Telerehabilitación en pacientes neurológicos: evidencias sobre continuidad terapéutica tras el alta - DyCare

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La Telerehabilitación en pacientes neurológicos requiere continuidad, intensidad y un seguimiento estructurado para maximizar la recuperación funcional. Sin embargo, muchos pacientes pierden el acceso al tratamiento poco después del alta hospitalaria. 

El estudio desarrollado por el equipo de Mutuam Girona, en colaboración con DyCare, analiza cómo un programa híbrido de telerehabilitación puede cubrir esa brecha asistencial con seguridad, eficacia y alta satisfacción.

A través de una intervención combinada de sesiones digitales y presenciales, se evaluaron variables como adherencia, percepción de seguridad, mejora funcional y calidad de vida en personas con patologías neurológicas recientes. 

Este artículo resume los hallazgos principales y sus implicaciones clínicas, con un enfoque directo para profesionales sanitarios, pacientes y responsables de servicios de rehabilitación.

La pérdida de continuidad tras el alta hospitalaria

 Tras una lesión neurológica aguda, como un ictus o un síndrome de Guillain-Barré, los pacientes suelen recibir atención intensiva durante la fase hospitalaria y subaguda. 

Esta fase, altamente estructurada, permite recuperar parcialmente la funcionalidad afectada. No obstante, el periodo posterior al alta sigue siendo crítico.

En muchos casos, no existe un servicio ambulatorio específico de neurorehabilitación accesible en el entorno inmediato del paciente, lo que genera una discontinuidad terapéutica que compromete los avances logrados. 

La pérdida de seguimiento clínico tras el alta es un punto débil común en múltiples sistemas de salud.

Limitaciones del modelo tradicional ambulatorio

En el contexto del estudio realizado por Mutuam Girona, se identificaron varias limitaciones estructurales: escasez de recursos en proporción a la población atendida, ausencia de unidades de neurorehabilitación ambulatoria en la provincia y tiempos de espera prolongados. 

Estas barreras se traducen en una disminución del acceso a la rehabilitación, especialmente en momentos en que más se necesita.

Frente a esta problemática, la telerehabilitación aparece como una alternativa eficaz. 

Su implementación permite iniciar el tratamiento desde el primer día tras el alta, sin necesidad de desplazamientos, y con posibilidad de incrementar la intensidad y frecuencia de las sesiones. 

Además, el paciente puede permanecer en su entorno, lo que favorece la integración de la rehabilitación en su vida cotidiana.

Objetivos del estudio

El objetivo principal del estudio fue evaluar la viabilidad y los resultados clínicos de un programa de telerehabilitación en pacientes con patología neurológica reciente, utilizando la plataforma ReHub. 

Se analizaron variables como la adherencia al tratamiento, la seguridad durante las sesiones y la satisfacción de los usuarios con el formato digital.

También se midió el impacto clínico en términos de independencia funcional, tolerancia al esfuerzo y calidad de vida percibida. 

Este enfoque permitió valorar no solo la eficacia de la intervención, sino su aceptación y utilidad práctica como herramienta real de continuidad terapéutica.

Diseño y metodología de la intervención

 El diseño fue cuasi-experimental, con intervención híbrida durante seis días a la semana: una primera sesión presencial de control en el Hospital de Atención Intermedia Mutuam Girona, seguida por cinco días consecutivos de sesiones digitales realizadas desde el domicilio. El sexto día se destinaba al descanso. 

La duración media del programa fue de 43 días.

 La intervención fue multidisciplinar, incluyendo fisioterapia, terapia ocupacional y logopedia, según el perfil del paciente. 

Las sesiones digitales se realizaron mediante ejercicios pautados en la plataforma ReHub, que permitía medir el rendimiento y registrar la adherencia. 

También se incluyeron indicadores de seguridad como el número de caídas o incidencias técnicas.

Perfil de los participantes

La muestra incluyó 23 personas con patología neurológica aguda, la mayoría con diagnóstico de ictus (80,77%). 

La edad media fue de 66 años, con un rango entre 45 y 87. Todos los participantes fueron derivados desde unidades de rehabilitación intensiva domiciliaria y seleccionados por su potencial de recuperación funcional. 

Se priorizó a pacientes con un mínimo grado de autonomía, disponibilidad de conexión a internet y capacidad para utilizar una plataforma digital. 

La intervención fue personalizada según el nivel funcional y el diagnóstico clínico de cada persona.

Telerehabilitación en pacientes neurológicos: Resultados en adherencia al tratamiento 

Uno de los principales indicadores analizados fue el nivel de adherencia a las sesiones programadas. 

El 53% de los pacientes presentó una adherencia alta, mientras que un 37% tuvo una adherencia media y solo un 10% mostró baja adherencia. 

Los casos de menor cumplimiento se asociaron a situaciones de mayor afectación neurológica o barreras tecnológicas.

 Cabe destacar que tres personas tuvieron dificultades de acceso a internet o la plataforma y dos abandonaron por pérdida de contacto familiar. 

Aun así, los niveles generales de cumplimiento fueron elevados, lo que confirma la viabilidad operativa del modelo híbrido propuesto.

Seguridad y tolerancia de la intervención

La seguridad fue otra variable central del estudio. No se registraron caídas durante las sesiones digitales. 

Únicamente un caso presentó sobrecarga muscular y tendinopatía rotuliana secundaria, tratada sin necesidad de interrumpir el programa. 

Estos resultados indican que el protocolo aplicado permite un tratamiento seguro desde el entorno domiciliario. 

La plataforma ReHub ofrece pautas claras, monitorización continua y retroalimentación visual, elementos clave para garantizar la correcta ejecución de los ejercicios sin riesgo. 

El modelo de control inicial presencial también contribuyó a establecer una base segura para el resto de la intervención.

Evaluación funcional y resultados clínicos

 Durante el periodo de intervención se realizaron un total de 587 sesiones, con una media de 22,5 sesiones por paciente. 

Los tipos de ejercicios pautados incluían equilibrio dinámico, potenciación, propiocepción, motricidad de extremidades superiores, estiramientos y disociación de cinturas. 

En algunos casos también se incorporaron sesiones de logopedia y tratamiento para disfagia. 

El 77,78% de los pacientes que completaron los dos meses de intervención mostraron una mejora funcional que les permitió no requerir más rehabilitación posterior. 

Este dato es clave, ya que indica no solo la efectividad de la intervención, sino su capacidad para cerrar de forma autónoma el ciclo terapéutico post-agudo.

Satisfacción y percepción del servicio en la telerehabilitación en pacientes neurológicos

Otro aspecto evaluado fue la satisfacción de los pacientes con el programa de telerehabilitación. 

Las encuestas mostraron una valoración positiva en la mayoría de los casos. Los usuarios destacaron la comodidad del formato, la facilidad de uso de la plataforma y el acompañamiento profesional constante como elementos clave de su experiencia.

Además, la posibilidad de realizar los ejercicios en casa, sin desplazamientos ni esperas, fue muy valorada. La percepción general fue que el tratamiento no se vio reducido por el hecho de ser digital, sino que se sintieron acompañados, monitorizados y comprometidos con su proceso de recuperación.

Análisis de los ejercicios y progresión

Los ejercicios de equilibrio dinámico se asociaron a las tasas más altas de adherencia, especialmente cuando se aplicaron progresiones de intensidad y complejidad de forma gradual. 

En cambio, los pacientes con mayor afectación motora, que recibieron ejercicios más estáticos o autoasistidos, mostraron niveles más bajos de cumplimiento.

Esto sugiere que la motivación del paciente está directamente relacionada con la percepción de reto funcional y la progresión observable. 

Por tanto, los protocolos de telerehabilitación deben diseñarse con una lógica de avance que motive al usuario sin comprometer la seguridad clínica.

Implicaciones para los sistemas de salud

El modelo híbrido validado en este estudio permite reducir la carga asistencial sobre los recursos presenciales, sin perder seguimiento clínico. También disminuye los costes indirectos del sistema, al evitar reingresos, recaídas o tratamientos fragmentados. 

La escalabilidad del formato digital, sumada a su seguridad, lo convierte en una herramienta clave para optimizar el proceso rehabilitador.

Los datos obtenidos demuestran que la telerehabilitación no es una solución de emergencia, sino un modelo complementario real, con impacto clínico, organizativo y económico. 

Además, promueve la autonomía del paciente y su implicación activa en la recuperación.

Conclusión 

La telerehabilitación en pacientes neurológicos, estructurada a través de plataformas como ReHub, permite mantener la continuidad terapéutica tras el alta hospitalaria de forma segura, eficaz y con alta satisfacción. Los resultados del estudio de Mutuam Girona respaldan su implementación como parte estable del circuito asistencial.

No se trata de sustituir la rehabilitación presencial, sino de integrarla con soluciones digitales que amplían el acceso, mejoran la adherencia y optimizan el uso de recursos. 

Este tipo de intervenciones híbridas representan un avance tangible hacia una rehabilitación más moderna, equitativa y efectiva.

Recapiti
HannibalRodriguez