El informe presentado por la International Energy Agency examina de forma integral la intersección entre la inteligencia artificial (IA) y el sistema energético global.
El documento ofrece proyecciones, análisis de riesgos y recomendaciones políticas para abordar el impacto dual de la IA: como tecnología demandante de energía y como herramienta transformadora del sector energético.
Uno de los principales hallazgos del informe es que el crecimiento acelerado de la IA está generando una demanda eléctrica considerable. Se estima que un gran centro de datos puede consumir tanta electricidad como 100.000 hogares, y los más grandes podrían alcanzar el consumo de hasta 2 millones. La demanda de electricidad relacionada con IA proviene en gran medida de los centros de datos, cuyo número e inversión se ha duplicado desde 2022.
Frente a este escenario, el informe plantea tres pilares clave que los países deben considerar: (1) garantizar un suministro eléctrico fiable mediante una combinación adecuada de fuentes, como renovables, gas natural, pequeños reactores modulares nucleares y geotermia avanzada; (2) acelerar las inversiones en infraestructura eléctrica, especialmente en redes más eficientes y flexibles; y (3) fortalecer el diálogo y la cooperación entre gobiernos, la industria energética y el sector tecnológico.
A pesar de los desafíos, la IA ofrece oportunidades significativas para la transición energética. En la actualidad ya se está utilizando para optimizar la exploración y producción de recursos, mejorar el mantenimiento de infraestructuras, prever condiciones climáticas y gestionar la transmisión eléctrica. En muchos casos, estas aplicaciones permiten evitar inversiones costosas al mejorar el uso de la capacidad existente.
Asimismo, el informe subraya la necesidad de una mayor transparencia en torno al consumo energético de la IA y de métricas estandarizadas que permitan monitorear su huella ambiental. Esto incluye el desarrollo de indicadores que midan no solo la eficiencia de los centros de datos, sino también el impacto indirecto de los modelos de IA en toda la cadena de valor energética. La International Energy Agency propone que los países adopten políticas que promuevan el diseño de modelos algorítmicos más eficientes desde el punto de vista energético y que incentiven el uso de fuentes renovables para alimentar el crecimiento digital. También se alienta a las empresas tecnológicas a considerar criterios de sostenibilidad en sus decisiones de localización y expansión, de modo que las futuras infraestructuras digitales estén alineadas con los objetivos de neutralidad climática.
El informe concluye que la digitalización de la economía hará que los sectores energético y tecnológico estén cada vez más entrelazados. Para aprovechar plenamente el potencial de la IA sin comprometer los objetivos climáticos, será crucial establecer marcos regulatorios claros, impulsar la eficiencia energética en la propia infraestructura digital y desarrollar competencias digitales en el sector energético. La International Energy Agency advierte que la acción coordinada es urgente para anticiparse a un futuro donde energía e inteligencia artificial estarán profundamente integradas.
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