Cuando pensamos en moluscos, lo primero que suele venirnos a la mente son las almejas, los mejillones o los caracoles marinos, habitantes habituales de la costa. Pero existe un mundo mucho más discreto y sorprendentemente diverso que vive alejado del mar: el de los moluscos de agua dulce. Invisibles para la mayoría, estos animales viven en manantiales, ríos, lagos, charcas e incluso en aguas subterráneas. Aunque a menudo pasan desapercibidos, ya sea por su pequeño tamaño o por su vida escondida entre piedras y sedimentos, cumplen un papel crucial en los ecosistemas acuáticos: filtran el agua, ayudan a descomponer materia orgánica y forman parte de la dieta de numerosos peces, aves y anfibios.
Autores
Jonathan P. Miller Fernando García Guerrero Lola Bragado Javier de Andrés Diana Delicado