¿Qué es el síndrome de Asherman?
Por síndrome de Asherman se entiende a la condición en la que se forman adherencias o cicatrices dentro del útero, concretamente en la cavidad uterina. Estas lesiones, adherencias y/o cicatrices, puede provocar la deformación o reducción de las paredes del útero, resultando en problemas menstruales, dificultades para mantener un embarazo o, incluso, la infertilidad.
Si bien puede ser leve, moderado o severo según el estado del mismo, conocer su diagnóstico será fundamental para lograr o no el deseado embarazo. Aunque esta condición sea desconocida y poco habitual, puede ser determinante, por lo que se debe prestar la máxima atención a los detalles de este síndrome.
Síntomas y señales de aviso
El síndrome de Asherman se produce por diferentes motivos. Pueden ser por infecciones uterinas, tras un legrado o por cirugías uterinas.
Tras ello, es posible que mujeres que intentan quedar embarazas tengan problemas para conseguirlo. Cuando llega esta decisión, existen actores secundarios que no permiten desarrollar el embarazo. Para detectar si hay riesgos de este síndrome, algunos de los síntomas que aparecerían serían los siguientes:
- Alteración en la menstruación: escasas o ausentes.
- Dolor pélvico a diferentes intensidades.
- Dificultad para quedar embarazada.
- Abortos de repetición.
Diagnóstico del síndrome de Asherman
Si concurres en alguno o varios síntomas presentados anteriormente, lo recomendado es recurrir a un profesional especializado, en este caso un ginecólogo, para realizar un diagnóstico y valorar las posibles soluciones.
Entre las pruebas necesarias, previa realización de un historial clínico por parte de la paciente, para valorar si está presente esta condición, destacan:
-Ecografía. Se realizará una ecografía por vía transvaginal. Sencilla y de carácter no invasivo, esta ecografía puede diagnosticar el problema, aunque también puede ser insuficiente para detectarlo.
-Histerosalpingografía (HSG). Prueba de imagen con contraste para ver la morfología uterina. Con esta prueba será más sencilla detectar posibles adherencias o pólipos.
-Histeroscopia. Introducción de una cámara en la cavidad uterina para observarla y ver dónde ocurre la presunta lesión y poder repararla con la histeroscopia.
Consecuencias del síndrome
Entre las consecuencias más comunes a causa del síndrome de Asherman destaca la dificultad para la implantación del embrión debido a estas adherencias o cicatrices que deforman el útero. También se pueden dar fallos de implantación o posibles abortos recurrentes.
Todas estas dificultades, que generan frustración en las pacientes, pueden minimizarse siempre que se identifique y se trate a tiempo con un buen pronóstico y tratamiento.
Tratamientos disponibles para reducir esta condición
Para reducir la incidencia que provoca esta condición, existen varios tratamientos aplicables que mejoran al útero y, por tanto, facilitan y aumentan la posibilidad de quedar embarazada.
–Cirugía mínimamente invasiva para retirar adherencias para que el útero recupere su forma y tamaño habitual. Será importante que, tras esta intervención, la cavidad uterina quede expandida para prevenir la reaparición de lesiones. Se pueden usar fármacos al realizar la histeroscopia para tratar de evitar la recidiva.
-Tratamiento hormonales con estrógenos para regenerar el endometrio.
Para el seguimiento y evolución, el doctor realizará de manera regular revisiones más exhaustivas.
Mensaje para las pacientes con el síndrome de Asherman
Desde Ovoclinic, entendemos que condiciones como el síndrome de Asherman y sus consecuencias son fruto de un sentimiento de frustración y desesperación. Es normal. Tómate tu tiempo para entender y comprender esta lesión. Acude lo más rápido posible a un profesional especializado si encuentras síntomas como los descritos anteriormente.
Y, sobre todo, no te martirices. No eres la única y, desafortunadamente, la última. Por suerte, estas lesiones con un diagnóstico temprano pueden reducirse al máximo y permitir así lograr el embarazo con éxito.
Por ello, te animamos a no desistir, a seguir en el camino -por duro y complicado que sea- y a lograr el sueño más grande que la vida nos ofrece, concebir a tu bebé.
