La XIX edición de Olmedo Clásico (Festival de Teatro Clásico en la villa del caballero), en su recta final, ha traído la fiesta del Siglo de Oro a todo aquel que se ha acercado a su corral de comedias. Farra, propuesta de la Compañía Lucas Escobedo en unión con la Compañía Nacional de Teatro Clásico, nos presenta un viaje lleno de humor, circo, teatro e innovación que hace las delicias del neófito y el experto a parte iguales. No es de extrañar que una obra con este carácter recibiera el MAX a mejor espectáculo musical o lírico. Así que solo nos queda sentarnos en el patio de butacas y ser uno más en esta jarana literaria y musical.
Farra, dirigida por Lucas Escobedo también creador del texto junto a María Díaz, cuenta la historia de una compañía de cómicos ambulante que se reúnen con la idea de celebrar y hacer celebrar a los demás. Y es que ellos saben que no es necesaria una gran fecha marcada en un calendario en rojo para disfrutar de una vida que, con sus sinsabores y desvelos, nos da grandes momentos y todo lo que somos. Así que, ante esto, lo mejor que podemos hacer es dar gracias y seguir bailando a la vez que perdemos el aliento en más de una carcajada. Con estas ideas y el foco en la celebración, desvelan que el rey Don Felipe nos va a acompañar, como buen homenaje a las obras del Siglo de Oro, en esta maravillosa velada haciendo todo más solemne y especial. Aunque, como pasa en la vida, no todo salga como lo esperamos.
Así las cosas, compañía y público, puesto que está muy inmerso en este trabajo en el que llega a participar más de una vez, viven un viaje lleno de risa, lecciones literarias, música y crítica social que solo se puede definir como maravilla. Sobre todo, cabe resaltar, el entramado que han realizado para unir muchas obras haciendo un texto actual con sabor clásico espectacular. La investigación, tanto literaria como del lenguaje, ha sido brutal y se deja ver en cada intervención de los personajes. Así, reviven una vez más Cervantes, Lope, Calderón o Quevedo en un gran homenaje con mucha calidad. También, cabe destacar, esta labor en el rescate del olvido de las escritoras, devolviéndoles el lugar que siempre tuvieron que tener en la historia. Seguro que, desde el más allá, María de Zayas, Ana Caro o Sor Juana Inés de la Cruz están aplaudiendo.
Mención muy positiva aparte merece el carácter musical de todo el montaje. Realizada en riguroso directo, bajo la dirección de Raquel Molano, con varios de los intérpretes tocando distintos instrumentos a la vez; es un lujo disfrutarla en escena y ver lo bien que lo han unido a la trama resaltando la diversidad cultural de nuestra historia. Así, canciones como la Jota de los laos o una jota manchega vuelven a la vida en una corriente de recuperación del folclore que está imparable. De hecho, se pueden escuchar en boca de Rodrigo Cuevas, en su último disco Romería, o en la de Lalachus en el Gran Prix. La Farra siempre nos tiene que acompañar como se deja claro en el anuncio de inicio de la representación.
Lo mismo se podría decir de la parte circense y cómica del espectáculo. Todo un acierto que se debe destacar y más conociendo que han tenido que adaptarlo al ser una representación al aire libre. Destacan los juegos malabares y el uso de un mástil y acrobacias en escena.
Todo ello se lleva a cabo gracias al trabajo de muchas personas que crean un todo que roza la perfección. Así, los actores y actrices que dan vida a esta obra coral son los siguientes: Alfonso Rodríguez, Irene Coloma, Jesús Irimia “Xuspi”, el ya citado Lucas Escobedo, Paula Lloret y Raquel Molano. Todos con “cum laude” en una obra con muchos registros, aunque a priori parezca que solo existe la comedia, que brilla con sus interpretaciones.
En cuanto a los aspectos técnicos, destacan la escenografía y el vestuario. Realizados por Xavier Erra, Amalia Elortza, Ana Llena y Soledad Seseña; están en la misma línea de los comentado anteriormente. Destacan los farolillos que pueblan el escenario y hacen más real lo que se ve allí. Como ocurre con los detalles en la ropa con homenajes a elementos clave de la historia de la dramaturgia como es la Commedia dell’Arte.
Farra es una lección de vida, ya lo decía Mary Santpere o Marujita en su ¡Venga alegría!, a la vez que se hace un recorrido por nuestros grandes autores y autoras del siglo de Oro. Siguen de gira, no les pierdan de vista.
La Farra Barroca es una celebración de la cultura, el teatro, la poesía y la música. En un Madrid atemporal que podría ser el de 1568, 1668 o incluso 2024, la festividad y la algarabía se apoderan del escenario. Entre mojigangas, danzas y regocijos, la escena se convierte en un lugar de juego, diversión y crítica, donde las reglas se invierten y el mundo se rige por paradojas carnavalescas. Un espectáculo donde se fusionan el circo, el humor, la música en directo y el teatro físico, reivindicando el derecho a la fiesta como acto de resistencia cultural ante el exceso de trabajo, la hiperactividad y el consumo desmedido.
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