Las estrategias y tácticas de relaciones públicas más efectivas en 2025
En los últimos años la forma en la que las marcas se comunican con su audiencia ha cambiado radicalmente. La saturación de mensajes, la velocidad de la información y la creciente exigencia del público obligan a las empresas a ir más allá del marketing tradicional. Aquí, precisamente, es donde entran en juego las relaciones públicas: un pilar estratégico para construir reputación, generar confianza e influir en la audiencia.
Como agencia de relaciones públicas y marketing, sabemos que hoy no basta con ser visible: hay que ser creíble, auténtico y coherente. Por eso, en este artículo te explicamos qué es una estrategia de relaciones públicas, cómo crearla paso a paso, y compartimos ejemplos y tácticas clave para que tu marca destaque en 2025.
¿Qué es una estrategia de relaciones públicas?
Una estrategia de relaciones públicas es un plan estructurado y alineado con los objetivos de la empresa que busca gestionar su reputación, posicionar su mensaje y conectar con su público clave a través de distintos canales. No se trata únicamente de enviar notas de prensa; sino de influir, generar conversación, fortalecer vínculos y prevenir o gestionar crisis.
¿Cómo crear una estrategia de relaciones públicas?
Diseñar una estrategia de relaciones públicas efectiva implica varios pasos fundamentales, que resumimos a continuación:
-. Definir los objetivos: Visibilidad, reputación, posicionamiento, gestión de crisis, etc.
-. Identificar las audiencias clave: Clientes, empleados, inversores, comunidad…
-. Diseñar el mensaje: Tanto el objetivo central como los ejes narrativos.
-. Elegir los canales adecuados: medios de comunicación, redes, eventos, influencers, contenidos propios…
-. Ejecutar las acciones: Siempre desde la coherencia y la creatividad.
-. Hacer un seguimiento: Medir los resultados y ajustar la estrategia según los datos obtenidos para, después, comenzar de nuevo en el primer punto.
Las estrategias y tácticas más efectivas en 2025
Una vez establecida la estrategia, tenemos que identificar las tácticas que mejor están funcionando este año para permitirnos conseguir nuestros objetivos. Vamos a verlas:
> Comunicación con propósito. Las marcas que comunican desde un propósito claro generan vínculos auténticos con su audiencia. Ya no se trata solamente de decir lo que haces, sino de demostrar por qué lo haces. Una táctica clave es incorporar en tu estrategia historias reales que reflejen ese propósito: acciones sociales, sostenibilidad, testimonios de empleados o proyectos comunitarios que muestren que tu marca tiene una causa.
> Relaciones inteligentes con medios. El valor de aparecer en medios sigue siendo alto, pero el enfoque ha cambiado. Lo que funciona en 2025 es una relación basada en la colaboración, no en la saturación. En lugar de enviar notas genéricas, una táctica eficaz es preparar contenidos personalizados y exclusivos para cada medio, basados en datos, tendencias o casos únicos que aporten valor real al periodista.
> Alianzas con influencers. Una de las tácticas más efectivas hoy en día es trabajar con influencers con audiencias pequeñas, pero altamente comprometidas. Crear contenido con estos perfiles permite conectar con públicos muy específicos de forma auténtica. De hecho, esta es una de las formas más sólidas de generar confianza y alcance orgánico en redes.
> Contenido reputacional propio. Una de las grandes ventajas de las relaciones públicas es que permite convertir a la marca en su propio medio. Tener un blog, un pódcast o una newsletter activa facilita construir una narrativa continua y consistente. Una táctica clave es crear un calendario de contenidos alineado con los objetivos de relaciones públicas, optimizado para SEO y que responda a las inquietudes reales de la audiencia.
> Acciones basadas en datos. Saber qué funciona y qué no es fundamental para afinar la estrategia. En 2025, las herramientas de escucha y análisis permiten medir el impacto real de cada acción. Una táctica eficiente es monitorizar indicadores como la percepción de marca, el compromiso o las conversiones generadas por cada acción de relaciones públicas.
> Mensajes cercanos. La empatía es uno de los activos más valiosos de una marca. En un entorno digital saturado, los mensajes que emocionan, escuchan y conectan de verdad son los que perduran. Adaptar el lenguaje según la audiencia, mostrar el lado humano de la organización y hablar con naturalidad son tácticas que marcan la diferencia.
> Gestión de crisis proactiva. Las crisis no se improvisan. Una buena estrategia de relaciones públicas contempla escenarios de riesgo y mecanismos de respuesta. Una táctica fundamental en este campo es diseñar protocolos actualizados y simulacros internos que aseguren una reacción rápida y alineada con los valores de la marca.
Ejemplos de estrategias de relaciones públicas que funcionan
Una startup tecnológica que posiciona su CEO como referente de su sector a través de tribunas, entrevistas y presencia en eventos clave.
Una marca de moda sostenible que lanza una campaña de relaciones públicas con contenido creado junto a influencers preocupados por la sostenibilidad y medios especializados.
Una empresa energética que refuerza su reputación con una estrategia de contenidos propios centrada en innovación y transición verde.
Una institución educativa que mejora su comunicación interna y externa mediante un plan de portavoces y narrativas alineadas.
Conclusión
En resumen, una buena estrategia de relaciones públicas no es un lujo; es una necesidad. Las marcas que dominan este arte comunican mejor e influyen más. En este sentido, contar con una agencia de relaciones públicas y marketing puede marcar la diferencia entre quedarse en el ruido o liderar la conversación, ya sea para construir reputación, lanzar un producto, gestionar una crisis o conectar emocionalmente con el público. Así que, si quieres llevar la comunicación de tu marca al siguiente nivel, el momento es ahora. Porque influir no es cuestión de suerte, es cuestión de estrategia.