La necesidad de mejorar la eficiencia operativa y garantizar la continuidad de los servicios de campo está llevando a las empresas a emprender una transformación ineludible. La digitalización de los procesos, la integración de la IA y la automatización no solo redefinen la planificación de recursos y la toma de decisiones, sino que también condicionan la capacidad organizacional para atraer y retener talento cualificado en un mercado laboral cada vez más competitivo. Gestionar este equilibrio entre tecnología, personas y rentabilidad se ha convertido en uno de los grandes desafíos para las compañías que buscan mantener su competitividad sin perder agilidad ni resiliencia operativa.
En este contexto, el encuentro directivo impulsado por IFS y Arcwide, “Digitalización, Optimización de Equipos y retención de talento: Claves para mejorar los Servicios de Campo”, organizado por Dir&Ge, abordó las principales perspectivas estratégicas sobre cómo las organizaciones pueden evolucionar de modelos operativos tradicionales hacia una gestión inteligente basada en datos, anticipación de necesidades y decisiones en tiempo real. Durante el evento, coincidieron en que una visión integral, capaz de equilibrar la adopción tecnológica con la gestión del talento y la cultura organizativa, marcará el futuro de la gestión de servicios de campo en un entorno cada vez más exigente.
Digitalización operativa: la eficiencia en el proceso de transformación cultural
La Transformación digital ha abierto nuevas oportunidades en la gestión de los servicios de campo, optimizando procesos y resultados. La capacidad para anticipar incidencias, reportar en tiempo real y prevenir riesgos ya está al orden del día, pero el desafío real está en integrar estas herramientas en la operativa diurna, superar inercias culturales y traducir la tecnología en valor tangible para los equipos.
Luca Scroffa, Sales Manager Spain and Portugal de IFS, destacó que «la transformación digital debe estar orientada a resolver necesidades reales y a mejorar la operativa, no ser un fin en sí misma”. Un aspecto crucial de este cambio radica en la integración de los equipos. “El verdadero reto es pensar en cómo redefinir los roles operativos y estratégicos tras la adopción tecnológica, asegurando que las personas entiendan el valor agregado al mismo tiempo que se alinean con los nuevos objetivos de la organización».
Para Laura Bonet, Directora de operaciones de Preventium (Adecco Outsourcing), «la digitalización ha permitido una transformación profunda en los procesos operativos”. Señaló que “la capacidad de recoger y reportar información en tiempo real permite tomar decisiones mejor informadas y actuar con mayor agilidad”. Subrayó también el valor estratégico de la anticipación y la prevención, que no solo optimizan recursos y reducen riesgos, sino que refuerzan la posición competitiva de las compañías al mejorar su capacidad de respuesta y adaptación en entornos cambiantes.
Por su parte, Luis Llopis, Managing Director Sales de Arcwide, resaltó que «existe una brecha significativa en el conocimiento y las capacidades dentro de los equipos, lo cual plantea un reto estratégico”. Para el directivo, la clave está en gestionar la transformación de los modelos tradicionales, aprovechando al máximo la innovación tecnológica. “Es fundamental pensar en nuevas formas de trabajar que integren de manera efectiva las herramientas digitales, permitiendo no solo optimizar procesos, sino también impulsar una cultura organizacional más ágil y resiliente».
Optimización sostenible: datos útiles y mejores decisiones de negocio
No basta con implantar tecnología. La mejora de la eficiencia y la rentabilidad exige definir indicadores relevantes, profesionalizar la toma de decisiones y adaptar la estrategia a las capacidades reales de los equipos. La clave está en priorizar necesidades operativas, medir con rigor y utilizar la tecnología como medio, no como fin.
Daniel Álvarez Lizana, Responsable de la Gestión de Clientes de Patrimonio Distribuido de Acciona, subrayó la importancia de alinear la transformación digital a las capacidades reales de los equipos, partiendo de un conocimiento preciso de sus perfiles y operativa diaria. “Para que las tecnologías aporten valor tangible, es fundamental una gestión del cambio planificada, con visión práctica y enfoque organizativo, capaz de traducir las herramientas en eficiencia real”. Además, destacó la necesidad de definir estrategias bien orientadas,basadas en datos útiles y prioridades operativas claras, y reforzar la comunicación interna como palanca para acelerar una transición ordenada y sostenible.
En ese sentido, Isabel Ordinas,Directora Ejecutiva de Operaciones de ILUNION TextilCare,subrayó en su intervención cómo la digitalización no solo impulsa la rentabilidad, la trazabilidad y la transparencia, sino que también refuerza el compromiso social de la compañía. “La tecnología es una aliada clave para consolidar un modelo empresarial inclusivo, eficiente y sostenible”, afirmó. Para ILUNION TextilCare, el verdadero desafío no reside únicamente en disponer de herramientas digitales, sino en lograr que estas se integren de forma natural en todos los niveles operativos, respetando la diversidad de capacidades y fomentando la participación activa de todos los equipos. “Contar con profesionales capaces de traducir los procesos tecnológicos a la realidad diaria es esencial para que la innovación se convierta en parte de nuestra cultura organizativa, sin generar barreras ni fricciones, y asegurando que nadie quede atrás en el camino hacia la transformación digital”, concluyó.
Por su parte, Félix Frontán, Head of IT Solutions de Moeve, apuntó que la clave está en priorizar datos realmente útiles y garantizar su fiabilidad. “La tecnología debe estar al servicio de decisiones bien fundamentadas. La medición de indicadores desde todos los niveles de la empresa permite adaptar las estrategias a las capacidades reales de los equipos, optimizando recursos y alineando los objetivos operativos con las expectativas del cliente”. El valor diferencial reside en la capacidad de convertir esa información en conocimiento accionable, que impulse la eficiencia y la sostenibilidad del servicio, destacó.
IA aplicada: redefinir roles y conectar Cultura, Personas y Tecnología
La incorporación de IA en los procesos de campo potencia la toma de decisiones, anticipa necesidades y optimiza el uso de recursos. Sin embargo, el gran desafío está en rediseñar funciones, capacitar a los equipos y asegurar que la tecnología se alinee con las aspiraciones profesionales y la cultura de cada organización.
Antonio Rodríguez Herrero, Global Head of Architecture and Technology de SGS, señaló que la integración de la IA no solo debe verse como una herramienta, sino como un cambio en la forma de gestionar procesos y trabajo. En este contexto, enfatizó que “el verdadero reto consiste en liberar a los equipos de tareas repetitivas, permitiéndoles enfocarse en actividades de mayor valor añadido”. Además, resaltó que el éxito de la IA depende de su alineación con la cultura organizacional, garantizando que los equipos comprendan su propósito y perciban nuevas oportunidades de desarrollo profesional.
Para Luis Llopis “El diseño de la IA debe centrarse en facilitar el trabajo de los equipos”. Aseguró que mejorar la calidad laboral y proporcionar mayor visibilidad de los resultados son aspectos clave para fomentar una adopción exitosa, impulsando así el compromiso y la eficiencia en todos los niveles de la empresa.
Asimismo, Luca Scroffa señaló que el verdadero reto de la transformación digital es integrar a todas las personas en el proceso de cambio. “Cada individuo tiene sus propios objetivos, por lo que es crucial alinear sus aspiraciones personales y profesionales con la estrategia de transformación para que se sientan parte integral del proceso”. También resaltó que el verdadero desafío radica en conectar de manera efectiva a las personas con las herramientas tecnológicas, garantizando que estas contribuyan al desarrollo y éxito de cada miembro dentro de la organización.
Los directivos coincidieron en que la digitalización es un imperativo estratégico, y su éxito depende de un enfoque realista que integre la gestión del cambio cultural. Destacaron la importancia de un liderazgo estratégico que se apoye en datos relevantes y en la capacidad de involucrar a los equipos en todos los procesos de transformación y optimización para garantizar una transición exitosa y sostenible hacia la mejora continua de los servicios y la competitividad organizacional.
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