Andropausia, la desconocida menopausia que sufren los hombres

La andropausia, también conocida como menopausia masculina o síndrome de déficit de testosterona, hace mención a la “disminución gradual de la producción de testosterona en los hombres”. Aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) no utiliza el término ‘andropausia’, reconoce este concepto como parte del proceso natural de envejecimiento reproductivo por parte del hombre.

Con el paso de los años, la producción de testosterona, de manera natural, va descendiendo en el varón. Esto ocurre a partir de los 30 años de edad. Sin embargo, no será hasta los 40 o 50 años (la edad es muy variable en el hombre) cuando empiecen a aparecer los primeros síntomas de andropausia. Es importante señalar que el mínimo de testosterona o el descenso drástico del mismo se produce a partir de los 70 años de edad. Una edad mucho más prolongada que en la menopausia femenina.

Se debe tener en cuenta como causa directa para la temprana aparición de este fenómeno factores como el estrés, depresión, obesidad y enfermedades crónicas.

Como recoge la revista médica Reproducción Asistida ORG, la andropausia se compara con el climaterio de la mujer, aunque no son lo mismo. Entre las diferencias existentes entre la menopausia masculina y femenina destaca los cambios de humor o la aparición de los síntomas de manera lenta y paulatina en el caso de los varones.

Otra diferencia importante, quizás la que más, es que el hombre no pierde la fertilidad con la aparición de la andropausia, solo se ve disminuida. De hecho, el hombre es capaz de continuar su proceso fértil pasado los 60 años de edad. Algo impensable en la mujer. Por ello, si se encontrara un problema previo, lo más conveniente sería acudir a una clínica de reproducción asistida para analizar el caso concreto.

La andropausia o síndrome de deficiencia androgénica del envejecimiento masculino (ADAM) se manifiesta con un conjunto de síntomas físicos, sexuales, cognitivos y emocionales, que impactan directamente la calidad de vida del hombre. A continuación, se describen los principales:

-Fatiga persistente: La testosterona contribuye al metabolismo energético y la vitalidad general. Su descenso puede causar baja energía, apatía y cansancio crónico.

-Bajo deseo sexual: La testosterona es clave en el mantenimiento del deseo sexual. Su declive impacta el eje hipotálamo-hipófisis-gonadal. En estudios clínicos, más del 70% de los hombres con andropausia reportan hipolibidinemia.

-Disfunción eréctil: Aunque también intervienen factores vasculares y neurológicos, la testosterona juega un papel fundamental en la erección nocturna y matutina.

-Cambios emocionales: La testosterona actúa en receptores cerebrales relacionados con el estado de ánimo. Su déficit puede alterar la neurotransmisión (dopamina, serotonina). Puede confundirse con trastornos afectivos primarios si no se evalúa el contexto hormonal.

-Pérdida de masa muscular y aumento de grasa abdominal: La testosterona tiene efecto anabólico: estimula la síntesis de proteínas y regula la distribución de la grasa corporal. Su carencia genera sarcopenia e incremento de tejido adiposo visceral.

-Trastornos del sueño: Alteraciones hormonales que afectan el ritmo circadiano y la arquitectura del sueño profundo. El mal descanso agrava otros síntomas, como la fatiga y la irritabilidad.

-Problemas de concentración y memoria: La testosterona influye en procesos cognitivos y en la función ejecutiva a nivel cerebral.

La reducción o pérdida de la erección, la disminución del deseo sexual, la depresión y la pérdida de la memoria fueron los principales síntomas referidos en un estudio realizado por Castelo sobre el conocimiento de los hombres sobre la menopausia masculina.

Los criterios para diagnosticar andropausia o menopausia masculina han sido objeto de debate desde décadas atrás. Aunque no existe un criterio unánime en relación con el cuadro clínico que se pueda presentar por andropausia, la Universidad de San Louis, Missouri, desarrolló un cuestionario para su diagnóstico que consta de 10 preguntas.

Se considera positivo de andropausia cuando se contesta afirmativamente las preguntas 1 y 7, y también cuando se contestan afirmativamente 3 de cualquiera de las otras preguntas.

Las soluciones o el tratamiento asignado irán vinculados según los síntomas asociados y a la intensidad de los mismo.

-Terapia de Reemplazo Hormonal (TRH) con testosterona: para los hombres con síntomas evidentes y niveles bajos de testosterona. Ayuda a mejorar los síntomas que han ido apareciendo a causa de la menopausia masculina.

-Cambios en los estilos de vida: hacer ejercicio regular, gestionar los niveles de estrés y, sobre todo, cuidar la alimentación son tres factores determinantes para mejorar la andropausia.

-Acompañamiento psicológico: es normal que aparezcan síntomas emocionales. Para ello, lo más conveniente sería contar con apoyo psicoterapéutico para revertir las emociones asociadas como pueda ser la depresión o ansiedad.

Para adecuarnos al mejor tratamiento posible, será necesario valorar al paciente en su conjunto, tanto físico como emocional. La intervención temprana puede devolver al varón vitalidad, mayor autoestima y una vida sexual y emocional plena. Por ello será importante acudir a especialistas para realizar un diagnóstico certero y eficaz. Con información y apoyo, el envejecimiento reproductivo del hombre puede verse minimizado o que la aparición del mismo se prolongue por años.