Este jueves, 5 de junio, se ha desarrollado la quinta y última sesión del ciclo Tribuna Iberoamericana en el Ateneo de Madrid, presentada por Álvaro García-Mayoral, investigador del área de Estudios y Análisis de la Fundación Carolina, e introducido por Lorena Ruano, docente de Relaciones Internacionales en la Universidad Carlos III y el Instituto de Empresa.
El panel de discusión estuvo conformado, en esta ocasión, por Álvaro Ramón, investigador doctorando en la Relaciones Internacionales en la Universidad Complutense de Madrid, Berenice Areso, doctoranda en la Escuela Diplomática y Alejandro Dib, investigador colaborador en Fundación Carolina.
Lorena Ruano comenzó su intervención valorando los efectos de la nueva política de aranceles de la administración Trump. A este nivel, destacó el diferencial que se observa en las tasas aplicadas a países directamente competidores con la economía estadounidense, con respecto a los que no lo son, incluyendo a los países de América Latina en este último grupo. De aquí que, en su opinión, los países de la región pudieran verse beneficiados en el nuevo contexto internacional.
En un recorrido por algunas prospectivas de organismos internacionales, como el Banco Mundial o la OCDE, advirtió del bajo crecimiento que se espera para América Latina en los próximos años, “será la región de menor crecimiento en 2025”. Para afrontar esta situación, la investigadora y docente indicó la necesidad de inversión para superar las deficiencias en materia de seguridad, atajar la criminalidad y la desigualdad que lastran la productividad, aumentar la fiscalidad y evitar profundizar en la inseguridad jurídica reforzando el estado de derecho.
Ya en materia ambiental, señaló el vínculo entre el desarrollo y la sostenibilidad, llamando la atención sobre el aumento de emisiones en algunos países de la región, como México, la pérdida de biodiversidad y su matriz en las políticas públicas y situación social.
A continuación, Álvaro Ramón se centró en la cuestión ecológica. Con un breve repaso de las lógicas actuales o recientes en materia de políticas de desarrollo, analizó el modelo de “crecimiento verde” que subyace a las instancias internacionales, como los ODS o el Acuerdo de París, aprobados ambos en 2015 para hacer frente a la gran crisis ecosocial de la época. A este respecto, señaló el fracaso que ha supuesto con la casi certificada superación del margen de seguridad de los 1,5º. Para el investigador, tanto las consecuencias como las políticas diseñadas para hacer frente a la crisis ambiental, superan el impacto en el ámbito de lo local; a nivel global, estamos observando un aumento del neocolonialismo verde, así como la delimitación y abandono de “zonas de sacrificio”, todo ello impactando mayormente en el sur global. Por último, cuestionó el modelo de crecimiento de la región en los tiempos de la Marea Rosa, de fuerte inspiración desarrollista, soportada por un neo-extractivismo muy negativo tanto para los países latinoamericanos como para el mundo. Invitó a sacar lecciones de este período, para poder avanzar hacia un modelo de desarrollo que sea a la vez ambientalmente sostenible.
A continuación, Alejandro Dib inició su intervención destacando el alto nivel de incertidumbre que impera en la región, tanto a nivel político, como social, jurídico o climático; en su opinión este contexto condiciona radicalmente la inversión extranjera. A esto se une, además, la inseguridad, el crimen organizado, el clima de violencia y la debilidad de los estados. Asimismo, la enorme informalidad en empleo y los elevados índices de corrupción contribuyen a generar un clima hostil que ahuyenta la entrada del capital en los países que impulse el desarrollo económico y social. Desde aquí, puso en correlación la vinculación necesaria entre debilidad democrática e institucional, por un lado, y bajas tasas de crecimiento e inversión.
Finalmente, Berenice Areso comenzó señalando el nuevo contexto internacional que se ha abierto con el segundo mandato de Trump en Estados Unidos, que está generando una crisis del multilateralismo, a partir de una política arancelaria de importantes consecuencias para la región. En este sentido, y contestando la lectura en clave más optimista de Lorena Ruano, llamó la atención sobre la interdependencia económica global y los riesgos que este giro de guion podría producir en América Latina, como el fin de los tratados de libre comercio. Por otra parte, el desmantelamiento de la agencia USAID envían un mensaje claro en clave internacional, que no está exento de consecuencias: las políticas de desarrollo dejan de ser una obligación internacional de los países y pasan a estar sometidas a los intereses de índole nacional de los países donantes. Así, pese a que algunos países como España, con la reciente aprobación de su Ley de Cooperación para el Desarrollo Sostenible y la Solidaridad Global, la Ayuda Oficial al Desarrollo cae desde 2023 con la retirada de grandes donantes del Comité que agrupa a estos 32 países de la OCDE
Sin embargo, y como contrapunto a este contexto, Berenice señaló la oportunidad que se presenta también en la región para experimentar con otros modelos de cooperación, como pueden ser el enfoque de desarrollo en transición, la cooperación triangular o la cooperación sur-sur. Como mensaje final, recomendó que los planes de desarrollo arraiguen en las políticas nacionales.