Viajar ya no es solo tachar destinos en un mapa. Para la Generación Z, significa conectar con el lugar, descubrir qué lo hace auténtico, vivir experiencias únicas en él y, sobre todo, compartirlas. Es una nueva manera de explorar un mundo en el cual el enoturismo se presenta como una opción que, lejos de sonar clásica o lejana, se transforma en algo fresco, accesible y lleno de posibilidades.
Y si hablamos de destinos que respiran tradición, pero que también han sabido reinventarse, la Denominación de Origen Rías Baixas es uno de esos lugares que lo tiene todo. Situada en el corazón de Galicia, esta tierra de viñedos infinitos, cultura milenaria y gente hospitalaria ha sabido abrir sus puertas a una nueva generación de viajeros. Porque sí, aquí el vino es protagonista, pero por lo que realmente se brinda es por la forma única que tienen de vivir, así que, vamos a conocer qué pueden hacer los más jóvenes en estas tierras llenas de actividad y tradición.
Fiesta del Albariño en Cambados
Sin duda, una fiesta que recordarás de por vida. Cada verano, la villa de Cambados se convierte en el epicentro de una de las fiestas vinícolas más emblemáticas de nuestro país. La Fiesta del Vino D.O. Rías Baixas Albariño es una explosión de música, sabores y mucha alegría. Tiene más de 60 años de historia y ha sido declarada de Interés Turístico Nacional. Además, se ha convertido en mucho más que un homenaje al vino: es una experiencia colectiva en la que tradición y juventud se dan la mano.
Durante cinco días, más de 40 bodegas de la D.O. Rías Baixas sacan sus mejores vinos a la calle, creando un ambiente perfecto para brindar y disfrutar con amigos, conocer de cerca a los productores y sumergirte de lleno en un mar de matices. Cada copa es una historia y cada stand, una familia de viticultores que abre su mundo a quien los visite.
Y como buena fiesta gallega, la música y la comida no pueden faltar: conciertos, food trucks, talleres, actividades callejeras… Todo con un aire de festival que encaja perfectamente con ese deseo generacional de celebrar la vida y de convertir cada momento en algo único y especial.
Vivir la vendimia desde dentro
¿Qué hay más real que recolectar con tus propias manos lo que luego vas a beber? En la D.O. Rías Baixas, la vendimia no es solo una etapa del proceso vitivinícola; es la oportunidad de vivir todo lo que rodea este mundo desde dentro y una de las experiencias más auténticas que ofrece el enoturismo.
Cada septiembre, son muchas las bodegas que abren sus puertas a quienes quieren sumergirse en el mundo vitivinícola de lleno. Una experiencia que comienza al amanecer, entre hileras de viñas, cestas y tijeras. Además, la vendimia en Rías Baixas se realiza exclusivamente de forma manual; de esta forma, se cuida más la uva y se consigue un vino de mayor calidad. Una forma muy especial de mimar las uvas y los vinos.
A lo largo de la mañana, los viticultores te acompañarán, contándote anécdotas y desvelando aquellos secretos mejor guardados de quienes cuidan la vendimia durante todo el año. Sin duda, una experiencia de aprendizaje, compañerismo y conexión que recordarás de por vida.
Visita y cata en las bodegas de la D.O. Rías Baixas
Pero no en todas las experiencias tienes que adentrarte de lleno. Para quienes buscan un acercamiento más relajado, pero igual de emocionante, las visitas a bodegas de la D.O. Rías Baixas son la opción perfecta. Una aventura en la que no necesitas saber de taninos ni hablar en lenguaje enológico: solo tienes que traer tu curiosidad y tus ganas de dejarte sorprender.
Muchas de nuestras bodegas han creado propuestas pensadas para la Generación Z y la que no es tan “Z”. Desde rutas entre viñedos hasta catas con música en directo, picnics al aire libre, experiencias gourmet o maridajes con tapas de autor. Todas ellas en un entorno cuidado, con unos paisajes espectaculares y el ambiente cercano y relajado característico de nuestra denominación.
Dormir entre viñedos
¿Y si pudieras quedarte a dormir en el lugar donde nacen esos vinos que tanto te gustan? Algunas bodegas pertenecientes a la D.O. Rías Baixas ofrecen alojamiento en antiguas casas de labranza rehabilitadas, en las que la tradición gallega convive con toques más actuales. En ellas, estarás rodeado de viñedos y equipado con todo lo necesario para desconectar (sin dejar de estar conectados, claro está 😉).
Imagínate despertar con el sonido de los pájaros, abrir la ventana y encontrarte con un mar verde de cepas que se extiende hasta donde alcanza la vista. Después, un desayuno con productos locales, una visita guiada exclusiva, un paseo en bici por los caminos del viñedo o una cata privada en el jardín al atardecer. Todo pensado para quienes prefieren planes más tranquilos en los que los pequeños detalles son importantes.
Además, son el escenario perfecto para sacar esas fotos tan especiales y plasmar así un momento inolvidable.
Sin duda, la generación Z está marcando un nuevo rumbo en el turismo. Ya no se trata solo de ver, sino de sentir y de implicarse. De elegir aventuras que tengan un propósito, que respeten el entorno, que impulsen lo local y que generen recuerdos que vayan más allá de un simple selfie.
Viajar a Rías Baixas es abrazar una forma diferente de hacer turismo. Es buscar planes que te inspiren, que se alineen con tus valores y que te hagan sentir parte de algo real. Porque el vino no entiende de edades, pero sí de actitud. Y si la tuya es descubrir, compartir y disfrutar… este destino tiene mucho que ofrecerte.
Así que la próxima vez que pienses en una escapada, no descartes adentrarte en el mundo del vino. Porque si algo tiene, es esa capacidad mágica de unir, de emocionar y de hacernos disfrutar del presente.
Y en Rías Baixas, todo eso… se sirve en copa.