Celia Mercado
El World Press Photo reconoce y premia la mejor instantánea fotoperiodística y documental del último año. Las fotografías galardonadas invitan al público a conectar con las historias y a mirar de forma crítica al mundo que nos rodea en tiempos de urgencia. André Coelho, colaborador de la Agencia EFE desde 2020 en la delegación de Brasil, nos comparte su mirada y experiencia como premiado en la categoría individual de la sección Sudamérica, titulada “Hinchas del Botafogo: Orgullo y Gloria”.
La fotografía captada por Coelho retrata el instante en el que los hinchas del Botafogo celebran la victoria histórica de su equipo, el pasado 30 de noviembre en el estadio Mâs Monumental de Buenos Aires, Argentina, en la final de la Copa Libertadores de la Confederación Sudamericana de Fútbol.
Ganar un premio de esta magnitud representa “la cúspide de la carrera de cualquier fotoperiodista” afirma Coelho, un reconocimiento de gran prestigio que otorga visibilidad tanto a su trabajo, como al de la Agencia EFE y que conlleva una enorme responsabilidad profesional.
Con más de 30 años de experiencia, entre los que ha trabajo para periódicos como “O Dia” y “O Globo” y como freelance para otros como “Folha de Sao Paulo”, “Estado de Sao Paulo”, “Bloomberg”, “Reuters” y “Associated Press”, nuestro compañero, aficionado al ciclismo, a la aviación y a la pintura con acuarela, ha logrado ir perfeccionando los aspectos técnicos de sus fotografías, así como la sensibilidad, gracias al trato con diferentes situaciones y personas.
“La fuerza de voluntad y tener siempre presente el querer hacer lo mejor” son partes fundamentales para lograr el éxito, según el fotógrafo, que comenzó su carrera profesional en la redacción de un periódico a las 22 años, donde pudo entrar en contacto con los grandes nombres del fotoperiodismo brasileño y comenzar a estudiar la carrera de periodismo.
A pesar de los diferentes obstáculos, André Coelho tiene claro que el fotoperiodismo es su pasión y que “si realmente amas lo que haces, tienes fuerza de voluntad, metas por alcanzar y sueños en mente, nada te detendrá”, apostilla.
Al llegar al estadio, que había pisado pocas veces, para la final de la Copa Libertadores, identificó a un grupo de aficionados cerca de una de las pantallas que retransmitían el partido. Por su agitación y fanatismo, ellos fueron los protagonistas de la fotografía ya que el reto para Coelho era “transmitir toda esa angustia, alegría, tristeza, aprensión, alivio y todos los demás sentimientos que involucran esta pasión por el fútbol”.
La relación que estableció con los fotografiados fue amigable, se respiraba un ambiente de confianza y respeto, “lo que favoreció a la captación natural y genuina de los sentimientos. Haber podido presenciar cuánto está dispuesta la gente común a dar de sí misma por su club ha sido transformador”, aseguró Coelho.
Esta comunión rompía con la asociación recurrente entre los fanáticos del mundo del fútbol con los actos de violencia y racismo. Lo que experimentó aquel día el fotógrafo fue “el amor, la dedicación, el compromiso y la unidad por una pasión común”.
Coelho tuvo claro al instante que le iba a reportar una buena fotografía: “Sabes en el momento que tienes una buena fotografía. Cuando esta imagen apareció frente a mí, supe que era importante y única, que transmitía todo lo que estaba buscando. El siguiente paso fue editar estas fotos con cuidado y prestar siempre atención a los detalles, que son los que diferenciarán una buena fotografía del resto”.
En unos tiempos en los que las narrativas deportivas están manidas o incluso pueden llegar a ser manipuladas, se hace más necesario que nunca la perspectiva del fotógrafo: “Sin duda los profesionales tenemos la capacidad de hacernos reflexionar e intentar comprender un momento único”.
La imagen premiada ha conseguido transmitir un sentimiento, una conexión alegre en un momento único, que hace que destaque y llame la atención más allá de los periodistas y los aficionados de la fotografía.
“Mucha gente se ha puesto en contacto conmigo y me ha enviado mensajes de felicitación por la foto y el premio. Estoy muy feliz y orgulloso. Es un momento único”, afirma André Coelho, que aprovechó la imagen para demostrar la pasión, el orgullo e incluso el sufrimiento de un pueblo donde el fútbol está profundamente arraigado en la vida cotidiana, como el brasileño.
No siempre es fácil acometer una gran instantánea, los fotógrafos también tienen frustraciones.
“Sí, trabajamos diariamente con las situaciones más diversas. El objetivo siempre es tener la mejor imagen, pero no siempre es posible, no todo está bajo control o depende exclusivamente de ti. Cuando pierdes la oportunidad de tomar una gran foto, el sentimiento de frustración es inmediato. Pero siempre habrá una nueva oportunidad”, comenta con su contagiosa ilusión.
Aunque esta imagen se suma a las más importantes de su carrera, el fotógrafo no considera que sea la mejor: “Saber si una imagen particular es la más importante es relativo. Siempre habrá otras”, concluye retador.
