Te contamos, con ayuda de Alejandra Belda, experta de Leandra, firma de bolsos española de filosofía handmade, cómo guardar bien los bolsos, organizarlos y conservarlos en casa para que duren mucho tiempo en perfecto estado.
¿Por qué es importante guardar bien los bolsos?
Guardar bien los bolsos no es una cuestión superficial, sino que es clave para evitar que se deformen, se rompan o se ensucien. Y es que cada bolso que vive más, contamina menos. En general, cuidar correctamente de nuestros complementos y de nuestra ropa -como ya te hemos contado en el caso de la ropa interior, por ejemplo- no es solo una cuestión estética, sino que es una forma de reducir el consumo innecesario y nuestra huella ambiental, valorar lo que ya tenemos y contribuir a una moda más sostenible.
Guía práctica de cuidado de los bolsos para alargar su vida útil
A continuación te contamos qué es lo que debemos hacer y qué errores hay que evitar a la hora de organizar, almacenar y conservar los bolsos en el armario.
Para empezar, Alejandra Belda, de Leandra, comparte con CIRCOOLAR MAG cuáles son los cuidados imprescindibles que debe recibir un bolso para mantenerlo en perfectas condiciones durante mucho tiempo:
- Evita la humedad y el agua, evita que se moje, el contacto con sustancias abrasivas, grasa, perfumes o cosméticos.
- Si el bolso es de piel, aplica crema lo más natural posible sobre él, suavemente, con un paño seco. Evita los productos químicos. Si deseas mantener la piel nutrida se debe aplicar regularmente alguna crema o cera sin abusar y teniendo en cuenta sus componentes.
- Evita las exposiciones prolongadas y directas a fuentes de luz y calor. El calor deshidrata la piel y la luz directa puede deteriorar el color del bolso. Igualmente, aconsejamos guardarlo en lugar protegido de la luz solar.
- Evita cargar mucho tu bolso. Cuanto más pese, más sencillo es que las asas se agrieten y la piel y las fornituras metálicas acaben cediendo.
Cortesía de Leandra
Cuidados previos antes de guardar un bolso
Para evitar su deterioro -especialmente si no lo vamos a utilizar durante un tiempo- y reducir el impacto textil innecesario por esta causa, hay que poner atención, sobre todo, en los siguientes cuidados previos. Estos pequeños gestos ayudan a preservar su forma, su textura y su aspecto general, evitando que aparezcan deformaciones, manchas u olores y alargando su vida útil.
Paso a paso para preparar bien un bolso antes de guardarlo:
- Vacíalo por completo. Parece obvio, pero a menudo dejamos cosas dentro olvidadas (gafas de sol, pañuelos, maquillaje, bolígrafos, libretas…). Estos objetos pueden deformar y manchar su interior. Además, dependiendo de su contenido, si el bolso se guarda durante semanas o meses, estos objetos pueden convertirse en foco de malos olores o humedad.
- Sacude el interior con suavidad. Hazlo bocabajo sobre una superficie limpia. Así eliminarás restos de polvo o pequeños residuos acumulados. Si tiene forro de tela, puedes usar un rodillo quitapelusas o una toallita de limpieza en seco.
- Limpia el exterior según el material. Según nos cuenta nuestra experta de Leandra, “el desgaste del uso por roce con prendas teñidas o más duras tipo vaquero, o el roce de la piel contra una superficie dura que puede generar rayones” son los principales desencadenantes de los desperfectos que pueden sufrir los tejidos de los bolsos. ¿Cómo minimizarlos? Si el bolso es de piel, pasa un paño suave, ligeramente humedecido si es necesario, y aplica cada cierto tiempo un producto específico para hidratarla. Nunca uses agua directamente. Si el exterior es sintético, utiliza un paño húmedo y jabón neutro, secando bien después. Si es de tejido, aspira con cuidado o frota suavemente con un cepillo de cerdas blandas.
- Deja que se airee unas horas. Tras la limpieza, es importante dejar el bolso fuera del armario, en un lugar seco pero sin exposición directa al sol.
- Revisa también los detalles. Si el bolso tiene herrajes metálicos, cremalleras u otro tipo de adornos, revísalos también. Puedes pasar un paño seco o una gamuza para eliminar huellas o polvo, y así evitar que se oxiden o pierdan brillo con el tiempo.
¿Es recomendable rellenar los bolsos por dentro? ¿Con qué materiales?
Por lo general, sí es recomendable utilizar un relleno para conservar la forma del bolso, pero con criterio, no sirve cualquier material. Desde Leandra, Alejandra Belda aconseja: «si el bolso va a estar mucho tiempo sin usarse, se debe incluir un relleno de papel, como el papel cebolla. Sin embargo, conviene evitar el papel de revista o periódico ya que la tinta podría manchar el interior del bolso”.
Materiales recomendados para rellenar un bolso antes de guardarlo
Los materiales más recomendados para rellenar un bolso y que no pierda su forma son el papel de seda o papel reciclado sin tinta, las fundas de tela y las bolsas de algodón finas.
Materiales que se deben evitar a la hora de rellenar un bolso antes de guardarlo
Además de evitar el papel de periódico porque puede manchar, se recomienda evitar también las bolsas de plástico porque son propensas a atrapar a humedad.
¿Qué tipo de bolsas o fundas son mejores para proteger los bolsos del polvo y la humedad?
“Es importante guardar los bolsos en su funda guardapolvo o de algodón, y en un ambiente seco, fresco y donde exista ventilación, sobre todo para evitar la humedad en las fornituras”, indica Alejandra Belda. Guardar bien los bolsos en fundas transpirables los protege del polvo, la luz y el roce. Si el bolso no tiene su propia funda, puedes reutilizar, a modo de upcycling, una funda de almohada vieja o una tote bag de algodón.
¿Cómo organizar los bolsos en el armario para que conserven su forma?
¿Mejor colgados o en estantería? No todos los bolsos se deben guardar de la misma manera. El cómo los organizamos en el armario influye directamente en su conservación. La clave está en conocer sus necesidades según su forma, tamaño, material y frecuencia de uso. Lo ideal es que cada uno tenga un lugar pensado para que conserven su forma y estén accesibles.
¿Cuándo conviene guardar los bolsos colgados?
Colgar los bolsos puede ser una buena opción solo si son ligeros, flexibles y de uso frecuente. Pero no todos los ganchos valen, ya que los finos podrían deformar las asas si el bolso cuelga durante mucho tiempo, por ejemplo.
Recomendaciones para guardar los bolsos colgados:
- Utiliza ganchos anchos o perchas acolchadas que repartan el peso.
- No los cuelgues apretados ni unos encima de otros.
- No cuelgues bolsos de cuero, con estructura rígida o con peso.
Cómo guardar los bolsos en estanterías
Este es el método más recomendable para guardar bien los bolsos a largo plazo, sobre todo si tienen forma estructurada, materiales delicados o no los usas muy a menudo. ¿Por qué? De esta forma, los bolsos mantienen su forma al estar apoyados sobre las baldas, no hay tensión en las asas ni puntos de presión y se localizan de un vistazo, lo que facilita su uso.
Recomendaciones para guardar los bolsos en estanterías:
- Rellena los bolsos con papel de seda o fundas suaves para conservar su estructura.
- Guárdalos en vertical, apoyados sobre su base, uno al lado del otro, como si fueran libros.
- Separa cada bolso con un separador fino (de cartón reciclado, tela o fieltro) si están muy juntos, para evitar roces.
- Utiliza cajas abiertas o cestas si necesitas agrupar varios bolsos pequeños (sin apilarlos).
- Es importante que los bolsos ocupen un espacio visible para que estén accesibles, no queden olvidados y puedas integrarlos en tu día a día.
Cortesía de Leandra
¿Qué errores comunes se deben evitar al guardar los bolsos?
Aunque guardar bien los bolsos parece una tarea sencilla, hay varios errores frecuentes que pueden acelerar su desgaste sin que nos demos cuenta. A continuación, compartimos los más habituales y cómo evitarlos fácilmente.
- Guardarlos con objetos dentro. Como hemos visto anteriormente, esto puede provocar deformaciones, grietas, manchas o malos olores. ¿Solución? Vacía siempre el bolso antes de guardarlo, aunque creas que lo vas a volver a usar pronto.
- Guardarlos en bolsas de plástico. El plástico impide la transpiración y puede atrapar humedad. Esto también favorece la aparición de moho, olores o manchas, sobre todo en climas húmedos. Para evitarlo, utiliza fundas de algodón, lino o tela reciclada.
- Exponerlos directamente al sol. Como ocurre en el caso de las prendas de baño, guardar bolsos en lugares con luz solar directa puede decolorar y resecar los materiales, especialmente el cuero o los tejidos naturales. La solución: almacena tus bolsos protegiéndolos de la luz, idealmente dentro de una funda y en un lugar cerrado pero ventilado.
- Utilizar perchas o ganchos inadecuados. Colgar bolsos pesados o estructurados en perchas finas puede deformar sus asas o su forma general con el tiempo, y también puede dejar marcas en la piel o la tela. Solución: si vas a colgarlos, elige ganchos anchos, acolchados o con soporte adaptado al tipo de bolso. Y mejor aún, opta por colocarlos en estanterías si no son de uso diario.
- Apilarlos unos encima de otros. Al apilar varios bolsos, los de abajo soportan el peso de los demás, lo que puede provocar aplastamiento, deformaciones y arrugas permanentes. La solución pasa por guardarlos en vertical y uno junto a otro, evitando el contacto directo si el material es delicado.
- No revisarlos durante meses. Guardar los bolsos durante largos periodos de tiempo sin revisarlos puede hacer que no detectes a tiempo si se han deformado, si ha aparecido moho o humedad, si necesitan limpieza o reparación por estos motivos… Solución: cada uno o dos meses, revisa tus bolsos almacenados y asegúrate de que están en buen estado.