Las regiones mediterráneas, así como otras áreas del mundo, se enfrentan en la actualidad a un grave problema de estrés hídrico.
La muy baja pluviometría unida a periodos de sequía prolongados limita la disponibilidad de agua. Además, los eventos climáticos extremos, alteran la producción agrícola y generan erosión en el suelo. Todo esto unido a la, cada vez más habitual, presencia de suelos con alta salinidad y baja fertilidad, dificulta gravemente el desarrollo de muchos cultivos.
A pesar de estas condiciones adversas existen cultivos, como el algarrobo, que han demostrado durante décadas ser especialmente adecuados para combatir la desertificación y estabilizar los suelos degradados por a su resistencia a la sequía, así como por su capacidad para crecer en suelos empobrecidos. Además, la capacidad del algarrobo para captar carbono lo convierte en una herramienta clave en la mitigación del cambio climático.
No obstante, existe un amplio rango de mejora en su productividad y, a pesar de que tradicionalmente ha sido un cultivo de secano, en la actualidad se está implementando el Riego por Goteo Subterráneo (RGS) para maximizar la eficiencia hídrica y mejorar su producción sin comprometer los recursos naturales.
De esta forma, el RGS representa un cambio de paradigma y una transformación muy significativa de la gestión de este cultivo.
El RGS permite la aplicación del agua directamente en la zona radicular, lo que reduce las pérdidas por evaporación y asegura un uso más eficiente del recurso hídrico.
La transformación del cultivo de secano a RGS
En el marco del proyecto de investigación CICLICA PRIMA, en 2021 se trabajó en la transformación de una parcela comercial de 8 Ha de algarrobo en secano con una antigüedad de 7 años. La transformación se basó en la implementación de Riego por Goteo Subterráneo con tubería emisora AZUD PREMIER PC AS 16 a 30 cm de profundidad y un equipo de filtrado AZUD LUXON para asegurar la calidad de la solución nutritiva aportada y prevenir obstrucciones en los emisores de riego.
Para el seguimiento experimental de esta parcela, se implementaron también sondas de suelo – para medir la humedad, la temperatura y la conductividad del sustrato -; sensores de planta – para medir la repuesta fisiológica de los árboles -; y una estación meteorológica – para conocer al detalle las condiciones ambientales de la parcela.
Todos estos sensores se conectaron a un equipo AZUD DLOG 600 que permitió el monitoreo integral y en continuo de las condiciones climáticas y de todo el entorno del cultivo para su seguimiento desde cualquier dispositivo y en tiempo real.
En estas condiciones, el RGS demostró ser una estrategia adecuada para garantizar el uso eficiente del agua y permitir un aporte hídrico sin pérdidas por evaporación ni escorrentía.
El RGS confirió al cultivo una mayor resiliencia frente a la sequía. Y también contribuyó a minimizar los efectos negativos de la salinidad del agua de riego, permitiendo tolerar al algarrobo aguas de hasta 4 dS/m.
Bajo condiciones de gran escasez de precipitaciones (< 200 mm de precipitación anual), el RGS ayudó a mejorar el desarrollo vegetativo del algarrobo y el aumento del peso de sus frutos. También permitió mantener una producción más estable incrementando, incluso, el rendimiento productivo en algunos casos.
En condiciones de precipitaciones moderadas (400-550 mm de precipitación anual), el RGS ayudó a mejorar la producción y estabilización de la cosecha permitiendo un rendimiento más predecible y constante lo que redujo los riesgos financieros asociados a la cosecha.
Conclusiones
Como consecuencia de esta transformación del cultivo de algarrobo en secano al cultivo en regadío mediante RGS, los resultados obtenidos fueron:
- Optimización del uso del agua: el RGS permite una aplicación altamente eficiente del agua sin pérdidas por evaporación.
- Mayor estabilidad hídrica: el RGS permitió disponer de unos árboles mejor hidratados y con menor estrés hídrico.
- Reducción de malezas: el RGS evitó el crecimiento de hierbas no deseadas.
- Mejor adaptación a la salinidad: el RGS incrementó la resiliencia del algarrobo ante aguas de riego con alta conductividad eléctrica.
- Impacto ambiental positivo: el RGS permitió la aplicación de riegos con consumos de agua limitados y reducidos, optimizando así la huella hídrica del cultivo.
- Aumento de la rentabilidad: el RGS garantizó una producción más estable y de mayor calidad con menor riesgo financiero.
El uso de sensores de suelo, planta y clima permitió garantizar una gestión más eficiente de los recursos gracias a un monitoreo continuo y preciso de las condiciones climáticas y ambientales del sistema. Esta información permite la toma de decisiones en tiempo real, lo que impacta directamente en la optimización de los volúmenes de agua aplicados garantizando que el cultivo reciba los recursos adecuados en base a sus necesidades reales.
En definitiva, el RGS ha demostrado ser una solución efectiva y sostenible para incrementar la productividad del cultivo de algarrobo en un contexto de cambio climático y recursos hídricos limitados.
La adopción de tecnologías de riego eficientes resulta clave para el futuro del sector agrícola.
El proyecto CICLICA forma parte del programa PRIMA, está financiado por la Unión Europea y por el Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI).