1. Phi Phi
Si hablamos de las islas más bonitas de Tailandia, las Phi Phi siempre encabezan la lista. Son la joya de la corona, la más idílica, y sí, también la más famosa. Aquí todo parece sacado de un sueño tropical. O de una película. De hecho, literalmente lo es: aquí se rodó la famosa peli ‘La Playa’ con Leonardo DiCaprio.
Pero Phi Phi es mucho más que una escena de película. La isla principal, Koh Phi Phi Don, es donde te vas a quedar a dormir, y tiene de todo: alojamiento para todos los bolsillos, bares, restaurantes, excursiones… y sí, fiestón si te va ese rollo. La parte más animada es Tonsai Village, una zona llena de mochileros, mochilas y mojitos, donde siempre hay alguien dispuesto a empezar una noche entretenida.
Ahora, si lo que buscas es calma, también la hay. Puedes moverte en barquito a playas más tranquilas, como Long Beach o Loh Moo Dee, donde te bañas rodeado de naturaleza y con suerte sin nadie más en la foto.
Y hablemos de excursiones, porque aquí te vas a poner en modo explorador sí o sí: la actividad estrella es ir a Maya Bay, que después de haber estado cerrada por conservación, ahora se puede visitar con ciertas restricciones. También puedes hacer snorkel en Shark Point, y disfrutar de puestas de sol brutales desde el mirador de la isla.
Para llegar, lo tienes fácil: desde Phuket o Krabi, hay ferris diarios que tardan entre una hora y media y dos, según el tipo de barco. Además, por 15€ o 20 € no se puede pedir más.
Eso sí, apunta: el mejor momento para ir es de noviembre a abril, cuando el mar está más tranquilo y el sol brilla casi a diario. No esperes a que te venga el monzón…
2. Ko Bon (Bon Island)
Ko Bon es como ese secreto que solo los locales y los viajeros más curiosos conocen. No está en todas las guías, no es súper famosa, y justamente por eso es una joya.
Imagina esto: un día soleado de invierno (sí, invierno, porque de noviembre a marzo es cuando el monzón no te pilla), te levantas en Phuket con ganas de aventura, y en apenas 15-20 minutos en barca ya estás en una isla de aguas cristalinas y playas casi vacías. ¿Lo mejor? No hace falta planear nada complicado. Solo preséntate en el puerto de Rawai o Chalong, negocia con un barquero (puede salirte por unos 1.000-1.200 bahts, que bien se puede dividir entre varios) y lánzate a vivir tu mini escapada tropical.
La isla en sí es pequeña, pero tiene su encanto. El restaurante Bon Island, regentado por una mujer tailandesa encantadora, sirve platos riquísimos a buen precio, frente al mar. Aquí lo ideal es pedir algo fresquito, quitarte las chanclas y no mirar el reloj.
Además, si te gusta el snorkel, en los alrededores hay zonas con buena visibilidad y peces de colores que parecen sacados de una pecera gigante. ¿Y sabes qué es lo mejor? Que al ser una excursión de un solo día, vuelves a Phuket a tiempo para ver el precioso atardecer.
Así que ya sabes: si quieres sentirte como en una postal pero sin complicarte la vida, Ko Bon es tu plan perfecto de un día. Corto, intenso y 100% memorable.
3. Coral Island (Koh Hae)
Otra joya fácil de visitar desde Phuket es Coral Island, también conocida como Koh Hae. Y sí, el nombre ya te da una pista bastante clara de lo que vas a encontrar: corales, corales y más corales. Bueno, y arena blanca, aguas turquesas y muchas sonrisas de gente que no puede creer que este sitio exista a tan solo media hora de la costa.
Esta isla es perfecta para una excursión de día si te apetece combinar relax con algo de acción. Porque aquí puedes tumbarte y ponerte moreno en la playa principal (Banana Beach es la más popular y bonita), pero también tienes la opción de lanzarte al agua a hacer snorkel, montar en kayak o incluso probar el parasailing si te va la adrenalina pura. El agua es tan transparente que, incluso sin mojarte, puedes ver pececillos nadando cerca de la orilla.
Para llegar, simplemente dirígete al puerto de Chalong, uno de los principales en Phuket. Allí encontrarás varias agencias que ofrecen tours diarios, y si te animas a regatear, puedes conseguirlo por unos 1.000-1.500 bahts, dependiendo de si quieres solo el transporte o incluir comida, equipo de snorkel, etc. Y sí, te recogen, te llevan, y a las 4 o 5 de la tarde ya estás de vuelta.
Lo mejor es que no necesitas preparar mucho: solo las ganas de pasarlo bien. Coral Island es de esas que te permiten vivir un día completo de mar, sol y naturaleza sin tener que irte muy lejos. Y si estás en Tailandia en invierno, entre noviembre y abril, la isla te recibirá con los brazos abiertos y el cielo despejado.
4. Phuket
Phuket no necesita presentación, pero aún así vamos a hacerlo con ganas, porque esta no es una isla más: es la isla más grande de Tailandia y uno de los destinos más completos que vas a encontrar en el país. Aquí puedes tener TODO: aventura, cultura, playa, fiesta, comida increíble… y encima es la base ideal para explorar otras islas cercanas.
Primero: las playas. Hay para todos los gustos. Si quieres fiesta, luces de neón y bares abiertos hasta las mil, Patong Beach es tu sitio. Pero si prefieres algo más relajado, tienes Kata, Karon, Nai Harn y Freedom Beach, esta última escondida entre montañas y solo accesible en barca o a pie.
Segundo: cultura. Sube al Big Buddha y prepárate para las vistas panorámicas desde las alturas. Visita el Wat Chalong, el templo budista más importante de la isla. Y no te pierdas un paseo por el casco antiguo de Phuket Town, con casas coloniales de colores pastel, cafés coquetos y un ambiente súper fotogénico.
Y cómo no, la fiesta: Bangla Road es como una mini Las Vegas tropical. Hay bares, discotecas, luces, música en vivo, y un ambiente que no te deja indiferente. Eso sí, es un poco caótico, así que mejor ir con la mente abierta.
Además, desde Phuket puedes hacer excursiones a Phi Phi, Coral Island, James Bond Island, y muchas más. Es una base perfecta para explorar el sur de Tailandia.
5. Koh Lipe
Koh Lipe es ese sitio que está lejos, pero cuando llegas piensas: «ha merecido totalmente la pena». Es una de las mejores islas de Tailandia, sin duda, perfecta para desconectar, bucear y flotar en el mar sin preocupaciones. Aquí no hay prisa.
Es la más alejada de esta lista, pero eso también significa menos turismo masivo. Situada en el mar de Andamán, cerca de la frontera con Malasia, esta isla te da la bienvenida con aguas que parecen piscinas y unos atardeceres de película.
Es perfecta para venir en invierno, cuando todo el sur de Tailandia está en su mejor momento (de noviembre a marzo, más o menos). Eso sí, llegar lleva un rato: puedes hacerlo desde Pak Bara en ferry (unas 2 horas), o con combinaciones desde Langkawi (Malasia), Trang o incluso Phuket, si te animas con el traslado largo.
Una vez aquí, lo mejor es quedarse mínimo dos noches, aunque tres suena mejor. La isla es pequeña, pero te invita a tomártelo con calma. Puedes tumbarte en Sunrise Beach por la mañana y luego moverte a Sunset Beach para ver cómo el cielo se tiñe de naranja y rosa. Entre medias, un chapuzón por Pattaya Beach, comer algo rico en algún restaurante local y, si te animas, apuntarte a una excursión de snorkel o buceo.
También puedes hacer una escapada al Parque Nacional Marino Tarutao, que es una pasada y te hace sentir como un explorador. Barcos long tail te llevan en pocos minutos a islitas cercanas que parecen deshabitadas.
Si quieres una de las mejores islas de Tailandia para desconectar de todo, sentirte lejos del ruido del mundo y vivir el Tailandia más puro, Koh Lipe te espera con los brazos abiertos. Solo te advertimos algo: cuesta irse después.
6. Ko Tao
Si buscas un paraíso para el verano, Ko Tao es esa isla que te atrapa sin pedir permiso. Y no lo decimos por decir: muchos viajeros la eligen como la mejor isla de Tailandia en verano.
Aquí no hay prisas. No hay estrés. Solo playas que parecen sacadas de una postal, agua tan transparente que verás hasta tu reflejo haciendo snorkel y ese rollo relajado que te hace pensar: “Vale, ahora sí estoy de vacaciones”.
Ko Tao es la isla preferida de los buceadores. Hay escuelas por todas partes, tanto si quieres sacarte el Open Water como si simplemente quieres hacer una inmersión y alucinar con el fondo marino. La isla está rodeada de arrecifes coloridos, tortugas, peces payaso y hasta tiburones de arrecife (tranqui, son pacíficos).
Aún así, si prefieres mantener la cabeza fuera del agua, también puedes hacer kayak, senderismo o simplemente tumbarte en Freedom Beach o Ao Leuk sin hacer nada. Que también es un planazo.
Desde la península puedes llegar en ferry desde Chumphon o Surat Thani, y también desde otras islas como Ko Samui o Ko Pha Ngan. Los trayectos duran entre 1 y 3 horas y cuestan entre 15 y 25€, dependiendo del punto de partida. Así que si estás ya en el Golfo de Tailandia, no hay excusa para no pasar por aquí.
Lo ideal es dedicarle al menos 3 o 4 días. Ko Tao no se ve con prisas. Es de esos sitios que se saborean poco a poco. Y junto con Phi Phi, está en el podio de las islas más bonitas de Tailandia.
7. Koh Nang Yuan
¿Creías que ya habías visto todas las postales posibles? Espera a llegar a Koh Nang Yuan. Es una pequeña maravilla formada por tres islitas unidas por una lengua de arena blanca tan perfecta que parece irreal. Y lo mejor: está a sólo 15 minutos en barca desde Ko Tao. Así que si ya estás allí, esta excursión es un sí rotundo.
Nada más llegar, lo primero que vas a querer hacer es subir al mirador. Vale, la subida no es un paseo, pero las vistas desde arriba son simplemente brutales. Verás el mar en mil tonos de azul, las tres islas unidas, y si tienes suerte, hasta algún barquito cruzando el horizonte.
Luego, toca relajarse. Puedes hacer snorkel (es uno de los mejores lugares de la zona para ver corales y pececillos), o simplemente ponerte bajo una sombrilla y dejar que el tiempo pase. Eso sí, ten en cuenta que es una zona protegida. No se puede llevar plástico, y algunas zonas están restringidas para cuidar el ecosistema. Turismo responsable siempre.
El acceso cuesta unos 100 bahts (unos 2,5€), y el trayecto en longtail desde Ko Tao suele costar unos 8-10€. Fácil, barato y precioso. Koh Nang Yuan es de esas escapadas que se quedan grabadas, una de las mejores islas en Tailandia para una excursión única en Tailandia.
8. Ko Pha Ngan
A ver, seamos sinceros: cuando piensas en Ko Pha Ngan, seguramente lo primero que te viene a la cabeza es la Full Moon Party. Esa fiesta legendaria que se celebra cada mes de verano en la playa de Haad Rin y que reúne a miles de personas de todo el mundo. Neones, fuego, música a tope, cubos con cócteles y un ambiente que no se vive en ningún otro sitio. Si lo tuyo es el desfase sano, esta isla es tu templo de peregrinación.
Pero ojo, Ko Pha Ngan no es solo fiesta. Tiene un lado salvaje y natural que sorprende muchísimo. Al norte de la isla encontrarás playas tranquilas como Bottle Beach o Haad Yuan, accesibles solo en barco o caminando por la selva. Y la recompensa es una playa casi desierta, pero con mojito.
También hay rutas de senderismo, cascadas, templos escondidos y hasta centros de meditación y yoga. Es ese equilibrio entre caos y calma lo que hace que Ko Pha Ngan tenga un lugar especial en el ranking de las mejores islas de Tailandia.
Para llegar, puedes hacerlo en ferry desde Ko Samui o Ko Tao. El trayecto ronda los 30-60 minutos y cuesta entre 10 y 15€. Y si vas en temporada alta (especialmente en luna llena), reserva con antelación, porque se pone hasta arriba.
Con 2 o 3 días puedes vivir lo mejor de esta isla. Fiesta sí, pero también naturaleza, desconexión y playitas escondidas. ¿Hace falta decir más?
9. Ko Wua Ta Lap (Ang Thong Marine Park)
Si Koh Samui (que ahora te contaremos sobre ella) es tu base de operaciones, hay una excursión que no te puedes perder por nada del mundo: el Parque Nacional Marino de Ang Thong. Y dentro de este archipiélago de 42 islas, una de las más espectaculares es Ko Wua Ta Lap.
Aquí te vas a sentir en medio de una película de aventuras. La isla tiene todo lo que imaginas cuando piensas en el paraíso: aguas esmeralda, acantilados de vértigo, selva tropical y playas donde solo se escucha el sonido del mar.
Una de las cosas más alucinantes que puedes hacer es subir al mirador principal. Eso sí, son unos 500 escalones bastante empinados. Pero cuando llegas arriba… Las vistas de todas las islas del parque alineadas sobre el mar son simplemente mágicas.
Además, hay una cueva chulísima llamada Bua Bok, donde puedes entrar con linterna y sentirte como un explorador total. También puedes alquilar un kayak y remar entre islas, parar en playas solitarias o hacer snorkel en zonas llenas de vida marina.
Las excursiones salen desde Koh Samui por unos 35-45€, e incluyen transporte en lancha, comida, equipo de snorkel y guía. Salen por la mañana y regresan por la tarde, así que no necesitas cambiar de alojamiento ni hacer maletas.
Ang Thong y Ko Wua Ta Lap son uno de esos secretos que no todo el mundo conoce, pero que cuando los visitas entiendes por qué están en esta lista de las mejores islas en Tailandia.
10. Koh Samui
Llegamos a Koh Samui, y aquí el rollo cambia. Esta no es una islita tranquila sin apenas conexión. No, Koh Samui es una auténtica todoterreno tropical: moderna, bien comunicada, con mucha vidilla y sin perder ese encanto tailandés que tanto nos gusta. Es una de las mejores islas de Tailandia para quienes quieren variedad.
La isla es enorme comparada con otras de esta lista. Puedes alquilar una moto y recorrerla entera en unas horas. No te pierdas el Gran Buda (Big Buddha), el templo Wat Plai Laem, la Cascada de Na Muang o las vistas desde el mirador de Lad Koh. Las playas más famosas son Chaweng y Lamai, ideales para quien busca ambiente. Pero si prefieres algo más tranquilo, tienes Silver Beach, Lipa Noi o Maenam.
Una de las ventajas de Koh Samui es que tiene aeropuerto propio, con vuelos directos desde Bangkok, Chiang Mai o Phuket. También puedes llegar en ferry desde la península (Surat Thani) o desde islas vecinas como Ko Pha Ngan o Ko Tao.
La mejor época para venir es en verano, sobre todo entre junio y septiembre, cuando el clima es más seco que en otras zonas del pa
