Es el momento de quitarnos el miedo a la IA - c de c

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Laia Grassi es directora creativa especializada en inteligencia artificial generativa (IAG) aplicada a publicidad. Estuvo en el Día C 2025 para hablar de las posibilidades que ofrece esta herramienta al mundo creativo y para alentarnos a utilizarla sin miedo.

Inició su intervención explicando el título de su ponencia, ‘La musa ahora cocrea contigo’. Un título que justificó en el vínculo que, en su opinión, siempre han tenido la publicidad y la comunicación con el arte. “Los creativos, como los artistas, nos inspiramos en nuestro entorno para llegar al ‘momento eureka’, ese instante de iluminación en el que dices, ya tengo el insight que me va a ayudar a vender. Y durante años, el origen de esa inspiración estuvo en las musas. Algo que, de alguna manera, permanece”, señaló.

Según Laia Grassi, lo que sí ha ido cambiando a lo largo de la historia es el propio concepto y definición de la creatividad. “En la Antigüedad era vista como un don divino. En el Renacimiento, pasó a ser un proceso más social influenciado por los contextos culturales, un modo de rebelión. En la Ilustración, se define como una expresión individual, destacando el ingenio y la originalidad del artista; en el siglo XX, la creatividad se conecta con la tecnología, ampliando las formas de expresión artística; en la era digital, se vincula a la racionalidad y al análisis crítico, y es en el presente, cuando la IA plantea nuevos desafíos, sobre la autoría y la originalidad en el proceso creativo”, explicó.

Energía y magia

Para Laia Grassi la IA es energía y magia. “No es una moda pasajera, se va a convertir en la electricidad de hoy en día”.  Y es también magia, porque permite hacer los deseos realidad, nos hace la vida más fácil.  “Cuando la utilices, lo importante es que no se note la herramienta que hay detrás. Esta es la clave”, dijo.

Recordó que la IA está con nosotros desde hace tiempo, “solo estamos al principio de la curvatura”. Y dijo que “ahora es el momento de remangarnos y zambullirnos, de quitarnos los miedos a la IA que los medios ayudan a expandir”.

Habló también de los entornos donde más se utiliza: en el mundo del arte y de la publicidad, también en el diseño de producto, de interiores e incluso de casas. “La IA no trabaja sola, nosotros somos los directores de la orquesta y ella hace lo que le pedimos”, manifestó.

La IA no es una amenaza

Afirmó también que la IA es cada vez mejor y más accesible. Y que, de ninguna manera, supone una amenaza. “La IAG está aquí para amplificarnos y para ayudarnos”.

Explicó que los seres humanos llevamos viviendo olas de innovación desde hace mucho tiempo. La llegada de la energía hidráulica, de la máquina de vapor, de la electricidad, de los bioquímicos, el mundo digital… Y que cada ola dura cada vez menos y está más pegada a la siguiente.  “Cada vez que ha llegado una de estas olas de innovación hemos tenido miedo. Los medios han comunicado que esos cambios nos iban a destruir o que eran una simple moda que no servía para nada. Y en eso estamos hoy en día… Es más fácil tenerle miedo a algo que no tener ningún tipo de prejuicio y saltar a por ello e intentar abrazarlo”, comentó.

La realidad, apuntó Grassi, es que, según el Foro Económico Mundial, este año la IA creará 97 millones de nuevos empleos. Concretamente, supondrá el desplazamiento de 85 millones de empleos y la creación de 12 millones de nuevos puestos de trabajo. “Al igual que en su momento abrazamos internet, tendremos que abrazar la IA. Y quien no lo haga se quedará atrás el día de mañana”.

Similitudes y diferencias

Grassi habló también en su intervención del estudio que realizó en su momento sobre cómo funcionan el cerebro y la IA cuando son creativos. Respecto a la IA, recordó que sus orígenes se remontan a la época de Oppenheimer, cuando se inventó la bomba nuclear. Fue entonces cuando se diseñaron las primeras redes neuronales que querían replicar el funcionamiento del cerebro humano. “Como éste, la IA primero tiene un aprendizaje supervisado, después un aprendizaje profundo y luego una exploración de los espacios de solución, para terminar con la expresión, con los modelos generativos”, explicó.

Sin embargo, recalcó Laia Grassi, que, a diferencia del ser humano, la IA no tiene emociones, tiene una estructura de aprendizaje muy rígida, una originalidad muy limitada y carece de intencionalidad. “Pero la principal diferencia entre ambos es que la IA no tiene conciencia, ni siente ni razona. Y, por tanto, tampoco empatiza”.

Método Grassi

Dijo también que en su opinión la creatividad no es un talento, es una manera de operar. “Todos hemos dibujado de pequeños. El juego nos permite explorar y sacar nuestra parte más creativa. Por eso, tenemos que jugar y no tener miedo al fracaso”.

Afirmación que aprovechó para hablar de su método para extraer nuestra parte más creativa, para sacar lo mejor de nosotros. Un procedimiento basado en cinco pilares: el espacio, el tiempo, la persistencia, la confianza y el sentido del humor.  “Lo primero que hay que hacer es buscar un lugar apartado de las presiones rutinarias (espacio). A continuación, deberemos establecer un tiempo determinado para explorar ideas (tiempo). Pero no quedarse con la primera idea que nos surja. Tendremos que ir más allá, sin tener miedo a cometer errores, a arriesgar (persistencia).  Cuando tengáis la idea o solución, compartidla con vuestro entorno e intentad disfrutar y reíros con ello (confianza y sentido del humor)”.

Recomendó también enfrentarse a los miedos cuando uno está trabajando. “Será entonces cuando nuestro cerebro empiece a emitir ondas alfa. Un momento de flujo en el que estaremos en otro lado y no seremos conscientes del paso del tiempo. Y cuando lleguemos a ese nuevo camino, tendremos que hacernos preguntas para empezar a explorar”.

Dijo que desbloquear la creatividad es muy fácil. “Todos tenemos una creatividad inherente. Debemos volver a jugar con ese niño interior. Y hacerlo con estas cinco condiciones. Porque cada uno tiene un universo creativo irrepetible. Y contamos con las herramientas para descubrir la creatividad e ideas que llevamos dentro”, señaló.  Y añadió: “Nunca antes en la historia de la humanidad hemos vivido un momento como el de ahora. Se ha llegado a comparar la llegada de la IA con el descubrimiento del fuego. No tengáis miedo a las nuevas tecnologías, utilizadlas, eso sí, siempre con criterio, formación, ética y moral”.

Los 10 mandamientos de la era de la IA

Para finalizar su intervención, Laia Grassi citó los 10 mandamientos para la era de la IA incluidos en su nuevo libro, ‘Yo, algoritmo’:

1.- No temerás a la IA. No es tu enemiga, es tu aliada y colaboradora. Tu amplificador creativo.

2.- Aprenderás a bailar con la IA. No te resistirás al cambio. Desarrolla las habilidades que te permitirán colaborar con la IA de forma efectiva.

3.- Cultivarás tu humanidad. La IA puede hacer muchas cosas, pero no puede sentir, ni empatizar, ni juzgar. Cultiva el pensamiento crítico, la inteligencia emocional y el juicio ético.

4.- Explorarás lo desconocido. Utiliza la IA para explorar nuevas ideas.

5.- Romperás las reglas. La IA te permite desafiar las convenciones, romper los moldes, crear algo realmente original.

6.- Compartirás tu conocimiento. La creatividad es un acto colectivo.

7.- Serás responsable. Utiliza la IAG de forma ética, responsable y justa.

8.- Cuestionarás todo. No aceptes la información sin más. Verifica las fuentes, sé escéptico, piensa por ti mismo.

9.- Te adaptarás al cambio. El futuro es incierto. Aprende a aprender, sé flexible, reinventa tu creatividad constantemente.

10.- Crearás el futuro. No seas un mero espectador. Sé protagonista. Utiliza la IAG para construir un mundo mejor.

Recapiti
Natalia Pla