La reputación online de cualquier negocio puede construirse durante años y destruirse en cuestión de minutos. Pero lo más preocupante no es que una crisis de reputación sea rápida. Lo realmente grave es que ni siquiera hace falta que ocurra algo real.
En OnbrandinG estamos detectando un repunte alarmante de una nueva forma de cibercrimen basado en la extorsión reputacional. El método es tan sencillo como devastador: alguien deja una reseña negativa, falsa, en Google My Business y luego te contacta para pedirte dinero a cambio de no seguir publicando más valoraciones destructivas. Y lo peor: Google la publica sin comprobar si esa persona ha estado realmente en tu establecimiento.
Sí, has leído bien. Da igual que ese “usuario” jamás haya pisado tu local, probado tus servicios o interactuado contigo. Google permite que se publique esa reseña aunque no haya ningún vínculo real con tu negocio. Lo único que necesitas para dañar la imagen de una empresa es un correo electrónico y una cuenta de Google. La puerta está abierta.
El nuevo chantaje digital
El patrón es cada vez más reconocible:
- Recibes una reseña negativa completamente infundada.
- Te contactan por correo, WhatsApp o redes sociales diciendo:
“Si no quieres más opiniones negativas, págame X cantidad.” - Si no cedes, empiezan a llegar más valoraciones falsas desde cuentas distintas.
- Las puntuaciones caen, las visitas disminuyen, y la credibilidad del negocio se ve comprometida.
Todo esto, sin que el sistema de verificación de Google detecte nada extraño. Porque no verifica. Y ahí está la grieta.
¿Qué sectores están siendo más atacados?
Principalmente negocios físicos: clínicas estéticas, restaurantes, centros de fisioterapia, hoteles, academias, talleres mecánicos… En resumen: cualquier empresa que tenga una ficha visible en Google My Business y dependa en parte de su reputación online para atraer clientes.
Pero el alcance va más allá. En algunos casos, estas extorsiones se vinculan a redes organizadas que trabajan por volumen, apuntando a miles de negocios y viendo quién pica primero. En otros, incluso, hay una motivación de competencia desleal: es decir, alguien paga a un tercero para que destruya tu reputación sin dejar rastro.
¿Qué se puede hacer?
- Documentar todo. Certifica digitalmente con nosotros las reseñas, los mensajes, y el perfil desde el que dejan las reseñas y dese el que te contactan.
- Juntos reportaremos a Google. Aunque el sistema es lento y a menudo ineficaz, es necesario dejar constancia.
- En OnbrandinG identificaremos patrones, perfiles, y te ayudaremos a recuperar el control de tu identidad online.
- Notificaremons a las autoridades. Esto es ciberextorsión, y está penado por ley.
¿Por qué es tan grave?
Porque se normaliza. Porque da la sensación de que cualquiera puede ensuciarte por deporte o por negocio. Y porque si no ponemos el foco, empresas, plataformas y legisladores, esta modalidad se convertirá en otra “nueva normalidad” del delito digital.
