En la Fundación Rafa Nadal creemos profundamente en el valor del deporte como herramienta de transformación social. No solo por los beneficios físicos que aporta, sino por su capacidad de unir, inspirar y dignificar. En este espíritu nació Más Que Tenis, un proyecto que llevamos a cabo junto a Special Olympics España, destinado a personas con discapacidad intelectual.
Pero como su nombre indica, esto es mucho más que tenis. Es un espacio de encuentro, de crecimiento y de igualdad. Un entorno donde el deporte se convierte en una vía para el desarrollo personal y social, y donde cada deportista tiene un papel protagonista, desde la admiración y el reconocimiento.
Una estructura pensada para respetar y potenciar
Desde el inicio del programa, tuvimos muy claro que la inclusión real requiere organización, compromiso y calidad. Por eso, Más Que Tenis se desarrolla en escuelas distribuidas por todo el país, en colaboración con diferentes clubes y entidades locales, y cuenta con entrenadores y voluntarios para acompañar a los participantes con sensibilidad, profesionalidad y exigencia adaptada.
Ofrecemos entrenamientos regulares, planificados y estructurados, exactamente como haríamos con cualquier otro grupo de deportistas. Usamos material deportivo de alta calidad, proporcionamos un entorno seguro y estimulante, y trabajamos con metodologías centradas en las capacidades de cada persona, no en sus limitaciones.
Este enfoque no es casual. Sabemos que cuando se trata de inclusión, no basta con “dar acceso”: hay que garantizar que ese acceso se dé con dignidad, con recursos y con respeto. Porque todos los deportistas merecen desarrollarse en condiciones óptimas, sentirse parte de un equipo, marcarse objetivos y celebrar sus logros.
Más Que Tenis no solo promueve el desarrollo físico y técnico de los participantes. Promueve también su bienestar emocional, su autonomía y su integración social.
Para muchas personas con discapacidad intelectual, el deporte representa mucho más que una rutina saludable: es una vía para hacer amistades, fortalecer la autoestima, descubrir talentos, y desarrollar habilidades que les servirán también fuera de la pista, en su día a día, en su relación con los demás, en su manera de estar en el mundo.
Sabemos, por experiencia, que el deporte puede ser un punto de inflexión en la vida de una persona. Cuando alguien siente que forma parte de un grupo, cuando ve que progresa, que se supera, que otros creen en él o en ella, se enciende una luz interior muy difícil de apagar. Y esa luz es motor de cambio y de empoderamiento.
Dignificar desde la acción, no desde las palabras
En cada sesión de entrenamiento, en cada torneo, en cada encuentro, lo que vemos deportistas. Personas con nombre, con historia, con metas, con pasiones. Personas que se esfuerzan, que se caen y se levantan, que se animan entre ellas, que celebran los pequeños y grandes logros. Personas que no buscan compasión, sino oportunidades reales para crecer.
Por eso, en la Fundación Rafa Nadal desarrollamos proyectos como Más Que Tenis: con rigor, con continuidad, con estándares de calidad, y con la firme convicción de que la dignidad no se regala, se garantiza desde la acción diaria y coherente. Una sociedad más justa se construye desde el ejemplo
Más Que Tenis no solo impacta en quienes participan directamente. Impacta en sus familias, que ven cómo sus hijos e hijas ganan confianza y se sienten valorados. Impacta en los clubes y entrenadores, que descubren nuevas formas de enseñar y de aprender. E impacta en todos los que tenemos el privilegio de formar parte del proyecto, al recordarnos que la verdadera grandeza no está en ganar, sino en compartir, en respetar, en dar lo mejor de uno mismo con humildad y constancia.
Creemos que el deporte es un derecho. Y creemos también que es una de las herramientas más potentes que tenemos para construir un mundo más inclusivo, donde nadie se quede fuera por su condición, y donde todos tengan las mismas oportunidades de brillar.