Entrevista a Chema Moya

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Comunicación  

Chema Moya ha dedicado dos décadas de su vida a la Agencia EFE, un camino que comenzó tras una larga carrera en el extinto Diario 16 y en varios medios de comunicación, tanto a nivel nacional como internacional. En EFE ha trabajado en las delegaciones de Sevilla, Bilbao y Madrid, y a lo largo de estos años ha sido testigo de cambios significativos en el mundo de la fotografía periodística.

Uno de los cambios más impactantes, según él, fue la transición de la fotografía química a la digital, lo que permitió una publicación mucho más rápida. Sin embargo, enfatiza que la esencia del fotoperiodismo sigue intacta: “se mantiene con los mismos estándares de veracidad y rigor”.

Lo que más le entusiasma de su trabajo en una agencia  de noticias es la diversidad: política, cultura, sociedad, deportes…, todo forma parte de su rutina diaria. No podría limitarse a un solo tipo de cobertura. Entre las más recientes que recuerda con especial cariño, menciona la DANA en Valencia, donde prestó apoyo a los compañeros de la delegación y vivió junto a ellos momentos duros y emotivos.

También ha acumulado vivencias complicadas e incluso peligrosas en zonas de conflicto muy distantes, aunque reconoce que la pandemia fue un verdadero punto de inflexión: “fue la que más nos puso a prueba y en la que más sentí la cercanía de mis compañeros”.

Un día típico en Madrid puede llevarlo desde un acto en el Congreso a una cobertura en Moncloa o Zarzuela, para luego asistir a un evento social, un concierto o un intenso fin de semana lleno de manifestaciones y fútbol. Y aunque su agenda está en constante cambio, Moya tiene un sueño profesional: cubrir el alto el fuego definitivo en Gaza.

Trabajar en EFE, dice, tiene un encanto especial. Después de muchos años en otros medios, siempre tuvo como meta llegar a una gran agencia por la variedad de temas, la independencia editorial y los recursos necesarios para trabajar sobre el terreno. Esa misma exigencia de rapidez le obliga a preparar cada cobertura pensando en envíos directos desde la cámara, planes alternativos por teléfono o redes, disponibilidad de compañías de comunicación locales y el destino final de las imágenes, ya sea Madrid o Bogotá.

La Agencia, añade, le ha dado “la posibilidad de dedicarme por completo al fotoperiodismo en la primera agencia de información en español, con independencia y estabilidad, que me permite centrarme en lo que realmente me interesa: informar con mis fotografías”.

También reconoce el papel clave de sus compañeros fotógrafos: “son en gran medida culpables de la enorme reputación que la fotografía aporta a la Agencia, tanto dentro como fuera de España. Son los mejores profesionales individualmente e imbatibles cuando trabajan en equipo”.

Y no quiere dejar pasar la ocasión para agradecerles: “he compartido momentos muy intensos como Mundiales de Fútbol, Olimpiadas, desastres naturales, sanitarios…, algunos especialmente difíciles como la pandemia”.

Entre sus trabajos recientes, destaca el reportaje sobre la restauración de las alfombras del Congreso de los Diputados, una idea de su compañera de Nacional, Macarena Soto.

Madrid, 20/10/2024.- El fotógrafo de EFE, Chema Moya, ha sido galardonado con un accésit por su fotografía «Alfombras», que captura a un conservador restaurando una alfombra del Congreso en la Real Fábrica de Tapices de Madrid. EFE/Chema Moya

Le llamó la atención el trabajo manual y artesano de las restauradoras, tumbadas en el suelo en un lugar tan especial como el Congreso. Supo desde el principio que había una imagen que lo describía mejor que ninguna: aquella que transmitía “la profesionalidad y seguridad con la que trabajan estas mujeres en un lugar más conocido por las trifulcas políticas”.

Ese día realizó más de mil fotos, desde el Congreso hasta los talleres de la Real Fábrica de Tapices, y la elegida le valió un accésit otorgado por la Asociación de Periodistas Parlamentarios. “Ha sido un reconocimiento que he recibido con mucho cariño”, afirma. Para él, visibilizar oficios tradicionales es importante, y este tipo de coberturas, menos encorsetadas, permiten trabajar de forma más sosegada, con atención a los detalles.

Junto a dicho accésit, Moya cuenta en su haber, con el Premio Andalucía de Periodismo 2006 (Junta de Andalucía), Premio Nacional de Periodismo Doñana al Desarrollo Sostenible 2006, el Premio Nacional de Fotoperiodismo 2013 y ha sido finalista del Photography 4 Humanity 2022 de Naciones Unidas.

Moya se define como “un fotógrafo todoterreno, con interés por seguir aprendiendo y con ganas de seguir contando cosas”.

Sus referentes en el fotoperiodismo los encuentra cerca, entre sus compañeros de EFE en España y Latinoamérica. Concede gran importancia a la estética en la fotografía informativa, siempre unida a la objetividad y la veracidad. Reconoce que las imágenes influyen en la forma de pensar: “todos los días nos cambian la manera de ver las cosas”.

A quienes quieren dedicarse al fotoperiodismo les aconseja tesón, recordar que las oportunidades no siempre están en la otra punta del mundo y que no hay atajos: “las reglas básicas de este oficio son sagradas: veracidad”. Antes de cada cobertura repasa la actualidad del tema, sobre todo si no está muy familiarizado con él, y para desconectar tras una jornada intensa recurre a lo más sencillo: pasar tiempo con la familia y los amigos, consciente de que esos periodos de descanso son esenciales para mantenerse en forma.

Recapiti
Gloria Meana