Cuando una persona fallece, además del dolor emocional, llega una parte práctica que no siempre es sencilla: los trámites de la herencia. Y uno de los documentos clave para poder empezar es el certificado de últimas voluntades. Sin él, no puedes saber si hay testamento, cuál es el último válido ni ante qué notario se otorgó. En otras palabras: es el primer paso para poner orden en la herencia, especialmente si hay bienes inmuebles de por medio.
¿Qué es el certificado de últimas voluntades?
Es un documento oficial que emite el Ministerio de Justicia. Confirma si una persona fallecida hizo testamento y, en caso afirmativo, ante qué notario lo firmó y en qué fecha. Con esta información podrás solicitar copia del testamento y seguir con los trámites hereditarios.
¿Por qué es tan importante?
Porque si hay varios testamentos, solo el último tiene validez legal. Además, sin este certificado no puedes aceptar la herencia ni inscribir los bienes (como una vivienda) a nombre de los herederos. En resumen: sin él, no se mueve nada.
¿Cuándo se puede pedir?
Tienes que esperar al menos 15 días hábiles desde el fallecimiento. A partir de ahí, puedes solicitarlo en cualquier momento.
¿Dónde y cómo se solicita?
Puedes hacerlo de tres maneras:
- Presencialmente, en las Gerencias Territoriales del Ministerio de Justicia o en el Registro General de Actos de Última Voluntad.
- Por correo, enviando la documentación necesaria.
- Telemáticamente, si tienes certificado digital o Cl@ve, a través de la Sede Electrónica del Ministerio de Justicia.
¿Qué necesitas para pedirlo?
- Modelo 790 cumplimentado (se descarga online).
- Justificante del pago de la tasa (menos de 5 €).
- Certificado literal de defunción, que se pide en el Registro Civil donde ocurrió el fallecimiento.
Así pues, el certificado de últimas voluntades es un documento esencial en una herencia inmobiliaria, ya que confirma si el fallecido otorgó testamento y ante qué notario. Este paso es imprescindible para iniciar el proceso de adjudicación de bienes, como una vivienda. Sin este certificado, no se puede acceder legalmente al contenido del testamento ni realizar el reparto de la herencia.
Obtenerlo permite a los herederos actuar con seguridad jurídica, evitar conflictos y avanzar con la transmisión de la propiedad. Se solicita al Ministerio de Justicia tras 15 días hábiles del fallecimiento, y es clave para cualquier gestión sucesoria.