Galicia, plató de Netflix - INCIS

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La plataforma norteamericana cumple diez años en España con una fuerte apuesta local. ¿A qué producciones le darías mejor nota?

Netflix llegó a España en octubre de 2015 y hoy, diez años después, se ha consolidado como una de las principales plataformas de contenidos bajo demanda. Con una diferencia clave: la producción local. A lo largo de esta década, Galicia no ha pasado desapercibida, sino que ha sido escenario de series como El desorden que dejas (2020), Clanes (2024), El caso Asunta (2024), El jardinero (2025), Hasta el cielo: la serie (2023), todas ellas originales de Netflix, o Vivir sin permiso (2018) y Fariña (2018), que la plataforma acabaría incorporando a su catálogo.

De las producidas originalmente por Netflix, ¿cuál te gusta más?

La gran inversión de Netflix en platós hace que Ramón Campos, productor ejecutivo de Bambú Producciones, considere la plataforma ya como local. No en vano, su sede de Tres Cantos, Madrid, es la más grande de todo Europa.

Bambú fue con quien Netflix debutó en España, con la serie Las chicas del cable. En una entrevista para un trabajo académico de hace dos años, Campos ya señalaba que solo las televisiones locales y Netflix tendrían capacidad para perdurar a medio plazo.

En este mismo sentido, Emma Lustres, productora de Vaca Films, explicaba recientemente a La Voz de Galicia que Netflix se basa en “producir localmente para el mundo” y que España se encuentra en “un sitio privilegiado”.

Escenarios de Galicia

Las cuatro provincias gallegas han servido como escenario de rodaje y, en muchos de los casos, con actores locales como protagonistas. Las Rías Baixas –la de Arousa la primera— acogieron los rodajes del narcotráfico gallego: Clanes, con Tamar Novas y Clara Lago como protagonistas; Vivir sin permiso, que transcurre principalmente en el pazo de A Toxeiriña, en Moraña; y Fariña, un producto arriesgado e innovador para Ramón Campos, que defiende que la industria debe escapar, de vez en cuando, de lo puramente comercial y popular.

Las series destacan por la presencia de actores y, por supuesto, extras gallegos. Precisamente, Clanes trabaja ahora en su segunda temporada y ha anunciado que busca figurantes, de entre 18 y 80 años, en A Coruña, Pontevedra y Ferrol.

El caso Asunta, en Santiago, generó expectación en la audiencia por documentar unos hechos reales. Aún más en la propia ciudad, donde las calles Xeneral Pardiñas y Doutor Teixeiro sirvieron de escenario para la docuserie sobre un crimen que no dejó indiferente a nadie en 2013.

También un asesinato, en este caso ficticio, es el argumento central de El desorden que dejas. Ocurre principalmente en el instituto de Celanova y en espacios conocidos como las termas de Bande, donde Inma Cuesta y Aaron Piper, los protagonistas de la serie, grabaron entre niebla.

El jardinero se graba principalmente en Pontevedra, en enclaves de la ciudad como el Pazo de Lourizán, la Praza da Ferrería o Rúa dos Soportas, así como a lo largo de la provincia: las ruinas de Santa Mariña, en Cambados; el puerto de Vilagarcía de Arousa; y el Pazo do Mosteiro, en Tomiño.

En Hasta el cielo: la serie, Santiago, Ferrol, Lugo y A Coruña aparecen en primer plano, compartiendo protagonismo con otras ciudades europeas como París, Madrid y Lisboa, así como puntos del Algarve. El actor principal es Luís Tosar, al igual que en La sombra de la ley, película rodada en Lugo y ambientada en los años 20.

Otra producción que apuesta por escenarios locales es O sabor das margaridas. En este caso, la intención va más allá y se graba originalmente en gallego. Pese a no ser original de Netflix, la plataforma acabó distribuyéndola internacionalmente. Es habitual que la compañía norteamericana comparta trabajos de televisiones locales como la TVG, en este caso, o Telecinco, con Vivir sin permiso.

En cuanto a las plataformas, no vamos a vivir una explosión, sino un pequeño desinfle. El propio Ramón Campos admitía que es imposible llegar a todos los contenidos que se nos ponen a disposición:

“Yo tengo todas las plataformas para ver qué funciona y qué no, y no soy capaz de ver todo lo que tienen. Si trabajas, estudias, tienes que ver todas las plataformas y tienes que mantener amigos… es imposible ya”.

También explicaba cómo la producción audiovisual aumentó tras la pandemia a causa de la falta de repositorio, pero que ese ritmo ya no es factible.

¿Qué plataformas seguirán en España?

Si el punto fuerte de Netflix es su apuesta por lo local, ese mismo factor actuará en favor de las televisiones tradicionales que, cada vez, invierten más en los contenidos de consumo bajo demanda. Antena 3, Telecinco o TVE viven de hacer contenido para España. También Netflix, que invierte en platós. Sin embargo, tal como indicaba Campos, los negocios de Disney son los parques de atracciones, los barcos, el merchandising o el cine; Apple fabrica teléfonos; y Amazon vende planchas. “Las series son solo los fascículos de los domingos. En cualquier momento pueden dar un portazo”, no duda en señalar.

Con motivo de su décimo aniversario en España, Netflix publicaba a principios de 2025 una nota de prensa en la que Diego Álvarez, vicepresidente de Contenido de Netflix en España, Portugal y Países Nórdicos, corroboraba esta idea sobre el contenido local: “Durante este tiempo, hemos descubierto una enorme variedad de historias que nuestra audiencia local ha amado. También mantenemos un fuerte compromiso con la industria y el talento: apostamos por voces en cada rincón de nuestro país e invertimos en una gran diversidad de series, películas y documentales. Esperamos seguir escribiendo, junto a todos ellos, un futuro brillante para el entretenimiento en España”.

Recapiti
Andrea