SALUD laboral: ✔ cómo cuidar la de tu equipo sin invertir más

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La salud laboral debe formar parte de la cultura de la empresa, ya que garantiza el bienestar del equipo y la productividad. Sin embargo, no siempre se tienen los recursos necesarios. Por suerte, hay medidas que no requieren inversión. 

¿Por qué cuesta menos tomar medidas preventivas en salud laboral?

Las acciones preventivas se pueden considerar como tener un seguro. El esfuerzo inicial que requieren es bajo, si se compara con el coste que tendría reparar daños. En el entorno laboral, cuando se detectan los riesgos psicosociales y se gestionan, como estrés, acoso o agotamiento, se pueden evitar bajas, rotación de personal y un daño a la reputación de la empresa. 

Cuando los programas de prevención de riesgos están bien diseñados, se reducen los accidentes y los problemas de salud, se rebajan las primas de las mutuas y el equipo se siente más comprometido  con la organización. 

Pero además, el hecho de incidir a tiempo en factores organizativos, como horarios, cargas y comunicación, es más barato que contratar personal de apoyo o pagar horas extra. Por ejemplo, si hay un control de la salud individual y colectiva, será posible anticiparse a los problemas y actuar antes de que escalen. 

Consejos para cuidar la salud laboral sin invertir

Invertir en salud laboral no tiene por qué implicar grandes desembolsos, ya que hay cambios que dependen más de la organización, su cultura o su enfoque. A continuación, vamos a ver algunas medidas sencillas, pero eficaces. 

Prioriza la comunicación efectiva

Para que la comunicación realmente funcione, debe haber canales abiertos y claros para que el equipo pueda expresar sus necesidades. Podría tratarse de una reunión semanal breve o de encuestas digitales. En el caso de que haya algún riesgo o situaciones que requieran una intervención, se pueden detectar y actuar a tiempo. 

Habilita momentos de desconexión

Otra forma eficaz de cuidar la salud laboral es fomentando pausas activas de corta duración con recordatorios visuales. Pueden ser cinco minutos cada tres horas para estirar el cuerpo y moverse un poco o realizar ejercicios de respiración. Sirve para reducir el estrés y mejorar la atención. 

Optimiza la ergonomía 

Se trata de revisar la distribución del espacio de trabajo, la postura y los accesorios existentes. Algunas medidas pueden ser tan simples como ajustar la altura de un monitor o reorganizar los elementos para reducir dolores y fatiga. En Empatif, realizamos auditorías para evaluar riesgos ergonómicos y los ligados a la propia organización, que serían los psicosociales.

Forma a mandos intermedios

Los responsables de equipo, o mandos intermedios, trabajan directamente con la plantilla, por lo que son quienes podrán detectar señales tempranas de malestar. Sin embargo, para ello es necesario darles formación que les ayude a identificar síntomas de estrés, ansiedad o conflictos. En una sesión interna o con materiales complementarios, se puede aprender a actuar con empatía, gestionar cargas de trabajo y mejorar la comunicación. 

Este tipo de formación, aunque sea básica, puede prevenir situaciones que luego derivan en bajas o rotación. En vez de centrarse solo en resultados, hay que saber acompañar emocionalmente. Para ello, recomendamos apostar por formación especializada en liderazgo emocional y prevención de riesgos psicosociales, adaptada al contexto real de cada organización. 

Promueve una cultura de feedback

Consiste en incentivar al equipo a compartir cumplidos, ideas y preocupaciones. Dado que sus opiniones y sentimientos se tienen en cuenta, el clima laboral mejora. Se puede colocar un buzón anónimo digital o físico, así como recoger sugerencias, que se revisarán en un pequeño comité. La cultura participativa reduce la sensación de aislamiento y potencia la salud laboral. 

Ajusta cargas y horarios

En múltiples ocasiones, el malestar no viene del volumen de trabajo, sino de cómo se reparte. Puede haber sobrecargas puntuales, turnos mal encajados o desequilibrios entre personas del mismo equipo. Para evitar que suceda, hay que redistribuir tareas, escalonar entregas o permitir cierto margen de flexibilidad horaria. No supone costes adicionales, pero reduce significativamente el estrés diario.

Para cuidar la salud laboral de un equipo, basta con poner énfasis en acciones preventivas, una comunicación asertiva y una cultura de bienestar. Estas medidas son simples, pero eficaces, y permiten reducir bajas, accidentes y rotación  de personal. Pero al mismo tiempo, generan un ambiente de trabajo más saludable y productivo. Si quieres realizar auditorías en tu empresa para identificar mejoras, contacta con Empatif. 

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