El sector sanitario vive un momento crítico en el que la presión asistencial y la escasez de profesionales coinciden con un aumento del número de pacientes crónicos. En este contexto, el Grupo Ribera ha apostado por la innovación tecnológica como palanca para transformar la atención y optimizar recursos.
Con 16 hospitales y 74 centros de salud en Europa, la organización está consolidando un modelo donde la inteligencia artificial (IA) se integra de manera transversal en la práctica clínica y en la gestión, con un impacto directo tanto en los profesionales como en los pacientes.
IA para el seguimiento de pacientes crónicos
Uno de los principales retos de los sistemas de salud es la atención a pacientes con patologías crónicas, responsables de gran parte del gasto sanitario. Para dar respuesta, Ribera ha desarrollado Cynara Citizen, un portal que combina la gestión hospitalaria con planes de salud personalizados.
Esta herramienta permite monitorizar en tiempo real indicadores de salud y activar alertas preventivas, lo que ha derivado en una reducción del 23% en las visitas a urgencias y del 18% en reingresos de casos complejos. La clave está en el uso de modelos predictivos basados en IA capaces de analizar datos clínicos y anticipar complicaciones.
Más allá de la eficiencia, el impacto es notable en la experiencia del paciente, que recibe un seguimiento más cercano y seguro, y en la del profesional, que dispone de información más precisa para la toma de decisiones.
Predicción de riesgos hospitalarios
El grupo también ha avanzado en la creación de modelos predictivos para detectar riesgos como caídas o úlceras por presión durante la hospitalización. Gracias a Azure Machine Learning, se entrenan algoritmos que procesan datos clínicos imposibles de recopilar manualmente y ofrecen un margen de anticipación fundamental.
Esta capacidad no solo eleva la seguridad del paciente, sino que genera ahorros significativos en tratamientos posteriores y reduce la presión sobre los equipos médicos. La estrategia refuerza así la idea de que la IA no sustituye al profesional, sino que potencia su capacidad de respuesta y amplía la cobertura con los mismos recursos.
Automatización de tareas administrativas
La innovación también se aplica a la automatización de procesos rutinarios, como la redacción de informes clínicos tras intervenciones comunes. Mediante IA generativa, se elaboran borradores de alta médica que el especialista valida posteriormente.
El beneficio es doble: se gana eficiencia administrativa y se libera tiempo del personal sanitario para centrarse en la atención directa al paciente. Esta redistribución de tareas contribuye a reducir el nivel de estrés profesional, un factor crítico en un sector caracterizado por la sobrecarga.
Seguridad y ética en el uso de datos
En un entorno tan sensible como el sanitario, la protección de datos es un pilar estratégico. Ribera utiliza sistemas en la nube de Microsoft que garantizan la confidencialidad y anonimización de la información, asegurando que cada desarrollo cumple con los estándares éticos y legales.
La confianza en la gestión de datos es esencial para consolidar la digitalización en el sector. En este sentido, el grupo ha hecho de la seguridad tecnológica un elemento diferencial dentro de su estrategia de innovación.
Una estrategia con visión de futuro
La transformación impulsada por Ribera muestra cómo la IA se ha convertido en un motor estratégico para aumentar la eficiencia y mejorar la experiencia de pacientes y profesionales. Con Futurs, su filial tecnológica, la organización avanza en proyectos que integran el análisis avanzado de datos con aplicaciones prácticas en la vida hospitalaria.
La sanidad del futuro no se entiende sin herramientas que permitan a los profesionales tomar decisiones más rápidas y seguras, y a los pacientes recibir una atención más personalizada y humana. La innovación ya no es un complemento, sino el eje central del modelo sanitario que Ribera está proyectando en España y Europa.
Fuente: Merca2
