La tesis analiza el tratamiento con células madre para la regeneración de tejidos
La Dra. Esther Laguna Bercero estudió Medicina en la Universidad de Zaragoza y se trasladó a Santander para realizar la formación MIR. Es especialista en Traumatología y Cirugía Ortopédica y actualmente trabaja en la Unidad de Traumatología del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla. Además, es profesora asociada de la Universidad de Cantabria donde forma a estudiantes de Grado en Medicina, es investigadora del IDIVAL y ha realizado una tesis doctoral que ha recibido el Premio del Colegio de Médicos de Cantabria a la Mejor Tesis del 2024. En esta entrevista explica su trabajo y sus planes futuros en el ámbito de la investigación.
-Has ganado el Premio del COM Cantabria a la mejor tesis doctoral de 2024 ¿qué ha supuesto para ti este reconocimiento?
La finalización de la tesis doctoral, por sí misma, ya supone una gran satisfacción profesional y personal. Me enorgullece haber recibido este premio del Colegio de Médicos, no solo por su prestigio, sino por ser además compañeros de profesión los que reconocen nuestro trabajo. Supone una validación enorme del esfuerzo invertido durante cuatro intensos años, en los que también he tenido que compaginar mi labor
asistencial y docente habitual. Personalmente, este premio es una fuente de motivación inmensa que me anima a seguir investigando y es un recordatorio de que la dedicación y la pasión por la ciencia finalmente merecen la pena.
-Cuéntanos cuál ha sido el tema de tu tesis y la conclusión a la que ha llegado….
Es un tema de gran actualidad y que está experimentado un importante crecimiento en la investigación, sin duda vamos a oír hablar de ello en los próximos años. Hace referencia al tratamiento con células madre para la regeneración de tejidos. En nuestro caso, hemos experimentado esta terapia celular en ratones a los que se ha creado una fractura femoral y se administran células madre mesenquimales, un tipo de células madre, para ayudar a la consolidación ósea.
En ocasiones, la consolidación después de una fractura no ocurre, apareciendo complicaciones que denominamos retardo de consolidación o seudoartrosis. Esto supone, realmente, un reto para el paciente y para el traumatólogo, con largos tiempos de curación y tratamientos complejos. Cuando estos tratamientos estándar fracasan tenemos que buscar alternativas entre las que se encuentra la terapia con células
madre mesenquimales. Éstas son células pluripotenciales que conservan la capacidad de diferenciarse a osteoblastos y que finalmente formarán tejido óseo. Estas células se aíslan fácilmente de la médula ósea y posteriormente se cultivan para ser implantadas.
En este trabajo de investigación, las células se recolectaron de pacientes con osteoporosis o artrosis, posteriormente se administraron a nuestro animal de experimentación por vía sistémica o local en el foco de fractura. Se realizaron comparaciones tanto del origen celular como de la vía de administración. Por una parte, no encontramos diferencias en la vía de administración. Por la otra, nuestros resultados mostraron que las células madre mesenquimales de pacientes con osteoporosis conservan las capacidades de regeneración ósea. Por ello, a pesar del potencial efecto negativo de la osteoporosis en la funcionalidad de estas células, pueden ser igualmente válidas para las terapias regenerativas al mantener sus funciones conservadas.
Actualmente, se está investigando en diferentes ensayos clínicos en humanos, aunque es necesario estandarizar diversos parámetros para su uso en la regeneración ósea y, por tanto, para el tratamiento de las fracturas y sus complicaciones.
-¿Crees que este tipo de distinciones ayudan a los médicos a desarrollar su carrera profesional?
Por supuesto que sí, no solo refuerza la confianza en la propia capacidad investigadora, sino que también otorga una credibilidad adicional a futuras investigaciones y proyectos, pudiendo abrir puertas a nuevas oportunidades, como la posibilidad de colaborar en proyectos de investigación más ambiciosos o acceso a financiación.
Cuando comenzamos esta profesión, casi todos lo hacemos por vocación y lo primero que pensamos es en la labor asistencial del médico, que nos ocupa la mayor parte del tiempo. Cuando profundizamos en este mundo, aparecen otros aspectos como la docencia y la investigación, que poco a poco vamos integrando en nuestro día a día. La visibilidad que ofrece este tipo de galardones es un estímulo para seguir animando
a la gente joven y futuros especialistas al apasionante mundo de la investigación y, sin duda, siempre buscando la excelencia en nuestra práctica médica.
-¿Quién fue el director de tu tesis y en qué medida ha influido en el resultado final de tu trabajo?
La directora de mi tesis doctoral ha sido Maribel Pérez Núñez. Sinceramente, no tengo palabras suficientes para agradecerle todo lo que me ha dado. Cuando me propuso la aceptación de esta aventura no pude negarme, cualquier proyecto que elige es sinónimo de calidad y de éxito. Para mí, es un referente a seguir, destacando su capacidad de trabajo, su mente privilegiada, su calidad humana, su ilusión por todo lo
que hace y que transmite a los que estamos a su lado. Tengo la gran suerte de poder trabajar a su lado y de que sea mi amiga.
-Cada vez sois más médicas las que destacáis en el terreno de la investigación ¿por qué crees que el porcentaje de mujeres en la profesión no deja de crecer en los últimos años?
La Medicina es una profesión que a menudo requiere empatía, habilidades comunicativas y una gran capacidad de trabajo. Estas son cualidades que, sin duda, muchas mujeres desarrollan y potencian, por lo que esta carrera nos resulta muy atractiva. Desde las últimas generaciones, es habitual un considerable mayor número de mujeres en las aulas, no solo en Medicina, sino en todos los estudios sanitarios.
A medida que ha aumentado el número de mujeres en la profesión y han alcanzado posiciones de reconocimiento en la investigación, se han convertido en modelos a seguir para las generaciones más jóvenes. Esto está creando un nuevo ciclo, que incrementa esta tendencia.
Aunque la Medicina es exigente, algunas especialidades o ciertas facetas, como la investigadora, pueden ofrecer una mayor flexibilidad laboral que permita un mejor equilibrio entre la vida profesional y la personal. Aunque éste es un desafío constante para todos los profesionales de la salud, los avances en la organización laboral y la tecnología pueden contribuir a su mejoría en un futuro cercano.
-Para terminar, ¿cuáles son tus planes a corto y medio plazo?
Después de la extenuación que supuso la finalización de la tesis doctoral y la preparación del acto de su defensa a finales del pasado año, me tomé unos meses de descanso, pero ya he retomado varios proyectos. Evidentemente, nuestra profesión nos obliga a estar actualizados de forma constante debido, no solo a los avances médicos, sino, en concreto en traumatología, al rápido avance de la tecnología. En la
actualidad, colaboro como profesora en distintos cursos de formación para especialistas y también soy investigadora colaboradora de otros proyectos de investigación relacionados con las células madre mesenquimales.
Para finalizar, quiero mostrar mi agradecimiento, una vez más, al Colegio de Médicos. Y, por supuesto, quiero compartir este reconocimiento con mi directora de tesis, tutor, colaboradores y todos aquellos que me han apoyado a lo largo del camino.