El regreso del carricerín cejudo a La Colada, en Palencia, confirma la importancia de gestionar el agua en los humedales - Fundación Global Nature

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El carricerín cejudo es una de esas pequeñas joyas aladas que pasan casi desapercibidas, pero cuya historia asombra por su hazaña migratoria y su importancia ecológica. Con apenas 10 gramos de peso (menos que una cucharada de azúcar) y un plumaje discreto coronado por su característica ceja clara que le da su apellido en español, este minúsculo viajero recorre miles de kilómetros cada año, desde los humedales de Europa del Este hasta África. Pero más allá de su gesta épica, el cejudo es una especie paraguas, es decir, que su conservación implica proteger todo un ecosistema que también da refugio a otras muchas aves, insectos y tipos de flora. Y en mitad de esa ruta titánica, los humedales ibéricos, siempre que tengan agua, son auténticos oasis de vida, estaciones imprescindibles como La Nava donde este pequeño migrante puede descansar, alimentarse y recargar fuerzas. Sin estos espacios, su viaje sería una misión imposible; con ellos, el carricerín cejudo sigue escribiendo, año tras año, una de esas historias migratorias asombrosas de Europa.  

El pasado 22 de julio, en el sector de La Colada de La Nava (Palencia), el equipo de anillamiento de Fundación Global Nature capturó un ejemplar adulto. Es la primera vez desde 2020 que se registra la especie en esta zona y se trata, además, de una de las capturas más tempranas de la historia reciente del humedal.  “Este año, el nivel de encharcamiento se ha mantenido más tiempo asociado a unos decapados que se hicieron en 2023 en la zona, lo que ha permitido mantener espacios de agua libre y zonas de vegetación encharcadas hábitat ideal para el carricerín cejudo, para su alimentación y refugio”, explica el técnico ambiental e Global Nature, David Miguélez, anillador experto del proyecto AWOM. 

“El hallazgo en La Colada es una excelente noticia, a la vez que un recordatorio de que solo la gestión continuada garantiza que estos espacios sigan cumpliendo las características necesarias, como su encharcamiento, para realizar su función ecológica”, señala Miguélez.  

En Palencia, los humedales esteparios como La Nava, Boada y Pedraza son puntos críticos para la migración posnupcial e invernada. 

Cerca de los 1000 ejemplares capturados

Con esta nueva captura, ya son 993 los ejemplares anillados por Fundación Global Nature desde 1999, una labor que convierte a esta entidad en referente en el seguimiento de la especie en España. “Se trata de una de las capturas más tempranas jamás registradas en el paso posnupcial en este humedal palentino, un hecho que cobra especial relevancia tanto por su rareza como por las condiciones ecológicas que la han hecho posible”, añade el experto quien explica que, según los registros históricos, solo existen cinco capturas previas tan tempranas, todas ellas entre los años 2000 y 2002. Esto ha generado un hábitat óptimo para especies migratorias amenazadas: suelos húmedos, encharcamientos, cobertura vegetal en mosaico (carrizo, castañuela, juncos, etc.) y zonas con lámina de agua libre, todos elementos esenciales para el carricerín cejudo.

La combinación de estas condiciones favorece una alta productividad de invertebrados, que constituyen la dieta principal de esta pequeña ave insectívora, considerada la más amenazada de Europa entre los paseriformes.

Proyecto LIFE AWOM

Los anillamientos se enmarcan en el proyecto LIFE AWoM (Aquatic Warblers on the Move), que busca mejorar el seguimiento de aves migratorias en humedales clave del corredor occidental. El objetivo es generar datos científicos sólidos sobre las especies más sensibles al cambio climático y a la degradación del hábitat, con especial atención al carricerín cejudo, para orientar políticas de conservación, restauración ecológica y gestión activa del agua. AWOM permite conectar el trabajo de campo con estrategias de conservación internacional, contribuyendo al cumplimiento de directivas europeas y convenios globales como Ramsar y el Convenio sobre la Diversidad Biológica.

El proyecto, liderado por Wetlands International Europe, se desarrolla en cinco países. En España está coordinado por Fundación Global Nature, que centra sus esfuerzos en identificar y proteger zonas clave de descanso y alimentación durante la migración, especialmente en humedales incluidos en la Red Natura 2000. Estas acciones cuentan con el respaldo de la Junta de Castilla y León, la Diputación de Palencia y los ayuntamientos del territorio. La participación de voluntariado en las campañas de anillamiento es posible gracias al apoyo del Programa Ambiental de Voluntariado de la Fundación Caja Burgos – Fundación “la Caixa”.

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