Cuando en los meses de junio, julio y agosto empezamos a ponernos en ‘modo vacaciones’, con ganas de disfrutarlas si no las hemos pedido, con estrés postvacacional si ya hemos regresado, con muchos de nuestros compañeros de viaje, con clientes, proveedores y partners desconectados… cuando en esos meses decimos que ‘lo vemos en septiembre’, la verdad, en lo último que pensamos es en cómo será ese septiembre plagado de tareas pendientes que tienen que salir a la de ‘ya’, con la persión ‘vuelta al cole escolar’ por todas las esquinas y, por qué no decirlo, con las ganas de que lleguen las siguientes vacaciones.
Para algunos departamentos de recursos humanos septiembre puede convertirse en una época crítica. Muchas organizaciones tienden a posponer tareas administrativas hasta la vuelta de verano, generando un efecto ‘cuello de botella’ que afecta directamente a la eficiencia laboral y al cumplimiento normativo. Por supuesto, entre estas tareas se encuentra la gestión de nóminas como una de las más sensibles.
Dejar pendientes tareas de gestión de personas para el regreso de vacaciones trae consigo problemas como:
- Sobrecarga de trabajo en septiembre. Los equipos se pueden enfrentar a jornadas de alta presión que afectan la productividad y la motivación.
- Errores en la gestión de nómina. La prisa y el volumen de tareas aumentan el riesgo de errores en cálculos salariales, retenciones o cotizaciones, lo que puede provocar incidencias con la plantilla o con la propia Administración pública.
- Retrasos y sanciones. Los incumplimientos en plazos de pago o en obligaciones legales pueden generar sanciones económicas y dañar la reputación de la empresa ante sus empleados.
- Impacto negativo en la experiencia del empleado. Una nómina mal gestionada repercute directamente en la satisfacción del equipo y en su confianza hacia la organización, afectando globalmente al clima laboral.
Algo tan fácil como contar con un servicio de outsourcing de nómina se convierte en una estrategia eficaz para evitar el colapso administrativo postvacacional y garantizar continuidad en la gestión sin interrupciones, pues un proveedor especializado se encarga de mantener el cálculo de nóminas al día, sin depender de las vacaciones del equipo interno. Además, otra ventaja de la externalización del servicio de gestión de nóminas es la reducción de errores y riesgos, ya que queda en manos de expertos que aplican procesos estandarizados, verificados y actualizados según la normativa vigente.
Así mismo, la externalización de nómina asegura que todos los procesos de nómina se realicen dentro de los plazos y según la normativa laboral, evitando sanciones y garantizando la tranquilidad de la empresa, esto es, cumplimiento legal garantizado también durante la vorágine del mes de septiembre.
Delegar la gestión de nómina en un equipo externo profesional y de confianza, implica que la vuelta de vacaciones puede empezar sin la angustia del ‘cuello de botella’ administrativo, sin el estrés de pasar el día ‘apagando fuegos’ y aportando valor al negocio en lugar de dedicar la jornada a reaccionar ante urgencias.
