunidades anfitrionas protegiendo su patrimonio cultural y arquitectónico, sus tradiciones y valores, y garantizar la viabilidad económica a largo plazo, asegurando que los beneficios se distribuyan equitativamente entre todos los actores.
Prácticas sostenibles para destinos turísticos
Los destinos pueden adoptar diversas estrategias para reducir la huella ecológica del turismo y garantizar un desarrollo responsable. Algunas de las más efectivas son:
1. Fomento del turismo responsable
Los gobiernos y gestores turísticos pueden establecer regulaciones y programas de concienciación para promover prácticas respetuosas con el medio ambiente y la cultura local. Esto incluye la implementación de códigos de conducta para los visitantes y la promoción de experiencias de turismo ecológico y comunitario.
Además, se deben impulsar experiencias que involucren la participación activa de la comunidad, como talleres de artesanía, gastronomía local y danzas tradicionales, siempre respetando la autenticidad y evitando la explotación cultural. También es fundamental fomentar la obtención de certificaciones de turismo sostenible y realizar evaluaciones periódicas del impacto ambiental y social de las actividades turísticas para ajustar las políticas según sea necesario.
2. Uso eficiente de los recursos
Reducir el consumo de energía y agua en hoteles, restaurantes y atracciones es fundamental para la sostenibilidad. Acciones como la instalación de tecnologías de bajo consumo, sistemas de reciclaje y el uso de energías renovables pueden marcar una gran diferencia. Es muy importante que desde los destinos se empiece a promocionar y ayudar a las empresas a instalar paneles solares, sistemas de iluminación LED y sensores de movimiento para reducir el consumo de electricidad.
Por otro lado, los destinos deben apostar por una gestión más sostenible mediante, por ejemplo, la sensibilización a turistas y empresas sobre la importancia del ahorro de agua, especialmente en zonas con estrés hídrico, implementación de sistemas de transporte público ecológico, como autobuses eléctricos o de hidrógeno, fomentar la construcción de alojamientos y edificios públicos con certificaciones sostenibles (LEED, BREEAM), apoyar la investigación y adopción de soluciones innovadoras en eficiencia energética y reducción de emisiones, instalar puntos de recarga para vehículos eléctricos en áreas turísticas, entre muchas otras acciones.
3. Control del turismo de masas
La sobreexplotación turística puede generar deterioro ambiental y afectar la calidad de vida de los residentes. Para evitarlo, se pueden implementar estrategias como:
- Límites de aforo y acceso mediante reservas previas o cupos máximos en temporadas altas.
- Promoción del turismo en temporada baja con descuentos y eventos en meses de menor afluencia.
- Educación y sensibilización de turistas sobre el impacto del turismo masivo.
- Uso de tecnología para la gestión de flujos mediante apps y sensores que informen sobre la situación de un sitio turístico en tiempo real.
- Análisis de patrones de afluencia mediante la utilización de sensores y Big Data pueden ayudar a tomar decisiones de mejora basadas en fatos reales.
4. Impulso a la economía local
Para que el turismo beneficie a la comunidad local, se pueden implementar iniciativas como:
- Apoyar a pequeños negocios y productores locales para que haya una distribución más equitativa de los beneficios del turismo, por ejemplo, mediante la promoción de la artesanía y la gastronomía local o la colaboración con comunidades para desarrollar proyectos turísticos.
- Fomentar el ecoturismo y el agroturismo como alternativas sostenibles.
- Crear mercados y ferias de productos locales que fomenten la economía circular y reducen la huella de carbono.
- Apostar más por la participación ciudadana en la toma de decisiones sobre el desarrollo turístico, por ejemplo, mediante la inclusión de la comunidad en la toma de decisiones sobre el desarrollo turístico mediante cooperativas o asociaciones de turismo comunitario.
Consejos para turistas sostenibles
Los viajeros también desempeñan un papel crucial en la sostenibilidad del turismo. Algunas recomendaciones para reducir su impacto incluyen:
1. Optar por medios de transporte sostenibles
El transporte es una de las principales fuentes de emisiones de CO2 en el turismo. Para minimizarlo, se recomienda usar trenes, autobuses o bicicletas en lugar de aviones o automóviles particulares, cuando esto sea posible. En el destino, también se deben optar por medios más sostenibles como bicicletas, trenes, metro, coche compartido, entre otras.
2. Respetar el entorno natural y cultural
Seguir las normativas locales, evitar extraer elementos naturales o históricos y respetar la flora y fauna son aspectos fundamentales. Se recomienda observar y fotografiar sin alterar el entorno e informarse sobre las reglas culturales y ambientales de cada destino antes de visitarlo para seguir las indicaciones locales y evitar ofender a las comunidades o dañar sitios culturales. Fomentar las buenas prácticas entre los turistas no solo protege el entorno natural y cultural, sino que también contribuye a un turismo más respetuoso, sostenible y enriquecedor para todos.
3. Reducir residuos y consumo de plásticos
El uso de botellas reutilizables, bolsas ecológicas y productos biodegradables ayuda a minimizar la generación de desechos que podrían afectar tanto la fauna local como la estética del lugar. Además, elegir establecimientos que implementen políticas de reducción de residuos contribuye a una gestión responsable. Por otro lado, se recomienda apoyar a operadores turísticos que sigan prácticas sostenibles y apoyen la conservación local, como aquellos que limitan el número de turistas por grupo para minimizar el impacto ambiental. Por último, se recomienda buscar alojamientos que implementen políticas de sostenibilidad, como la eliminación de productos plásticos de un solo uso, programas de reciclaje y la promoción de prácticas de reducción de residuos.
4. Apoyar negocios sostenibles
Elegir alojamientos y restaurantes con prácticas ecológicas incentiva un turismo responsable. También es recomendable optar por actividades organizadas por empresas comprometidas con el medio ambiente y apoyar pequeños negocios locales para fomentar el empleo y la preservación de tradiciones.
Conclusión
La gestión sostenible del turismo es un esfuerzo conjunto que involucra a gobiernos, empresas y viajeros. Aplicar prácticas responsables permite disfrutar de los destinos sin comprometer su futuro. La clave está en adoptar un enfoque equilibrado que garantice la conservación del entorno y el bienestar de las comunidades. En este sentido, la planificación estratégica turística es fundamental para implementar medidas efectivas que aseguren una gestión sostenible a largo plazo.
En Open-Ideas ofrecemos asesoramiento en planificación turística y gestión sostenible de destinos. Si necesitas apoyo para desarrollar estrategias que impulsen un turismo responsable y eficiente, no dudes en contactar con nosotros.