Romper estereotipos para soldar su propio futuro: Lizzy estudia para ser mecánica    ...

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Lizzy, una joven de 21 años la región de Choluteca, vive en una comunidad rodeada de árboles de pino y un clima fresco. Sin embargo, a pesar de la belleza natural que la rodea, su comunidad enfrenta grandes desafíos en el ámbito educativo, ya que muchas familias no cuentan con los recursos necesarios para que sus hijos e hijas continúen sus estudios.

Desde pequeña, Lizzy fue testigo de cómo la falta de oportunidades y las distancias complicaban la educación de muchas niñas, niños y jóvenes. En su comunidad, solo hay una escuela que imparte hasta sexto grado, lo que obliga a muchos estudiantes a trasladarse caminando por carreteras en mal estado si quieren continuar con su formación. 

“En mi caso, solo pude estudiar los fines de semana debido al acceso y los recursos. Me gradué como Bachiller Técnico en Informática con mucho esfuerzo, pero no quedé conforme. Siempre soñé con estudiar mecánica, y a pesar de la oposición de mi familia, especialmente de mi papá, quien decía que era un oficio muy duro para las mujeres, insistí hasta lograrlo”, compartió Lizzy. 

Rompiendo las barreras de género 

Actualmente, Lizzy está en proceso de obtener su título de Bachiller Técnico en Mecánica, especializándose en soldadura y mecánica. Aunque el camino no ha sido fácil, su perseverancia la ha llevado a superar barreras y demostrar que las mujeres también pueden destacarse en áreas tradicionalmente dominadas por hombres. 

Una voluntaria perseverante 

Lizzy conoció a Plan International desde niña, cuando formó parte del programa de apadrinamiento . Hoy, como voluntaria, se dedica a actualizar información, tomar fotografías, elaborar cartas con los niños y niñas apadrinados y entregarles materiales escolares. 

Gracias a la colaboración con Plan International, Lizzy desarrolló su perfil de negocios y recibió un capital semilla que le permitió dar los primeros pasos para establecer su taller. “Ofrecemos servicios de soldadura en general, como portones, puertas, balcones y cercas metálicas, además de mecánica de motos, como cambios de aceite y de embrague”, explicó.  

Lizzy ha roto esquemas y se ha convertido en un ejemplo para otras niñas y mujeres. Asegura que tiene grandes sueños para el futuro. “Mi objetivo es ver mi negocio bien establecido para poder vivir de ello y lograr el sueño que tanto he querido”, afirmó. 

Oportunidades para la juventud  

Lizzy es una de las participantes del proyecto Generación con Oportunidades que busca transformar las vidas de adolescentes y jóvenes, especialmente mujeres, mediante el fortalecimiento de sus capacidades, habilidades y oportunidades para lograr su autonomía económica en contextos de vulnerabilidad. Este enfoque integral incluye la promoción de la empleabilidad a través de alianzas estratégicas con empresas para generar espacios laborales inclusivos y sensibles al género, así como el acceso a una educación inclusiva y de calidad.  

Con estas acciones, el proyecto no solo contribuye a prevenir el abandono escolar y fomentar la continuidad educativa, sino también a garantizar que las y los jóvenes puedan construir proyectos de vida digna, reduciendo las brechas de desigualdad y discriminación que afectan principalmente a las mujeres en la región. 

Con un mensaje inspirador, Lizzy anima a las niñas de su comunidad y del mundo a no rendirse: “Sigan luchando por sus sueños. El simple hecho de ser mujeres significa que podemos lograrlo”. 

Recapiti
Sadaya Delaossa