Somos raíces. Santiago Yahuarcani y Nereyda López - Círculo de Bellas Artes

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Somos raíces propone un encuentro con el universo de Santiago Yahuarcani, pintor y escultor autodidacta perteneciente al clan de la Garza Blanca de la nación uitoto, y su compañera Nereyda López, escultora autodidacta de ascendencia Tikuna y Kukama. Ambos viven en el distrito de Pebas, en Loreto, Perú.

La exposición, comisariada por Isabella Lenzi y Rember Yahuarcani, invita a recorrer un viaje por las cosmogonías indígenas basadas en la oralidad, el canto, la visión, la práctica y la resistencia comunitarias. Su propuesta artística reivindica la armonía entre humanos, no humanos y la naturaleza. A través de sus pinturas y esculturas, reinterpretan los mitos y el mundo espiritual de sus antepasados, trayéndolos al presente, mientras relatan siglos de extractivismo y violencia, con un énfasis particular en el boom de la explotación del caucho, que afectó profundamente a las comunidades de la Amazonía. Sus creaciones desafían las narrativas coloniales, buscando abrir un espacio para el reconocimiento y la visibilidad de estas voces.

Santiago Yahuarcani es una de las presencias más relevantes del arte contemporáneo actual, cuya obra dialoga con debates urgentes sobre memoria, ecología y decolonialidad. Ha participado en la última edición de la Bienal de Venecia (2024) y, junto a Nereyda López, ha sido parte de la Bienal de Toronto (2024) y de la Bienal del Mercosur (2025). Esta es la primera exposición dedicada exclusivamente a ambos artistas fuera de Perú. Reúne un conjunto significativo de piezas —desde trabajos tempranos de principios de los años 2000, nunca antes vistos fuera de su país natal, hasta creaciones recientes producidas especialmente para esta muestra.

Santiago pinta principalmente con tintes naturales sobre llanchama, un tejido vegetal obtenido de la corteza del renaco, una planta que crece en su territorio. Nereyda, por su parte, construye sus esculturas y máscaras con semillas, raíces, fibras y cortezas, recogidas con paciencia y escucha en su entorno. Desde su casa-taller, construyen un espacio donde la creación artística se entrelaza con la agricultura de subsistencia, los cuidados cotidianos, la interpretación de los sueños y la transmisión de saberes ancestrales. En su familia, el arte se produce en comunidad y, hasta hace poco, sin la necesidad de reivindicación de autoría. El trabajo conjunto, el respeto a los saberes y prácticas de aquellos que ya no están, y la transmisión de estos conocimientos a las nuevas generaciones son fundamentales en su proceso creativo y su vida cotidiana. Este proceso de colaboración subraya la visión de que el arte no es un acto individual, sino colectivo, donde cada miembro, desde los más jóvenes hasta los más ancianos, contribuye a la creación y conservación de una memoria cultural viva.

La muestra nos invita a reflexionar sobre otras formas de vivir en sociedad, sobre la desobediencia e irreverencia de la creación artística frente a la violencia, y la reivindicación del mito y la memoria como fuerzas vivas que nos ayudan a enfrentar los desafíos actuales, al tiempo que dan cuenta de una historia de posicionamiento frente al despojo y el silenciamiento de los pueblos indígenas en la Amazonía.

En un momento histórico de crisis climática y social, Somos raíces reivindica una visión del arte como herramienta de resistencia, vínculo y reimaginación del mundo.

Crédito imagen: Santiago Yahuarcani Tigre rig+ (2023) Tintes naturales sobre llanchama Cortesía del artista
Recapiti
María Azurmendi