Más de 150 participantes de 3º a 6º de Primaria del Itinerario del Educación en la Fe del noroeste de la inspectoría viven su campamento de verano en Cambados (Pontevedra)
Con el descubrimiento del Santo Grial, la celebración de la eucaristía y una fiesta real terminaba este 6 de julio el campamento de movimiento Andaina que reúne a niños de 3º a 6º de Primaria del Itinerario del Educación en la Fe del noroeste de la inspectoría de Santiago el Mayor. Y es que, durante una semana, las instalaciones del colegio salesiano La Merced y la Granja Serantellos de Cambados (Pontevedra) se han convertido en los terrenos medievales del rey Arturo y la reina Ginebra.
En torno a 150 participantes de los centros juveniles de Avilés (Asturias), Lugo, Ourense, León, Valladolid, A Coruña y Vigo se han convertido del 29 de junio al 6 de julio de este 2025 en herreros, orfebres, cesteros o trabajadores de distintos oficios de la Edad Media dispuestos a ayudar a los reyes en la búsqueda del preciado Santo Grial. A la vez, han explorado nuevos territorios, conocido nuevas culturas y convivido con los pobladores de otras aldeas vecinas.
Unidos por un proyecto común
En este viaje en el tiempo, destaca el trovador de los reyes (Manuel Gallego, del centro juvenil Amencer de Ourense), “hemos descubierto la importancia valores como la unidad, la cooperación, el cuidado de la casa común o la alegría, hemos desterrado algunos prejuicios y falsos rumores y hemos colaborado entre todos por un objetivo común”. La búsqueda de tan preciada reliquia por gremios sin necesidad de recurrir a la fuerza o a la violencia ha sido una tarea inspirada por la figura de su poseedor inicial, Jesús, muy presente en los Buenos Días y al caer la tarde sobre el salón de la Mesa Redonda en el que se reunía el campamento en el “tiempo de amigos” en el que los aspirantes a caballeros han ido reflejando sus valores y compromisos en la propia Mesa Redonda.
Para uno de los veteranos, el alquimista (el salesiano Pablo Álvarez, coordinador del movimiento desde hace unos cuantos años ya), “el campamento ha sido todo un éxito ya que el estilo salesiano ha conectado con los miembros de esta etapa del Itinerario, ha reforzado el trabajo que se hace en los distintos juveniles, y todos los Andaina vuelven ahora desde el reino de Arturo a sus casas convencidos de que pueden hacer mucho por dejar un mundo mejor”. Además, el campamento ha dado la bienvenida a dos nuevas ovejas de la Granja Serantellos que han sido bautizadas con los nombres de Arturo y Ginebra en honor de esta aventura.