Qué ver y qué hacer en Bali - Huakai

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Las mejores playas de Bali

Vale, empecemos por lo básico: las playas. Porque si hay algo que grita «vacaciones en Bali» son sus aguas turquesas, palmeras que parecen sacadas de una película y arenas que invitan a tumbarse y no hacer nada. 

Empezamos por Kuta, una de las más conocidas. Vale, no es la más tranquila del mundo, pero tiene un rollo surfero muy guay. Es ideal para aprender a hacer surf y para ver uno de los mejores atardeceres de la isla. Además, hay un montón de bares, tiendas y restaurantes cerca, así que es perfecta si quieres un día de playa completo.

Otra de las favoritas es Padang Padang Beach, famosa por su entrada secreta entre rocas y por ser el escenario de la peli ‘Come, reza, ama’. Está en la zona sur, en Uluwatu, que es la meca del surf balinés. Si te gusta coger olas, este es otro sitio más.

Luego está Nusa Dua, perfecta si buscas una playa más tranquila y familiar. Aquí el agua es calmadita, ideal para nadar o simplemente flotar como si no tuvieras responsabilidades. Además, está rodeada de resorts, así que si te apetece el rollo “mojito en mano y tumbona”, es tu lugar.

¿Buscas atardeceres de infarto? Pues Jimbaran Beach es tu mejor aliada. Aquí no solo puedes ver el sol esconderse tras el horizonte, sino que lo puedes hacer comiendo marisco fresco en una mesa sobre la arena.

Y no podemos olvidarnos de Seminyak y Canggu, donde además de playa encontrarás chiringuitos con música, clases de surf y ese ambiente relajado que tanto engancha.

Por todo esto y más, si te preguntas qué ver en Bali, sus playas están en el top de la lista. 

Los mejores templos de Bali

Si las playas te han flipado, prepárate para los templos… porque esto ya es nivel místico. Los templos de Bali no son solo bonitos, son lugares con historia, energía y paisajes que parecen sacados de otro mundo. Aquí es donde de verdad entiendes por qué llaman a Bali “la isla de los dioses”.

Empezamos fuerte con el famosísimo Pura Lempuyang, más conocido como La Puerta del Cielo. ¿Lo has visto en Instagram? Seguro. Esa foto entre columnas con el volcán Agung de fondo es un clásico. Pero aviso: hay que madrugar o ir con paciencia, porque las colas para sacarse la foto pueden ser intensas.

Otro imprescindible es el Templo Ulun Danu Bratan, ese que parece flotar en el agua. Está en un lago en el norte de Bali y es de esos lugares que parecen salidos de un sueño. Además, el fresquito de la zona se agradece un montón.

Y no podemos olvidarnos del Templo Tanah Lot, que se levanta sobre una roca en medio del mar. Con la marea alta parece una isla, y con la marea baja se puede cruzar a pie. El atardecer desde aquí es brutal. Eso sí, prepárate para compartirlo con muuucha gente.

Otro que es esencial es el Tirta Empul, donde los locales hacen rituales de purificación en unas piscinas sagradas. Y tú también puedes hacerlo, claro. Te dan un sarong y al agua. Es una experiencia que mezcla turismo y tradición de una forma súper bonita.

Así que si aún dudas qué visitar en Bali, los templos tienen que estar en tu ruta sí o sí. No solo por su belleza, sino porque te ayudan a entender el alma de la isla. Y bueno… ¡por las fotos también, no vamos a mentir!

Los famosos arrozales de Bali

Puede que pensaras que los arrozales no eran lo más emocionante del mundo… hasta que llegas a Bali. Porque aquí los arrozales no solo son bonitos, son hipnóticos. Esa combinación de verde intenso, terrazas infinitas y naturaleza a lo bestia es de lo más top de la isla.

El más conocido de todos es Tegalalang, que está a solo 20 minutos de Ubud. Sí, puede que haya bastante gente, pero aún así es espectacular. Hay senderos para recorrerlo y miradores donde te puedes sacar la foto que todo el mundo en Instagram va a envidiar (confiesa, tú también la quieres).

Si prefieres algo más tranquilo, los arrozales de Jatiluwih son tu sitio. Están al oeste de Bali, y son Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Menos turistas, más naturaleza, y unas vistas que no te las acabas. Aquí puedes hacer caminatas más largas y disfrutar del paisaje sin prisas.

Una curiosidad: estos arrozales no están ahí por casualidad. Todo forma parte de un sistema de irrigación tradicional balinés llamado subak, que viene funcionando desde hace siglos. Es un sistema colaborativo entre agricultores, algo que muestra lo importante que es el arroz en la cultura balinesa.

Así que si buscas algo diferente, bonito y muy de Bali, ya sabes qué ver en Bali que no sea solo playa: sus arrozales te van a sorprender.

Zonas de fiesta y beach clubs en Bali

Vale, hasta aquí todo muy bonito, muy zen… pero si tú eres más de mover tu cuerpo al ritmo del reguetón (o de lo que sea que pinchen los DJs en Bali), no te preocupes. La isla también sabe cómo montar una buena fiesta.

Las zonas más animadas para salir son Canggu, Seminyak y Kuta. Cada una tiene su rollo. Kuta es más caótica y mochilera, perfecta si quieres salir por poco dinero. Seminyak es más “premium, con sitios modernos y cócteles que parecen obras de arte. Y Canggu… bueno, Canggu es el punto medio ideal: buen ambiente, gente muuuy amigable y música hasta el amanecer.

Pero lo mejor de todo son los beach clubs. Imagina esto: piscina infinita, camas balinesas, cócteles, música y el mar de fondo. ¿Te lo visualizas? Pues ahora ponle nombre: Potato Head Beach Club en Seminyak es un clásico. Luego está Finns Beach Club en Canggu, que tiene vistas directas al mar y mucho postureo (del bueno). Y si buscas algo más exclusivo, pásate por Savaya en Uluwatu, que está en un acantilado y es simplemente espectacular.

Aquí no solo vienes a bailar. También puedes pasar el día relajado, ver la puesta de sol y empezar la fiesta con estilo. 

Así que ya sabes qué hacer en Bali si te apetece combinar relax con fiesta: beach clubs, música, buena vibra y mojitos. ¿Hace falta decir más?

Nusa Penida

¿Has oído hablar de Nusa Penida? Aunque técnicamente no es parte de la isla principal de Bali, esta joya cercana es una visita obligada si dispones de unos días extra en tu itinerario. Situada al sureste de Bali, Nusa Penida es famosa por sus paisajes escarpados, playas vírgenes y aguas cristalinas que te dejarán sin aliento.

Uno de los lugares más emblemáticos es Kelingking Beach, conocida por su acantilado en forma de T-Rex. La vista desde arriba es simplemente espectacular, y si te sientes aventurero, puedes descender hasta la playa para disfrutar de la arena blanca y el mar turquesa. 

Otro sitio que no puedes perderte es Angel’s Billabong, una piscina natural formada entre las rocas donde puedes darte un chapuzón mientras el océano ruge a pocos metros.

Si te preguntas qué ver en Bali y buscas una experiencia diferente, Nusa Penida te ofrece paisajes únicos y una aventura inolvidable. Además, es un excelente lugar para practicar snorkel o buceo, con sitios como Crystal Bay y Manta Point, donde puedes nadar junto a majestuosas mantarrayas. 

Para llegar a Nusa Penida desde Bali, puedes tomar un ferry desde Sanur, que tarda aproximadamente 45 minutos. Una vez allí, es recomendable alquilar una moto o contratar un tour para explorar la isla, ya que las carreteras pueden ser un poco desafiantes.

Así que ya sabes, si estás planeando qué hacer en Bali, reserva un día para explorar Nusa Penida y descubrir sus maravillas naturales.

Excursión a las islas Gili

¿Sabías que desde Bali puedes escaparte a un pequeño paraíso que parece de mentira? Hablamos de las islas Gili, un archipiélago formado por tres islitas: Gili Trawangan, Gili Air y Gili Meno. Cada una tiene su propio rollo, así que según lo que busques, encontrarás tu favorita.

Gili Trawangan, o simplemente “Gili T”, es la más fiestera. Aquí hay bares frente al mar, clases de buceo y atardeceres únicos con música tranquila de fondo. Gili Air es más relajada, ideal si quieres desconectar sin perder del todo el ambiente. Y Gili Meno es puro romanticismo. Si vas en pareja o buscas calma total, este es tu rincón.

Las islas son muy pequeñas, tanto que ni siquiera hay coches ni motos. Solo bicicletas y carritos tirados por caballos (sí, como en un cuento). Y lo mejor: las aguas que las rodean son perfectas para hacer snorkel o bucear. Puedes ver tortugas, corales y peces de colores como si estuvieras dentro de un documental.

Desde Bali puedes llegar en barco rápido desde Padangbai o Sanur, y en unas 2-3 horas estarás en el paraíso. Así que si estás decidiendo qué ver en Bali y te sobra un día o dos, una excursión a las Gili es una opción ideal.

Además, es una forma diferente de seguir descubriendo Indonesia. Porque qué hacer en Bali no tiene por qué limitarse a la isla principal.

¿Cuántos días para ver Bali?

La gran pregunta: ¿cuántos días necesitas para disfrutar bien de Bali? Pues depende, claro. Pero si quieres una respuesta clara: con 4 o 5 días puedes ver lo esencial, sobre todo si también quieres visitar otras joyas de Indonesia como las islas Gili, Lombok o la isla de Java.

En ese tiempo puedes recorrer templos sagrados como Uluwatu y Tirta Empul, perderte entre arrozales en Ubud, pasar un día en Nusa Penida y, por supuesto, relajarte en alguna playa de ensueño. Si además te organizas bien, puedes incluir un beach club con sunset y alguna noche de fiesta en Canggu o Seminyak.

Ahora bien, si eres de los que disfrutan viajando sin prisas, con 7 a 10 días ya puedes explorar Bali en profundidad. Te da margen para descubrir sitios menos turísticos, como el norte de la isla, con sus cascadas escondidas y pueblos tranquilos. También podrías hacer trekking por el volcán Batur o pasar un día en los arrozales de Jatiluwih sin agobios.

¿Cómo llegar a Bali?

Llegar a Bali no es tan complicado como parece. De hecho, cada vez hay más opciones y vuelos desde muchas partes del mundo. El aeropuerto principal es el Aeropuerto Internacional Ngurah Rai, también conocido como Denpasar (DPS). Está en la zona sur, bastante cerca de lugares como Kuta, Seminyak o Jimbaran, y a unas dos horas de Ubud dependiendo del tráfico (que, por cierto, puede ser un poco loco a veces).

Si viajas desde Europa, lo más común es hacer escala en ciudades como Doha, Dubái, Estambul, Singapur o Kuala Lumpur. Desde ahí, hay vuelos directos a Bali todos los días. Otra opción es volar a Yakarta, en la isla de Java, y luego tomar un vuelo doméstico a Bali. Son solo 1 hora y hay muchas frecuencias al día.

Una vez aterrizas, puedes moverte en taxi, moto o incluso contratar un transfer privado si viajas en grupo. Los precios son bastante accesibles y, lo mejor, puedes ir disfrutando del paisaje desde el minuto uno.

Así que si te estás preguntando cómo llegar para disfrutar de todo lo que hay que ver en Bali, no te preocupes. El viaje puede ser largo, sí, pero merece completamente la pena. Porque una vez pongas un pie en la isla… vas a entender por qué tanta gente se enamora de ella.

Mejor época para viajar a Bali

Lo típico sería decirte que la mejor época para visitar Bali es durante la estación seca, que va de abril a octubre. Y es verdad: hay menos lluvia, el clima es más estable y todo luce increíble. Es ideal si quieres disfrutar de las playas, explorar arrozales sin barro hasta los tobillos y hacer snorkel con buena visibilidad.

Pero ojo, que la estación húmeda (de noviembre a marzo) también tiene su encanto. Llueve, sí, pero no todo el día. Muchas veces son chaparrones intensos que duran poco. Además, los paisajes están más verdes, los arrozales brillan más, y hay menos turistas. ¿Y lo mejor? Los precios bajan.

Depende también del tipo de viaje que busques. Si tu idea de qué hacer en Bali incluye surf, entonces los mejores meses son entre mayo y septiembre. Si vas por los templos y la parte más cultural, cualquier época es buena, porque los rituales y ceremonias se celebran todo el año.

Vaya, que no hay mal momento para descubrir qué ver en Bali. Solo hay que adaptar el plan según la temporada. Y oye, si tienes paraguas o chubasquero… ¡ni la lluvia te para! Lo importante es que vas a una isla mágica, y con eso ya has ganado.

Haz tu viaje en grupo a Indonesia y visita Bali y sus imprescindibles

Después de todo lo que te hemos contado, seguro que ya te estás imaginando viendo el atardecer desde un acantilado, explorando templos antiguos o bailando en la arena con un cóctel en mano. Y lo cierto es que sí, hay muchísimo que ver en Bali, muchísimos lugares increíbles que visitar en Bali y experiencias únicas que hacer en Bali. Pero… ¿y si te decimos que vivir todo esto en grupo puede ser aún mejor?

Viajar con Huakai es sinónimo de pasarlo bien, conocer gente con tus mismas ganas de aventura y descubrir Indonesia como un auténtico local. Nuestros viajes en grupo están pensados para que no tengas que preocuparte por nada: solo llegas, conoces al grupo y te dejas llevar por la experiencia.

Explorar Bali y sus imprescindibles con otros viajeros convierte cada día en una anécdota, cada templo en una historia compartida y cada arrozal en una sesión de fotos improvisada. Además, nos encargamos de llevarte a esos lugares que no siempre aparecen en las guías, esos que hacen que el viaje sea inolvidable.

Así que si estabas dudando, ahora lo sabes: no solo hay muchísimo que ver en Bali, sino que lo mejor es vivirlo acompañado. Con Huakai, cada viaje es único, divertido y auténtico. ¿Nos vamos a un viaje en grupo a Indonesia?

Recapiti
David Sánchez