El fenómeno Nude Project sigue consolidándose como uno de los casos más interesantes de crecimiento empresarial en el sector moda de España. La firma creada por Bruno Casanovas y Álex Benlloch ha trascendido el negocio textil para convertirse en un ecosistema empresarial que combina comercio, contenido y experiencias físicas, con una hoja de ruta que prioriza la rentabilidad y la creación de comunidad. Un enfoque que aporta claves estratégicas para marcas que buscan sostener márgenes en mercados saturados y entornos digitales fragmentados.
En poco más de cinco años, Nude Project ha multiplicado sus cifras de negocio y ha comenzado su expansión internacional, todo ello sin renunciar a su esencia independiente ni a una narrativa propia que conecta con su audiencia joven.
Del contenido al negocio físico: la fórmula de Nude Project
La clave de Nude Project no ha sido solo diseñar ropa atractiva para un público joven, sino construir una marca alrededor de una comunidad con identidad compartida. Desde sus inicios, Benlloch y Casanovas entendieron que el contenido digital sería el vehículo para consolidar esa comunidad. Lo relevante no es el volumen de seguidores, sino cómo esa comunidad se activa y se traslada a espacios físicos, lo que permite generar un vínculo emocional y duradero con la marca.
Esta estrategia se ha materializado en la creación de experiencias presenciales que trascienden la compra. El lanzamiento de Nude Festival o su incursión en la restauración con Desnude Beer no son movimientos accesorios, sino decisiones estratégicas para reforzar el posicionamiento de marca y diversificar su red de negocio. Cada nuevo proyecto funciona como un punto de contacto que amplía su ecosistema y reduce la dependencia del canal de moda tradicional.
La apuesta física como ventaja competitiva
Mientras muchas marcas nacidas en el entorno digital optan por modelos 100% online, Nude Project ha decidido apostar por el espacio físico como una palanca estratégica. No se trata solo de abrir tiendas, sino de convertirlas en centros de experiencia de marca y convivencia para su comunidad. La flagship de Madrid en Fuencarral ejemplifica este enfoque: un punto de encuentro para los seguidores de la marca y un escaparate de su cultura.
Este modelo permite controlar de forma directa la experiencia del cliente, potenciar la rentabilidad a través de eventos en tienda y generar contenido exclusivo para sus canales digitales. La tienda deja de ser un punto de venta convencional para convertirse en una herramienta de marketing en tiempo real, con la capacidad de activar la comunidad y generar conversación constante.
Una red empresarial diseñada para diversificar
La estrategia de Nude Project se apoya en una red empresarial flexible que permite testar nuevos formatos de negocio y diversificar su presencia sectorial sin perder agilidad. Los movimientos hacia la restauración, los festivales o los proyectos internacionales no responden a una diversificación oportunista, sino a una estrategia de ecosistema en la que cada negocio complementa y refuerza al resto.
Este enfoque permite a la marca mitigar riesgos y sostener márgenes en entornos volátiles, algo especialmente relevante en un mercado tan expuesto a las modas y los cambios de comportamiento juvenil. La combinación de producto, contenido y experiencias físicas mantiene a Nude Project en una posición diferencial y le permite proyectar su modelo más allá de las fronteras del textil.
Bruno Casanovas y Álex Benlloch han demostrado que, en mercados saturados, construir marcas que piensan como redes empresariales y no como líneas de producto puede ofrecer una ventaja competitiva real y sostenible. Un modelo de negocio que muchas firmas de moda en España observan con atención.
Fuente: Merca2
