El liderazgo responsable que exige la ciudadanía

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La ciudadanía española está elevando el nivel de exigencia hacia las empresas y, en especial, hacia sus líderes. Ya no basta con cumplir indicadores financieros: se espera que el liderazgo empresarial promueva cambios reales hacia modelos más sostenibles, justos y humanos.

Así lo refleja el tercer informe Propósito y liderazgo transformador, publicado por Canvas Estrategias Sostenibles en colaboración con Punto de Fuga y la Universidad de Málaga. El estudio pone el foco en el papel del liderazgo en la regeneración del sistema socioeconómico, y los datos son claros: el 76,5% de la población cree necesario transformar el modelo actual, y un 67,1% confía en que las empresas pueden ser actores clave en este cambio si adoptan un nuevo estilo de liderazgo.

Una oportunidad de gestión para el liderazgo empresarial

En un entorno marcado por la incertidumbre, el desgaste institucional y la crisis climática, el liderazgo corporativo se encuentra ante una encrucijada estratégica. El directivo contemporáneo debe ejercer como catalizador del cambio, no solo como ejecutor de planes. La figura del líder se redefine: ya no se trata de dirigir desde la jerarquía, sino de inspirar desde la coherencia, la empatía y el compromiso social.

Este nuevo enfoque implica una transición hacia modelos de management más inclusivos, donde el bienestar de las personas, la adaptación a los cambios sociales y la innovación responsable se integren en la toma de decisiones.

Cuatro dimensiones clave del nuevo liderazgo

El informe identifica cuatro ejes esenciales en este modelo de liderazgo responsable: cuidar, inspirar, catalizar e impulsar. De todos ellos, destaca especialmente la dimensión de cuidar, que implica poner el foco en el propósito social y el impacto positivo más allá del beneficio económico. Un 39,4% de los encuestados prioriza esta dimensión, seguida de la capacidad de adaptación al entorno (21,4%), la promoción de la empatía en los equipos (21%) y el fomento de la creatividad (18,3%).

Este cambio de prioridades debe traducirse en nuevas competencias para los equipos directivos: gestionar la complejidad desde el propósito, integrar criterios ESG en la estrategia y liderar con autenticidad.

Brecha entre expectativas y realidad en las empresas

Pese al consenso ciudadano, la implementación de este tipo de liderazgo sigue siendo escasa: solo un 12,5% de los trabajadores reconoce este estilo en su empresa. Esta brecha revela un desafío para los departamentos de management y recursos humanos: alinear valores corporativos con prácticas reales, medibles y visibles.

El liderazgo responsable se percibe, sobre todo, en el trato hacia empleados y clientes, así como en la respuesta ante retos sociales y medioambientales. Por tanto, no basta con discursos: se requieren políticas activas, transparencia y coherencia.

Una ciudadanía cada vez más activa y exigente

El estudio también segmenta a la población en tres perfiles: ciudadanía activa (24%), mainstream (56,5%) e inactiva (19,5%). El grupo activo, especialmente comprometido con causas sociales y ambientales, afirma en un 76,8% que priorizaría productos y servicios de empresas con liderazgo responsable, lo que refuerza el valor competitivo de este enfoque.

Para Isabel López Triana, cofundadora de Canvas, «la ciudadanía no solo quiere empresas con propósito, sino pruebas tangibles de su compromiso». En un contexto donde la diferenciación no solo pasa por el producto sino por los valores, la manera en que una empresa lidera desde dentro se convierte en un activo clave de reputación y sostenibilidad.

Fuente: Cinco Días

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